El hispanista Ian Gibson y el académico Antonio Muñoz Molina han coincidido este domingo en que sería un error histórico trasladar a España los restos mortales de Antonio Machado desde Colliure (Francia), porque su presencia allí lo convierte en un «espacio sagrado» y contextualiza su trágico final en el exilio.
Ambos han coincidido en el valor histórico que tiene el contexto sobre la muerte de personajes como Machado y Lorca, y en el caso de Muñoz Molina ha comparado las circunstancias en que se produjeron las muertes de ambos con los ilustres literatos de Reino Unido, ya que en su mayoría reciben honores en tumbas visitables en Londres. Para Muñoz Molina el «estremecimiento» de comprobar que estos escritores cumbre de la literatura española reposan «en el exilio o en fosas comunes» es una sensación que debe ser experimentada «por todos»: «Hasta que no sintamos esa desgracia, seamos de izquierdas o derechas, hasta que no sintamos ese horror como propio, vamos a seguir igual», ha lamentado sobre la forma en que España mira a su pasado.
De hecho, al inicio de su conversación con el autor hispano-irlandés, el escritor jienense ha planteado que «en un país de memoria tan difícil y de tan poco interés por la Historia, (Gibson) ha sido una de las personas que ha preservado y guardado nuestra historia más valiosa». «En España todo se abandona, todo se olvida, no se guardan papeles», ha lamentado Muñoz Molina como un elogio hacia su interlocutor, quien «merece gratitud y celebración».
Gibson ha reconocido que siente por España, como le ocurre con su país de origen, Irlanda, «una mezcla de amor apasionado y rabia», porque «podría ser mucho mejor de lo que es», en un sentimiento que ha dicho compartir con Machado, que decía «cosas terribles de los españoles». «Cuando critico a veces no gusta», ha asumido tras lamentar que en ocasiones le digan que se vuelva a su país, pero remarcando que tiene nacionalidad española desde 1984 y además está «limpio»: «No tengo nada en Andorra», ha ironizado. «Yo quiero la gran España de Machado, la culta, la tranquila hablando», ha sostenido Gibson, que echa en falta la escucha de quien está enfrente y un posterior y sosegado intercambio de argumentos, en lugar de los monólogos que percibe, también en las ruidosas terrazas madrileñas.
Muñoz Molina ha compartido también esta visión sobre España y ha recordado el sueño de Manuel Azaña con un «patriotismo basado en las zonas templadas del espíritu». «Todo eso se arruinó», ha lamentado el académico sobre «catástrofe gigantesca» que supusieron la guerra y la posterior dictadura, pero también por el desinterés de la Transición por restaurar el valor de sus ilustres, en una especie de «burricie nacional» basada en «despreciar lo mejor que tenemos». «Cuarenta años son muchísimos años de miedo, de temor, de no poder reconocer lo que ha pasado, un atasco trágico en este país», ha resumido Gibson.
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: