Gonzalo Yut: Profundidad emocional y humor

Esta obra narra la historia de tres personajes: Conrado, padre de familia; Gonzalo, su hijo; y Mujer, una cuidadora boliviana. Estos celebran cada 30 de junio el aniversario de un hecho luctuoso que ocurrió hace cincuenta años y, durante ese día, se dejan llevar por un manual, un guion, que ellos mismos modifican y perfeccionan cada año. La vida de estos personajes se detiene ese día para adoptar diferentes papeles, en los que se mezclan pasado, presente y futuro:

¿El percal de la casa? ¿Qué quiere que les cuente? Muchas amarguras y pocas alegrías, por no decir ninguna. Dejé de hacerme preguntas a los tres días de estar aquí, una se acostumbra a todo (p. 59).

Todavía no sé muy bien qué celebran este día, para mí que desgracias. Nunca hubiera imaginado que a los españoles les gustase tanto flagelarse. Vamos, que a ustedes les gusta más una desgracia que un trozo de carne magra (p. 28).

La dinámica entre estos personajes es compleja y está cargada de diálogos ingeniosos y situaciones cómicas que revelan verdades profundas sobre su naturaleza humana. Es, por ello, por lo que la interacción entre estos es cautivadora, pues, mezclando momentos de tensión con humor, Yut logra mantener al lector involucrado en su historia y en el porqué de este evento. Nuestro autor se sirve de la cotidianidad y de la complejidad de las relaciones humanas para explorar temas como la identidad o la resiliencia, con una habilidad destacable para usar el humor como vehículo para una reflexión profunda, accesible y atractiva:

Los hijos heredan de los padres todos los tormentos, todas las alegrías, todo. ¿Por qué os empeñáis en querer pareceros solo en los rasgos nobles? ¿Y los viles, quién los hereda? ¿El perro? (p. 66).

Gonzalo, hijo, Isabelita lo tiene todo bajo control y antes de levantarme ya tiene preparado lo necesario: peso, azúcar, inhaladores, tensión, oxígeno en sangre… (p. 40).

Los hijos, desde que nacen, son un dolor de cabeza. Si yo volviera a nacer, no tendría ninguno. Los hijos deberían ser como los animales de compañía; reemplazables cada diez o quince años, y cuando se muriera uno, otro (p. 38).

Este humor, por lo tanto, no es superficial, sino que se vale de las peculiaridades de los personajes para crear una experiencia teatral tanto entretenida como significativa; es decir, esta obra invita a los lectores a mirar más allá de las situaciones cotidianas y a considerar las dificultades de la vida humana, en concreto, la convivencia, que, si de por sí es compleja, puede llegar a serlo aún más con el paso de los años. Yut ejemplifica lo que las personas podemos llegar a hacer por tal de superar los obstáculos que esta plantea:

Eres un enreda. Siempre lo has sido. Si algo no te cuadra, te inventas lo que sea para hacerlo cuadrar (p. 55).

Cuando se acaban las fuerzas, mentirte es el único horizonte; no conozco mejor salvavidas (p. 37).

Este juego de roles, por lo tanto, permite explorar la diversidad en las identidades de los distintos personajes y las dinámicas cambiantes de sus relaciones. Así, Conrado revela tanto su parte vulnerable como su deseo de ejercer el control, mostrándose en momentos como una persona frágil, necesitada de cuidado, y, en otros, como un alguien autoritario y autónomo que se niega a dejar atrás las viejas costumbres; y Gonzalo se muestra atrapado entre la necesidad de cuidar a su padre y sus propios deseos y frustraciones, sufriendo, por lo tanto, una crisis de identidad, siendo, en ocasiones, un hijo obediente y sumiso mientras que, en otras, asume una actitud más rebelde y cuestionadora.

En cuanto al personaje Mujer, este parece muy interesante, porque añade una capa adicional de complejidad al asunto. Como trabajadora, es diligente y empática, pero cuando participa en el juego de roles asume actitudes que desafían las jerarquías familiares; o sea, que, si ejerciese con exactitud el papel de madre que se plantea en la historia, su conducta sería totalmente diferente. De hecho, este personaje viene a contradecir lo que opina Conrado:

¿Para qué aprenderme otro nombre si todas hacen lo mismo? (p. 76).

Esta obra es un claro ejemplo de la capacidad que posee Gonzalo Yut para construir una narrativa rica en la que se combinan la profundidad emocional y el humor, puesto que con tan solo tres personajes complejos logra crear situaciones dramáticas intrigantes que captan la atención del lector desde el primer momento hasta el último. No mires como gallina mojada ofrece una trama accesible cargada de significado que lleva a reflexionar sobre las relaciones humanas, la convivencia y la identidad:

¿Cómo quieres que mire? Pues como una gallina mojada. Coge una, échale un cubo de agua y saldrás de dudas (p. 47).

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Autor: Gonzalo Yut. Título: No mires como gallina mojada. Editorial: El Toro Celeste. Venta: Todos tus libros.