En la costa siciliana de Aci Trezza pude ver las rocas de los Cíclopes. La fábula fue contada por Homero en La Odisea; aunque sean rocas expulsadas por el ojo (cráter) del Etna, que mira al cielo.
La gente forja su propio destino desde el interior (Etty Hillesum, Diario). Etty murió en Auschwitz a los 29 años. En su lectura ayudó a Narbona a surfear la depresión, porque la determinación, el coraje y el sacrificio son tres pilares esenciales para que en la vida no te aplaste ninguna piedra lanzada por los cíclopes de este mundo real.
Romper los puentes que nos unen a los demás representa el gesto esencial para caminar hacia la depresión, siendo esta la verdadera pandemia del siglo XXI porque los espacios médicos de salud mental están desbordados y atienden citas de año en año; sin embargo, un año en el pozo mental resulta irreversible para casi cualquier humano.
El cristianismo tiene su base filosófica en la antigua Grecia. La historia del pecado original de Adán y Eva en nada difiere de la muerte de Dionisos a manos de los antiguos titanes. Zeus venga la muerte de su hijo y de las cenizas de los Titanes surge el ser humano que hereda la culpa. Después del Edén heredamos el pecado para vivir toda la vida con ese sesgo que ha alimentado, alimenta y alimentará durante siglos a otros humanos.
Sócrates, Platón, Homero, los sofistas, estoicos o cínicos, Aristóteles, Diógenes, Epicuro, Séneca pergeñan un mundo que bien analizado se entiende como el soporte filosófico de las sociedades actuales pero el pasado es una invención de la posteridad, no un hecho objetivo. Aristóteles elogia la amistad porque estar con alguien malvado o indigno constituye una aberración. Huir de la avaricia y la prodigalidad es otro axioma eficaz para buscar la felicidad que no lograremos sin amistad ni justicia.
En el segundo capítulo del libro se esbozan las enseñanzas del cristianismo, con san Agustín a la cabeza y cómo quieren imponer el optimismo y el acercamiento a los pobres o el perdón como principios básicos. Sin embargo, la iglesia católica llegó a perseguir y asesinar durante siglos a quienes no comulgaban con sus ruedas de molino.
La filosofía antigua sentó las bases de las sociedades modernas, pero se ha olvidado que tanto en el diálogo platónico como en la mayéutica socrática, o la Consolidación de la filosofía de Boecio, se pueden encontrar los caminos de la concordia, la negociación, el acuerdo y el buen hacer político que no podrán conseguirse sin humildad, prudencia, inteligencia, sabiduría ni pensamiento crítico; que te alejan de tomar decisiones sin codicia, avaricia, soberbia, sin que las decisiones te esclavicen.
Pese al intento de Rafael Narbona por mostrarnos los “avances” de la Edad Media con la proliferación de ciudades, universidades, estudios y recopilaciones bibliográficas hechas en los monasterios benedictinos, construcción de nuevos caminos y puentes o los intercambios comerciales, yo me preguntaría, ¿cuánto hubieran progresado las sociedades medievales sin la Escolástica que tiñó de sombras, pecados, miedos y castigos los últimos cinco siglos de la Edad Media? Secuestrar el pensamiento filosófico con la fe y los Dioses, como esencia para disertar, parte de una premisa errónea, porque es como apreciar un paisaje con una venda opaca en los ojos.
No obstante, el autor se redime afirmando que la democracia no existiría si la sociedad no hubiera desalojado a las Iglesias del poder político. Los países teocráticos son verdaderos infiernos.
Los Santos: Agustín, Tomás de Aquino y Francisco de Asís, quisieron acercarnos la figura de un Dios misericordioso y compresivo, pero me pregunto: ¿Fueron sus enseñanzas el prolegómeno de la Santa Inquisición? Narbona cree que el cristianismo tiene enseñanzas capaces de promover la felicidad pero los “jefes y dueños” del cristianismo nunca supieron cumplir su propia Biblia. La Inquisición, la esclavitud en aras de la cristiandad, las torturas y saqueos para aumentar su poder, las guerras santas, el apoyo a gobiernos asesinos o la pederastia, son entre otros muchos, logros del cristianismo. Quizá los diez volúmenes de la Historia criminal del cristianismo del alemán Karlheinz Deschner puedan abrirnos nuevos espacios de debate sobre las bondades de esta y otras religiones.
