En julio de 2016 se presentó Guerreros urbanos, un libro sobre grafiteros hecho con imágenes del fotógrafo Jeosm y textos de Arturo Pérez-Reverte. Tiene 144 páginas, y consta de un centenar de fotografías en riguroso blanco y negro hechas por el primero, acompañadas de una decena de líneas para cada una escritas por el segundo. Solo de vez en cuando, y como para recordar que la actividad grafitera incluye sprays de varios colores, hay páginas en brillante amarillo, como el que aparece en el título de la portada, a modo de fogonazos repentinos, breves e impactantes, como las propias pintadas de sus autores.
Lejos de ser un cuidadoso catálogo de posados de autores y obras, el libro está hecho de instantes rápidos y fulgurantes, donde se juega mucho con el desenfocado, el grano, el trasluz y otros recursos en la gama de lo aparentemente poco pulido, pero que a cambio dan una sensación de inmediatez y energía muy efectiva. En la misma línea van los textos de Pérez-Reverte, escritos en segunda persona de presente («estás inmóvil», «buscas el spot perfecto», «recorres todo el mundo»), recurso que coloca al escritor y académico como testigo directo, codo con codo, de algunas de las fotografías, pero cediendo el protagonismo como mero testigo a los autores de las pintadas. Son frases cortas, concisas y al grano, algunas de ellas casi recopilables en un manual de consejos para el buen grafitero, pero en absoluto frías o carentes de emoción. Más bien al contrario, en ellas se notan olores «a hierro y grasa de vía», se sienten «corazones que bombean adrenalina», se oye «el siseo del chorro» de spray y «el sonido de las bolas mezcladoras en el interior», o se ve una sombra amanazadora venir a por ti y los tuyos.
El proyecto que une a dos personajes tan distintos (y similares en algún que otro aspecto) comenzó cuando Pérez-Reverte decidió ambientar una de sus últimas novelas, El francotirador paciente, en el universo grafitero. Conocido por su gusto por la investigación in situ de los temas que trata en sus obras, Pérez-Reverte necesitaba alguien que pudiera enseñarle lo que no sabía del fenómeno, y Jeosm fue uno de los encargados de hacerlo. «Yo lo ignoraba todo sobre el grafiti», dice en el prólogo. «Ellos me acogieron con generosidad, me permitieron acompañarlos en su complejo territorio y me prestaron, durante todo el tiempo, su consejo y su apoyo», y ahora, su contribución a este libro «no salda en absoluto la deuda, pero sí me permite, al menos, cubrir una pequeña parte de ella». El libro continúa con la primera escena de la mencionada novela («Eran lobos nocturnos, cazadores clandestinos de muros y superficies, bombarderos sin piedad que se movían en el espacio urbano, cautos, sobre las suelas silenciosas de sus deportivas»), y a partir de ahí toman el relevo los cuatro capítulos que siguen a los grafiteros en sus incursiones: Sombras en la noche, Territorio enemigo, Vagones, muros y bombardeo, y Olor a trenes.
El libro se enfoca principalmente en el «tagging», un tipo de grafiti consistente en escribir el nombre del autor (su «tag», o coletilla) en lugares vigilados o de difícil acceso, como por ejemplo vagones de tren en la nocturnidad de las cocheras o muros de edificios abandonados. No se busca el mensaje profundo ni el dibujo efectista, sino simplemente el poder decir «yo estuve aquí, donde no está permitido». Porque, como es frase frecuente en el mundillo, «si es legal, no es grafiti». Para algunos todo esto es una mera gamberrada, y para otros una descarga de adrenalina contra la que es fácil reaccionar exageradamente, pero precisamente para entenderlo mejor están tanto las imágenes como los textos de este libro. Y de eso se trata, en realidad, de comprender mejor algo que puede que no compartas, pero que no deja de encerrar elementos fascinantes vistos desde fuera, y quizá también inesperados puntos en común con tu propia vida: el propio Pérez-Reverte ha mencionado haberse visto transportado a sus tiempos de reportero en lugares difíciles durante varios momentos de sus salidas como testigo directo con los autores de las pintadas y sus cómplices. Al mismo tiempo, también ha afirmado en ocasiones no compartir algunos aspectos de esta actividad. Lo uno no quita lo otro.
