Aquellos lectores que se acerquen al libro de Ignacio Martínez de Pisón (Zaragoza, 1960), Filek, el estafador que engañó a Franco, pensando que es una novela según los cánones establecidos, tal vez se sientan defraudados. El escritor aragonés vuelve a la fórmula de la no ficción con un híbrido entre periodismo, historia y novela ya empleada en Enterrar a los muertos, donde dejó patente su pericia para la investigación histórica. Ahora narra la historia de un estafador y delincuente internacional de poca monta que cambia con frecuencia de nombre para no dejar huellas. Una vez más se decanta por los timadores profesionales, que han tenido un gran protagonismo en su obra literaria.
Hace cuatro años, mientras escribía Derecho Natural, dio con la historia de este embaucador “especialmente persuasivo” (página 36) que le vendió al dictador gallego un combustible sintético mejor que la gasolina, en el que supuestamente se mezclaban extractos vegetales con agua del río Jarama. El resultado asombraría al mundo entero. “Era todavía la época dorada de los grandes inventores. Estaba aún vigente el mito del científico genial, como Edison, Graham Bell o Marconi” (página 62).
Fue tras leer una leve mención de Filek en la biografía de Francisco Franco firmada por Paul Preston cuando empezó a investigar y no pudo dejar de seguir la pista de este gran secundario. El resultado que ahora ofrece la editorial Seix Barral es el intento de reconstruir la existencia de este pícaro austríaco inmerso en los vaivenes de la primera mitad del siglo XX, que relata de forma colateral, y en el que están implicados los prohombres del momento. De hecho, el ministro Ramón Serrano Suñer, cuñado de Franco, fue quien le introdujo en el círculo más cercano al caudillo.
Martínez de Pisón rastrea a este personaje histórico de segunda o tercera fila a través de archivos y hemerotecas, lo que le ha llevado un año de escritura y tres previos de investigación para documentar la historia del desconocido Albert von Filek, un tipo hábil y convincente, sin palabra alguna, como tanta gente en la actualidad, que desplumó con la gasolina sintética en sus primeros años españoles a media docena de particulares antes de hacerlo al mismísimo Franco. Como asegura el creador aragonés, “es como si nos vienen ahora con inversiones en internet o en bitcoin, y nos dicen que eso es el futuro”. También ha construido su trayectoria hasta llegar a España con alguna que otra conjetura.
Las vidas son como las hondas hertzianas, que vagabundean por el aire hasta convertirse en palabras cuando alguien conecta un receptor de radio. Las vidas vagan por el tiempo hasta que se hacen ficción, y si esto no sucede se pierden por el desagüe del olvido, cuyo mecanismo consiste en despojar cada existencia de los valores que la hace única hasta que todas parecen iguales.
La vida que se recoge en Filek, el estafador que engañó a Franco es una vida que estaba esperando que alguien la contase para que no se perdiese. No sé qué producto hubiese salido en manos de un escritor mediocre, pero el libro se lee con interés en las de Martínez de Pisón porque posee capacidad y efectos para crear suspense. Las palabras, además, tienen empatía y se arrancan chispas entre sí a través de un buen trabajo de documentación y no pocas dosis de ironía, aunque con algunas pequeñas partes pesadas —las de los documentos históricos— que fui saltándome sin complejos.
Woody Allen estableció una eficaz ecuación para describir la comedia, pues dijo que era sencillamente tragedia más tiempo. Esta historia neopicaresca escrita por Ignacio Martínez de Pisón provocará muchas sonrisas, aunque si lo pensamos un poco no deja de ser el drama esperpéntico de un perdedor con demasiados paralelismos en la actualidad.
Qué poco hemos cambiado.
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Autor: Ignacio Martínez de Pisón. Título: Filek. Editorial: Seix Barral. Venta: Amazon, Fnac y Casa del libro
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