El Renacimiento (s. XV y XVI), es básicamente conocido por devolver el mundo al ser humano, con los valores clásicos que permanecieron enterrados durante diez siglos y diría que representó un trasvase en el conocimiento al otro lado de los muros católicos. El hombre antes que Dios.
Rafael Narbona se planteó Maestros de la felicidad como un homenaje a su ex alumnado, como una última clase de filosofía, esencia que queda perfectamente reflejada en el texto titulado “alfareros de la felicidad”. Narbona escribe anécdotas que titula “interludios”, para aligerar el peso de una lectura netamente filosófica pero siempre entroncada con el reencuentro de la felicidad. Este ensayo es una clase magistral de Filosofía en algo más de 500 páginas.
Hasta llegar a Spinoza parece que no es posible encontrar un filósofo ateo y librepensador, siendo excomulgado y desterrado por ello. Que Spinoza abogara por un mundo gobernado por la razón con una vida basada en la esperanza, la compasión y el consenso y sin dioses es suficiente para otorgarle el número uno entre todos los pensadores. Su libertad y su independencia se interpretaron como una provocación en pleno siglo XVII, el Tratado teológico-político fue publicado de forma anónima en 1670 y su Ética, de la que algunos dicen ser la obra más influyente de la filosofía occidental, fue publicada póstumamente. Su persecución en vida hace cuatro siglos es la semilla del actual fanatismo que Narbona atribuye al miedo y la inseguridad y yo a la manipulación y la avaricia.
Seguiré creyendo, mientras no se demuestre lo contrario, que los ejércitos armados en aras de la religión, las dictaduras y demás formas de gobierno unipersonales, no son más que una banda de chicos radicalizados que ejecutan órdenes de unos pocos, los cuales se hacen ricos a costa de las ayudas internacionales y saqueando a sus propios pueblos o gobernantes que masacran y/o someten a sus convecinos para hacerse inmensamente ricos, ellos y su séquito. Ejemplos de este modus operandi tenemos en todo el mundo
La web “World Population Review” ha realizado un estudio para crear una lista con los 52 países que viven bajo un régimen dictatorial en nuestros días. Un 37% de la población mundial está gobernada por un régimen autoritario. Países que salen en las noticias como Corea del Norte, Cuba, China, Rusia, Turquía, Egipto, Guinea Ecuatorial, Nicaragua, Qatar, Arabia Saudita, Siria, Tíbet, Emiratos Árabes Unidos, Vietnam, Venezuela, Irán, Irak, Afganistán, son algunos en esa larga lista, donde los Putin (200.000 millones de dólares), Castro (solo Fidel dejó más de 900 millones de herencia), Maduro (215 millones ocultos en paraísos fiscales, pero nadie sabe lo que puede llegar a tener escondido), Daniel Ortega (incalculable), Teodoro Obiang (más de 600 millones de dólares), se hacen multimillonarios robando y matando, enmascarándolo detrás de gobiernos autocráticos y de supuestas ideologías.
En el quinto capítulo desarrolla las aportaciones que la Ilustración hace en pro de democratizar la educación con independencia de su origen social. Immanuel Kant, Rousseau, Voltaire fueron algunos de esos precursores.También contribuyeron Diderot y D’Alembert con su Enciclopedia o Diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios, a pesar de que el hambre y la precariedad era lo que más abundaba en la Francia de la Revolución francesa. Rousseau, que entregó sus hijos a un hospicio, escribe Emilio, una biblia de la buena enseñanza.
La Ilustración inglesa con Locke, Berkeley y Hume, defienden la tolerancia y la libertad de confianza pero nadie menciona a la mujer. A pesar de ello Olympe de Gouges, Mary Wollstonecraft, Josefa Amar y Borbón o Inés Joyes y Blake, publicaron en favor de los derechos de las mujeres; en 2024 aún hay demasiado camino por recorrer. Kant o Rousseau ironizaron o afirmaron que las mujeres no debían observar el conocimiento porque alteraba su propia naturaleza como así se lo hicieron saber, muchos siglos antes, a la poetisa Safo.