Una muestra de todo ello puede verse en esta conversación mantenida con @perezreverte en Twitter en noviembre de 2013, dos años y medio antes de la publicación de Guerreros urbanos, con la que finalizamos esta reseña, entre grafiteros y francotiradores pacientes:
—perezreverte: Esta tarde, sobre las 19:00, tomaré una caña en el bar de Lola con el grafitero Jeosm. Para calentar, ahí va el vídeo completo de #elfrancotiradorpaciente. Gracias por el videoclip, @JeosmPhoto. Y agradéceselo de mi parte a los colegas. Todo el mundo se lo tragó como auténtico. También quiero darte (a ti y a los demás) la ayuda para escribir la novela. Sobre todo a ti. Habéis sido generosos conmigo. Ha sido una experiencia interesante. Ver el otro lado de la colina.
—Jeosmphoto: Es la misma trinchera, pero con otro fin, jajaja.
—perezreverte: Sigo sin aprobar el grafiti que no respeta lugares a respetar. Pero al menos ahora comprendo las cosas. Los motivos.
—JeosmPhoto: Depende qué lugares sean «para respetar», ¿no?
—perezreverte: No juzgo. Ni apruebo ni condeno. Ha sido una experiencia apasionante. Educativa. Y he hecho amigos en ella. Varios y buenos. Ha sido descubrir todo un mundo. Y es bueno seguir descubriendo mundos cumplidos los sesenta.
—JeosmPhoto: Por lo menos has sido de las pocas personas que ha mostrado un interés real y de manera objetiva, sin ir al sensacionalismo.
—perezreverte: De eso quisiera charlar contigo esta tarde, @JeosmPhoto. Por eso te invito a una copa en el bar de Lola.
—JeosmPhoto: ¿Pues vamos a tomar algo? ¡Yo una cervecita entonces! Y un Sprite con una rodajita de limón para mi colega Lose.
—perezreverte: Dime si estás ahí, pasa a la barra y tómate algo.
—JeosmPhoto: ¡Ya estamos, claro!
—perezreverte: Me alegra verte en el bar, amigo mío.
—JeosmPhoto: ¡Lo mismo digo!… ¡Curioso el sitio al que me traes! Jajaja.
—perezreverte: ¿Estás solo, o con alguien?
—JeosmPhoto: Estoy con mi amigo Lose.
—perezreverte: ¿Lose?… El rey de los metros. ¿El que tiene más de 500 vagones de metro hechos?… ¿Está ahí contigo?
—JeosmPhoto: ¡Sí, el mismo! Te manda saludos. Bueno, ¿por dónde empezamos, amigo? Yo quiero empezar diciendo que el grafiti no es NINGÚN ARTE.
—MarianSanchezS: Guau. @perezreverte con @JeosmPhoto y #Lose, el grafitero más buscado… y pillado. Ahora, en el bar de Lola.
—perezreverte: ¿Por qué os llamáis «escritores», los grafiteros?
—JeosmPhoto: Pues básicamente porque nos dedicamos a escribir nuestro nombre, a firmar.
—perezreverte: ¿Una firma es arte?
—JeosmPhoto: No, una firma, como en todos los sitios, es pura y mera caligrafía.
—perezreverte: Luego el grafitero puro y duro no se siente artista. Es alguien que firma. Que existe. ¿Es eso?
—JeosmPhoto: Sí, basicamente es eso: no buscamos transmitir nada más allá que poner nuestro nombre.
—perezreverte: Escribo mi nombre y la gente lo ve, luego existo. Supongo que ésa es la idea. ¿No?
—JeosmPhoto: Sí, pero no necesitamos escribir para saber que existimos: vivimos nuestra vida sin necesidad de que nadie la conozca.
—perezreverte: Pregúntale a Lose de mi parte por qué escribe él en paredes y metros. A ver qué dice.
—JeosmPhoto: Me comenta que piensa igual que yo.
