El 17 de febrero de 1600 murió Giordano Bruno en el Campo dei Fiori de Roma. El filósofo italiano fue quemado vivo en la hoguera después de haber sido sentenciado por la Inquisición. Las cenizas del «hereje» fueron arrojadas al río Tíber.
¿Quién fue Giordano Bruno?
Sus inicios estuvieron ya ligados a la religión católica —con 25 años fue ordenado sacerdote—, pero su espíritu crítico afloró en cuanto entró en contacto con la teología. Su reinterpretación de la Santísima Trinidad le causó una acusación de herejía que le obligó a huir, primero a Turín, luego a Venecia y finalmente a Ginebra. En Suiza conoció el calvinismo, pero al poco tiempo decidió marchar a Francia. En este país imprimió sus obras e impartió clases en la universidad. Pero su mejor momento llegó cuando se trasladó a Oxford. En Londres publicó los Diálogos italianos y otra serie de obras que le concedieron gran fama en toda Europa. Pero sus ideas y sus críticas a filósofos clásicos como Aristóteles le llevaron a buscar un nuevo destino, Alemania, donde siguió avanzando en la mnemotécnica y también en la astronomía.
¿Por qué fue condenado a morir Giordano Bruno?
Juan Mocenigo, atraído por las publicaciones del pensador de Nola, decidió invitar a Giordano Bruno a Venecia. A su vuelta a Italia volvieron los fantasmas del pasado. Bruno continuaba abanderando su rebeldía, alimentada con nuevas teorías, en la línea de las de Copérnico, que excluían a la tierra como centro del cosmos, llegando a afirmar que el espacio era infinito. Además desarrolló nuevas ideas que negaban sacramentos como el de la Eucaristía. Su postura crítica le valió nuevos ataques, siendo traicionado por su propio anfitrión, Mocenigo, que le denunció al Santo Oficio. Durante el juicio al que fue sometido, Giordano Bruno defendió la necesidad del pensamiento libre. Su suerte empeoró cuando fue llevado a Roma para un nuevo procesamiento, más severo y duro que el anterior. Bruno pasó más de siete años en las mazmorras de la Inquisición. En diciembre de 1599, compareció de nuevo ante el tribunal, pero pese a las torturas y su deplorable estado físico, Bruno se negó a retractarse de sus opiniones. Fue condenado a muerte. Sus textos fueron incluidos en la lista de libros prohibidos, y muchos de sus volúmenes ardieron en la hoguera, la misma en la cual el pensador napolitano fue quemado vivo.
Otras efemérides históricas del 17 de febrero
El día 17 de febrero de 1772 Prusia y Rusia firmaron un pacto secreto mediante el cual acordaron repartirse Polonia.
El día 17 de febrero de 1907 se produjeron en Italia diversas manifestaciones contra la iglesia católica en el aniversario de la muerte de Giordano Bruno.
El día 17 de febrero de 1979 China invadió Vietnam y ocupó varios puestos de control de la frontera entre ambos países.
El día 17 de febrero de 2008 Kosovo declaró su independencia de Serbia.
Bien por esta efemérides. Como se dedique usted a recordarnos los quemados y procesados por la Inquisición va a tener trabajo permanente y necesidad de contratar a más historiadores. Antes de mirar la paja en el hojo ajeno, el cura antiespañol del vaticano debería estar pidiendo perdón hasta la eternidad.
La biografía es incompleta. Bruno también salió por patas de Ginebra, Inglaterra y Alemania. A pesar de que abandonó los hábitos y hablaba de todos los temas, se le escuchó en La Sorbona y en otros lugares del mundo católico. Su asociación con Mocenigo, que era un tipo oscuro, y probablemente ocultista, fue lo que le llevó a ser procesado. Mocenigo era un hombre poderoso y lo denunció por venganza, lo que no impidió que también él acabara siendo procesado. La estancia en prisión de Bruno fue anterior al juicio, por tanto no podía ser torturado. Las torturas en el proceso inquisitorial solamente se daban cuando el reo era probado culpable por otras vías, para arrancarle la confesión. El procedimiento es discutible, pero no se torturaba por las buenas. Si llegó en mal estado de salud al juicio, seguramente fue por las malas condiciones de la prisión. En el siglo XVII no había sauna y calefacción en las cárceles.
Buenos días. Permítame decirle que la asociación con un ocultista o cualquier otra razón, por cuestión de ideas, por pensar de forma autónoma, no es razón suficiente para encarcelar a nadie, por lo que no se justifica ese encarcelamiento. En cuanto a la tortura, ¡menos mal que solamente se torturaba cuando era considerado culpable y no por las buenas! ¡Qué considerados eran! La tortura no se puede justificar en ningún caso. El caso definitorio de este tema es: acusado injustamente, procesado injustamente, encarcelado injustamente y provocándole la muerte injustamente solamente por sus ideas. Permítame añadir que el procedimiento no es discutible sino reprobable. Respecto a la Inquisición, institución demoníaca, le recuerdo que procesaban a la gente solamente por cualquier denuncia y sin probar su veracidad y que consideraban al acusado culpable a priori sin que pudiera ni siquiera identificar al que lo había acusado. Saludos.
Hablo de hechos. Los juicios de tipo moral sobre el pasado desde la ignorancia supuesta superioridad del hombre actual los dejo para otros.
Procesaban por cualquier denuncia… Admitida a trámite. Creo que ahora sucede lo mismo. Si no ha estudiado el proceso inquisitorial, mejor déjelo estar. El acusado tenía testigos de descargo y podía presentar una lista de sus enemigos. Las denuncias falsas eran habituales y los jueces lo sabían. Si en esta lista figuraba el nombre de los denunciantes, el proceso estaba acabado. De ahí la gran diferencia entre encausados y condenados (creo recordar que eran menos del 10% del total), pero tendría que abrir los libros para refrescar la memoria. Las denuncias anónimas ya no existen, pero en aquella época de desigualdad social muy acusada, el legislador buscaba proteger al denunciante. Así es como un campesino podía denunciar a un noble sin temer represalias. Ese carácter ‘igualitario’ hacía que la Inquisición fuera muy popular entre el pueblo, y no tanto entre los grandes, ya que ni siquiera el más alto cargo de la Iglesia española (el arzobispo de Toledo) estaba libre de ser encausado, como de hecho sucedió con el famoso caso Carranza.
Hola todos. G.Bruno murió en la hoguera levantada en Campo dei Fiori ROMA NO FIRENZE. Hoy en Campo dei Fiori hay una bellísima escultura de de Bruno En su homenaje