Hume, Marx, Engels o Comte tampoco consiguieron que la humanidad escribiera un camino de consenso y positividad, a pesar de que Comte postulara que el auge de la ciencia (Faraday, Humboldt, Boole, Bell, Edison, Pasteur, Hertz, Lumière, Röntgen) representaba un estado de madurez de la humanidad. Aunque no todos los métodos científicos fueron tan científicos.
Engels fue el primer teórico feminista y John Stuart Mill abogó por acabar con la servidumbre de la mujer. Nietzsche pretendía mirar hacia dentro para que se produjera la apertura al mundo porque la vida es eterna; nosotros, no. Sus postulados a favor de la aniquilación sin contemplaciones de todo lo degenerado y parasitario fue la pieza clave del exterminio nazi; sin embargo, el ministro de la propaganda nazi, Joseph Goebbels, era cojo y medía 1,50 m.
Henri Bergson y su doctrina de la intuición, la Escuela de Frankfurt, Sartre, Foucault, Freud, focalizan, entre otros, el pensamiento filosófico del siglo XX, escrutando la mente y buscando soluciones; Bertrand Russell escribe La conquista de la felicidad, fue un pacifista que se opuso también al imperialismo, ateo, agitador de masas, favorable a la libertad sexual, a despenalizar la homosexualidad, contrario al armamento nuclear. Otro filósofo que Narbona nos trae a colación es Wittgenstein, gran estudioso del lenguaje y que en su Tractatus sentenció: De lo que no se puede hablar hay que callar.
H. Marcuse no puede faltar en este elogio a la felicidad porque fue un filósofo que abogó por una sociedad no represiva donde el ser humano recupere su libertad y pueda disfrutar del tiempo libre. Eric Fromm y El arte de amar, es un elogio a la vida optimista. De Albert Camus me quedo con esta frase: La verdadera generosidad para con el porvenir consiste en darlo todo ahora, porque sintetiza la esencia para que este planeta no se “queme”; cuidarlo es dejar un futuro a las generaciones venideras. Me resulta ridículo invertir billones de euros en intentar explorar Marte o volver a la Luna en vez de limpiar de plásticos los mares y océanos, pactar para acabar con las guerras, erradicar el hambre y la sed o proveer de educación a todo el planeta.
El psiquiatra y neurólogo Viktor Frankl es una de las últimas paradas de Narbona en ese camino filosófico de más de 2.600 años, destacando la invención de la logoterapia que se aplica para “sanar a través del sentido”. Sanar, cuidar, acompañar.
Después de leer a Narbona y su magistral compilación de la historia de la filosofía, con todas las aportaciones éticas hechas a lo largo de los siglos, me vuelve la duda de cómo los gobernantes han podido ser durante siglos y seguir siendo tan garrulos; y la respuesta me la resuelven los siete pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza, comprenderlos es entender al ser humano.
Narbona dice que la escritura desafía al olvido, y yo creo que la lectura aviva el ingenio y la creatividad. Esta vida es un gran teatro en el que unos pocos privilegiados tienen los papeles protagonistas (mandan y/o se forran), otros son secundarios (trabajan y viven) y los más son simples figurantes (sobreviven o malviven), el resto es pura falacia, aunque nada es comparable al asombro de vivir.
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Autor: Rafael Narbona. Título: Maestros de la felicidad. De Sócrates a Viktor Frankl, un viaje único por la historia de la filosofía. Editorial: Roca. Venta: Todos tus libros.
Excelente artículo de Javier Feito sobre el ensayo de Narbona » Marsyros de la felicidad».
Imposible comentar sintetizando este tema tan complejo. Exige saber mucho y yo » solo sé, que no se nada» . Pero suelo razonar y mi razón y mi poco saber me dice que la escolástica, quizá porque utilizaba una excesiva dependencia del argumento de autoridad y un descuido de las ciencias y el empirismo ,caisara un efecto negativo para muchos.
Pero también ha sido y es un método de trabajo intelectual. Incentivo ( con acento en la o), el razonamiento y la especulación pues suponía adaptarse a un riguroso sistema lógico y un estructurado esquema del discurso que debía sé capaz de exponerse a refutaciones y preparar defensas.