—Marta_Querol: Parece una necesidad de autoafirmarse, de exhibición. Debe de tener una explicación psicólogica.
—Artilaina: Todo bicho viviente ansía perdurar, pero los humanos somos los únicos a los que nos inquieta no hacerlo.
—coloreskiosco: Sería algo así como decir «he estado aquí». Como clavar tu bandera y reclamar esa superficie antes inmaculada.
—JesusElchuso: ¿Pero por qué se “pisan” los lugares? Parece que fuesen territoriales.
—viglesiasphoto: ¿Entonces, por qué sientes la necesidad de que conozcan tu firma?
—M_Anarte: Para ser artista hay que comunicar algo, transmitir algo. Una firma no es nada, solo la reafirmación de uno mismo.
—Latonerk: En un mundo básicamente «gris» alguien tiene que darle color, sobre todo aquellos que vimos la gama de esta vida.
—perezreverte: ¿Por qué sale un chico a la calle con un espray de pintura?
—JeosmPhoto: No tiene por qué ser con un spray de pintura. Algunos salen con un balón, otros con un monopatín, me dice @iampatriii.
—Ginebrino_: Supongo que por el mismo que salen otros con armas de airsoft y paintball.
—perezreverte: ¿Merece la pena jugársela de esa manera?… ¿Las multas y lo demás?… ¿Compensa?
—JeosmPhoto: Igual que te la juegas tú escribiendo, u opinando. Todo en esta vida tiene consecuencias, más grandes o más pequeñas.
—perezreverte: ¿Qué tienen de especial un tren o un vagón de metro?… ¿Por qué ponen tanto a Lose y a otros?
—JeosmPhoto: Contesta Lose: por el subidón gratuito de adrenalina, y la satisfacción personal de saber que puedo conseguir algo difícil.
—iampatriii: La vida está para vivirla. Cada uno tiene su forma de hacerlo. No sabes lo que te puede pasar mañana.
—SoniaCuevas: El factor de rebeldía ante lo impuesto es indiscutible… con lo que eso conlleva.
—JeosmPhoto: ¡Grande Sonia! ¡Besos!
—JRuizMz: Igual que los romanos hicieron arcos y columnas, los buenos grafiteros dejan su marca.
—SoniaCuevas: Subidón por lo difícil y prohibido, obvio… pero también visibilidad, ¿no?
—BrainiacBeats: Curioso ver a mi hermano @JeosmPhoto charlando online de graffiti con @perezreverte.
—JeosmPhoto: ¡Anímate! Jajaja.
—JoseAngelTwit: ¡Cuánto «konzejal de kurtura» está quedando en ridículo haciendo concursos de grafiti para «apostar» por el arte!
—perezreverte: ¿Hay reglas para un grafitero?
—JeosmPhoto: Por supuesto. Como en todos los «juegos», el respeto es lo primero y el compañerismo lo segundo.
—perezreverte: Eso me pareció cuando os conocí. Pero dime. ¿Hay reglas para un grafitero?… Quiero decir si hay cosas intocables, o no se respeta nada ajeno a uno mismo.
—JeosmPhoto: La principal es el respeto por el trabajo de los demás, no tachar a nadie. Y sobre todo la norma de oro: ENTRAR Y SALIR TODOS. Claro que hay cosas intocables, y también el respeto por dónde hacerlo y con quién.
—perezreverte: ¿No dejar nadie atrás?… ¿En manos enemigas?… Como los rangers y los SEAL USA?
—JeosmPhoto: ¡EXACTO! Salimos y entramos todos juntos.
—MarianSanchezS: Código de guerrilla, casi militar.
—67quijote: ¿Qué hicieron los romanos por nosotros? Nada. Los grafiteros nos han dado mucho.
—SoniaCuevas: Os recomiendo a todos ahora mismo la conversación de @JeosmPhoto y @perezreverte sobre #graffiti.
—JeosmPhoto: ¡Gracias, Sonia!
—perezreverte: Un político o una marca comercial pueden empapelar con su basura las calles, pero un grafitero con su nombre, no. ¿Cómo lo ves?