Los escolasticos y su corriente filosófica y teológica medieval , se centró en integrar la razón y la fé religiosa, aunque colocando una preponderancia de ésta última.
Las escuelas monacal fueron , diría, el útero que dio a luz la cultura. Ellas preservaron el saber.
La ciencia y la religión, tienen algo en comu n: cuando llegan al fondo de lo real encuentran el misterio, aquello que no sabemos y nos interpela y emociona.
Albert Einstein lo expresaba así: » El misterio es lo más hermoso que nos es dado sentir. Es la sensación fundamental, la cuna del arte y la ciencia verdaderos. Quién no la conoce, quién no puede asombrarse ni maravillarse, está muerto. Está experiencia del misterio, está también en la religión.
La OMS, en el año 2006, definió la salud como estado de bienestar físico, mental, social y espiritual y define la espiritualidad como camino interior para descubrir la esencia de nuestro ser. Nuestra salud depende de cuidar adecuadamente esas cuatro dimensiones del ser humano.
La filosofía nos puede y mucho, enseñar a pensar. A cuestionario todo…. pero de eso , a que nos dé la felicidad…..
Los cuatro gigantes de la década filosófica 1919- 1929, terminaron la mayoría, arruinados o tarumbas.
Gracias por ayudarme a pensar.
¿HAY FILOSOFÍA DE IZQUIERDAS Y DE DERECHAS?
¡No lo sé! Empiezo muy socrático desde luego, aunque dentro de unas pocas líneas dejaré de serlo. La pregunta puede responderse calificándola de simplona y obviedad, esto es, hay filósofos que son diestros y otros que son zurdos (política no fisiológicamente), como hay altos y bajos, rubios y morenos, gordos y flacos, amantes de su suegra y enemigos de ella, simpáticos y hoscos, buenos cantantes y causantes de lluvia etc. etc. Los hay de todos los pelajes, condiciones, nacionalidades e indumentarias, como en todas partes.
Pero claro, se puede replicar que no son de izquierdas o de derechas “en cuanto filósofos”, sino (específicamente) en cuanto individuos. En fin, ya estamos con disquisiciones propias de esta disciplina.
Todo esto viene por una viñeta de El Roto, en la cual Hegel asevera: Hay filósofos de derechas y filósofos de izquierdas, pero naturalmente ninguno de ellos es filósofo. Irónico, sugerente, jugando con la paradoja, ingenioso, quizás incluso un exabrupto; nos hace sonreír, pensar un poquito, ¡y ya está!
Pero el aserto es una buena “excusa” para teorizar, para construir conjeturas, actividad muy propia de esta materia. De modo que lo empleo como pretexto para “elucubrar”, que es un sano ejercicio mental, y no perjudica la salud de nadie (¡confiemos!).
Si nos introducimos en la más pura filosofía, en la metafísica digamos, ciertamente no habría filósofos con definida adscripción política. En este entorno se busca cuál es el Ser (en plan presocráticos o Heidegger), cómo son los entes, cuál es la esencia de la Realidad: El Espíritu (Hegel mismo), la Materia (Marx), la Voluntad (de Poder p.ej.), la Naturaleza (Spinoza), las puras percepciones (Berkeley), Dios, la Nada … En fin, nada que conduzca a los metafísicos a decantarse por la economía de mercado o la regulada: esto no sería tema, ontológico, digno de tan altas cogitaciones.
¿Quizás esto concluya el asunto? Me temo que no, porque hay otras ramas (sin árboles) de la filosofía; y rápidamente se nos ocurre la filosofía política, de antigua tradición y nobles raíces. Pero no, por mi parte me voy a la ética, que es primordial en nuestra disciplina.
Es patente que los grandes pensadores han sostenido muy diversas concepciones sobre la naturaleza humana, y aquí si nos arrimamos a la política & economía. Debates/oposiciones típicas serían: libertad individual vs. Voluntad del Pueblo/Estado/Líder, libertad de expresión vs. dictámenes de la Voluntad General, derechos individuales vs. Ley divina, libertad (diferencias) o igualdad, interés personal vs. Bien común, particularidad o solidaridad …, todo ello bien discutido y argumentado, durante siglos.
Aquí hay radicales cuestiones éticas, cuya respuesta diferencial sí pueden inclinar al pensador hacia una postura económica/política concreta. Como siempre vamos a Kant; para el regiomontano la libertad es la condición de posibilidad de la moral, esto es, si no eres libre (un loco, un individuo con grave deficiencia mental, un animal) no eres responsable, no puedes ir a la cárcel; ergo, no eres un ser/agente moral. Por tanto para un kantiano una persona no podría jamás renunciar a su libertad de acción (esencial para ingresar en el ámbito de lo ético) y someterse a la Voluntad de Otro, sea un Monarca, un Jefe, o la personificación del Volk o Narod. Si lo hiciera se despojaría de su cualidad moral, al renunciar a la toma de decisiones. Bueno, ¡hum!, aquí si hay consecuencias para la vida política.
Ahora me voy a lo típico y tópico, casi clásico; en el comunismo el Sujeto de la Historia no es el Individuo, sino la Clase, proletaria hoy en día. La inferencia es que aquél debe en ocasiones (muchas a veces) sacrificarse por esta última, por su Futuro (el de la Sociedad), por sus bisnietos: planes quinquenales p.ej. De nuevo algo muy acostumbrado, Zinóviev en 1.918: debemos atraer a nuestro lado a noventa de los cien millones de rusos. El resto … debe ser aniquilado. Hay aquí una teoría, ¡y una práctica correspondiente (Holodomor sin ir más lejos)! sobre la sustancia de la moral.
Para la mayoría de los filósofos morales (empezando por El Estagirita y siguiendo por el regiomontano) el Sujeto de la ética, es ¡el sujeto!, la persona concreta, singular, determinada. Pues sí, ése es también el núcleo del sistema de mercado, i.e. lograr la ventaja, económica, para cada quisqui, sin preocuparse de los beneficios o perjuicios de los prójimos, ¡qué se las apañen, incompetentes, fracasados!; es la Ley del capitalismo, que se asocia, con abundantes razones, al egoísmo. El buen escocés, a quien hay que suponer elevados principios morales, responde que si cada agente económico se ajusta a las reglas de la equidad La Mano Invisible funcionará, y todos acabaremos en mejor situación, felices y rodeados de perdices. ¡Ay!, ¿no les suena esto a utopía? Por otro lado, si cada empresario se guiara por el imperativo categórico, no existirían problemas de justicia social; bueno, ¡esto sí que es pensamiento ilusorio, utopía de las muy gordas!
Otro tema típico es el de la propiedad privada; cierto, esto es una cuestión menor para la metafísica, pero para muchas posturas filosóficas la expresión plena de la libertad y la actividad humanas implica la posesión personal de bienes, inalienables. ¡Hum!, también espinoso esto ciertamente: ¿si me privan de posesiones individuales limitan (ahogan) mi esencia de ser que actúa en la naturaleza, y por ello la modifica? Desde luego esto suena muy ilustrado, muy burgués, muy yanqui: vida, libertad y la búsqueda de la felicidad … Siempre he pensado que la Constitución de EE.UU. implica con estos tres términos, la propiedad individual. Los marxistas antepondrían la liberación del Pueblo, la rotura de sus cadenas milenarias, al apetito de un ciudadano por poseer una lavadora (Dugin). Para Marx el Bien General, social, es prioritario, frente a los caprichos personales (de acumulación de mercancías).
Son cuestiones políticas, pero asimismo debates filosóficos sobre la esencia del Hombre, y de la sociedad.
La respuesta que demos al tema de la propiedad privada tiene consecuencias inmediatísimas para el sistema de producción: economía de libre empresa o centralizada. Pues sí, en pocos pasos nos hemos ido de la filosofía moral al modo de producción: un viaje más corto de lo que quizás esperábamos.
Bueno, desde luego hay y habido siempre filósofos de una inclinación política u otra. Hegel siempre ha sido caracterizado como un apologeta del Estado prusiano, Popper es prototipo de pensador neoliberal, y Marx ha tenido (y tiene) montañas de seguidores en el siglo XX. Sí, estoy seguro de que sus diversas doctrinas, con raíces en la ética, acerca de la esencia del Ser Humano, y de la Colectividad, han orientado (si no determinado) su economía política. En cualquier caso cuestión para ser tratada, analizada, con mucha calma y detenimiento.