—JeosmPhoto: Tú conoces a muchos políticos. ¿Por qué estamos peor vistos que ellos, si nosotros «solo ensuciamos»? NO JODEMOS LA VIDA A NADIE.
—AnaMZL: Si me lo permite —y aunque no, ventajas de este tipo de medios—, lo veo como una utilización suya de un colectivo.
—perezreverte: Hay una rama vandálica grafitera que sí es radical. Que jode por joder. ¿Cómo los ve a esos un grafitero, normal, de infantería?
—JeosmPhoto: Tiene que haber de todo en todos los sitios, igual que te pasa a ti en el mundo de la literatura, ¿no?
—perezreverte: Reconozco que esa respuesta es buena, cacho cabrón. ¿Qué opinas cuando las instituciones oficiales o los ayuntamientos quieren domesticar el grafiti?… ¿Si es legal deja de serlo?
—JeosmPhoto: Creo que quieren solo la parte bonita, que les decoren algo por la cara. Que se domestiquen ellos, que les hace más falta.
—iampatriii: Muchos «presidentes de la comunidad» en la conversación de @JeosmPhoto y @perezreverte.
—Yosoy_sucesor: Pues eso de escribir mi nombre ya lo hacía en el cole con 10 años. ¡Con 25 seguir haciendo lo mismo es de panolis!
—perezreverte: No te rías, colega, pero me preguntan si Banksy el millonetis puede considerarse un grafitero.
—JeosmPhoto: Para mí no lo es. Lo que sí es es un experto en marketing, ya que no ha inventado NADA.
—EliasDenche: Con la conversación entre @JeosmPhoto y @perezreverte nos entran ganas a todos de ser grafiteros, ¿que no?
—SoniaCuevas: Las protestas y actos de rebeldía a veces «joden». Eso es así.. A mí me jode mucho más no verlas.
—67quijote: A no ser que esa firma esté estampada en un cheque-premio de Lotería Nacional a mi nombre.
—FuckinLostKid: Recomendadísima la discusión vía Twitter entre @JeosmPhoto y @perezreverte sobre «graffiti».
—falsarius: Ni zorra idea de si en Twitter se puede hacer periodismo, pero la entrevista entre @JeosmPhoto y @perezreverte lo es.
—huelvilla: ¿Agitando el avispero, señor Reverte?
—perezreverte: No todo va a ser política los domingos.
—coloreskiosco: ¿Qué tal se lo monta @perezreverte como grafitero? ¿Tiene arte?
—perezreverte: Gracias a Eilaidem, por cierto. Por lo del videoclip. Sale muy bien en la foto que le hiciste de espaldas bajando a la vía.
—JeosmPhoto: ¡Se las daré, claro! ¡Pídeme otra caña, que esto se va calentando!
—perezreverte: Observo que hay menos chicas grafiteras que chicos. ¿Tienes explicación que no nos eche encima a las ultrafeministas y nos acusen de machistas?
—JeosmPhoto: Creo que es cuestión cultural. Seguramente sea por nuestra herencia histórica, machista y protectora.
—perezreverte: Explícamelo en 140 caracteres. Lo de las chicas no grafiteras. Lo de «cuestión cultural».
—JeosmPhoto: Jajaja. ¡Necesito por lo menos el triple!
—perezreverte: Sin embargo, hay grafiteras que son muy buenas. Muy suyas.
—JeosmPhoto: ¡Por supuesto! Y con mucho más talento y pelotas que muchos escritores de graffiti que conozco.
—viglesiasphoto: No hace falta pelotas. Con unos ovarios, de los normales, es suficiente.
—JeosmPhoto: «Pelotas» era como frase hecha. Gracias por el apunte. ¡Saludos!
—perezreverte: ¿Tiene que ver el hip hop?… De ahí viene el grafiti, y es una cosa más de tíos. Eso me dijo alguien.
—JeosmPhoto: El graffiti estaba mucho antes que el hip hop. ¿Hay alguna escritora de graffiti en la sala que quiera opinar?
—perezreverte: Yo no tengo ninguna a mano. Ya me gustaría.
—JeosmPhoto: ¡Otro día charlamos con ellas por aquí, si quieres!
—shaishinkru: Jajaja. Si supiérais la de grafiteras que hay… Pero ellas siempre serán mas listas, y no se dejarán ver facilmente.
—Finidimismo: Sí que las hay, muy muy buenas, pero históricamente el graffiti está muy perseguido, y hay que correr mucho.
—SoniaCuevas: Soy mujer, llevo mucho en el movimiento hip hop y sencillamente hay el mismo machismo que fuera de él, ni más ni menos.
—JeosmPhoto: ¿Ha cambiado tu visión sobre el graffiti al escribir la novela? ¿En qué?
—perezreverte: Ha cambiado por completo. Sigo viendo vandalismo donde lo es. Pero ahora comprendo los móviles; y antes, no. No sabía que en ese mundo también había palabras como reglas, épica, compañerismo, respeto. Creía que todo era lo mismo. Sigo desaprobando el grafiti en lugares donde no debe estar. Pero, aun así, confieso que ahora leo en él lo que antes no leía.
—JeosmPhoto: ¡Me alegro!
—perezreverte: Y, desde luego, la clave la sé ahora. Todo lo que es legal puede a veces ser arte, pero no es grafiti.
—JeosmPhoto: ¡Tal cual! Pero lo principal es poner tu nombre.
—LATEX_DIAMOND: El sentimiento del graffiti es algo así como el que lleva a escribir al poeta «todo pasa en la sombra». ¡Un abrazo!
—ELSICARIOHPS: La mejor escritora de graffiti de España y del Mundo es MUSA.
—JeosmPhoto: ¡Ole ese Lápiz!
—183Taki: Perdonad que os interrumpa, pero el grafiti es nuestro arte reivindicativo de protesta.
—ELSICARIOHPS: Estoy gozando. Jeosm, muy buen representante para este genio de la escritura.
—Ibuprofeno600mg: Discrepo. Los grafiteros son unos de los seres con más ego del mundo, la mayoría firma para marcar el territorio.
—ELSICARIOHPS: Soniaaaaaa, jejeje, para mí es la mejor sin duda. ¡Estilazo!
—perezreverte: Tú eres fotógrafo muy bueno, como puede verse en ‘XL Semanal’. Y tienes curro serio. Sin embargo, sigues teniendo mono de calle.
—JeosmPhoto: No es mono: crecí en ella, me crié en ella, es mi entorno y mi espacio, y forma parte muy importante de mi vida.
—perezreverte: ¿Cuánto tiene que ver la adrenalina con todo eso?
—JeosmPhoto: Mucho, como en toda pasión que tiene alguien.
—perezreverte: La verdad es que entre un político y un grafitero, me quedo con el grafitero. O con alguno de ellos. En principio.
—JeosmPhoto: ¡No esperaba menos! Jajaja.
—perezreverte: Hay veces en que os jugáis la vida y os arriesgáis a multas gordas por un grafiti. Fíjate en el amigo Lose. ¿Merece la pena?
—JeosmPhoto: POR SUPUESTO. Es lo que conlleva ser diferente y luchar por tus propios ideales. «Quien no arriesga no gana».
—jonhdupont: Tu frase entrecomillada se parece mucho a «who dares, wins», el lema del SAS, los comandos británicos. Curioso.
—perezreverte: Le asombraría comprobar lo «militarmente» que los grafiteros preparan algunas de sus acciones más complicadas. Trenes o metro.
—D0NCABR0N: Claro que no merece la pena. Pero recuerda que Lose es fruto de la Logse.
—manuoleee: ¿Qué opináis de una comunidad de vecinos a la que cuesta limpiar un graffiti 3000 euros?
—perezreverte: De acuerdo con usted. Hay una variante ultravandálica e irracional del grafiti que nadie puede aprobar, ni de visita.
—JeosmPhoto: ¡Pues que un bote de disolvente y un cepillo no valen 3000 euros, y generamos más empleo que el gobierno actual!
—manuoleee: ¿Y cual es, en su opinión, la que debería ser aprobada, si según ellos mismos tiene que ser ilegal para tener sentido?
—perezreverte: Le recuerdo, querido amigo, que yo no soy grafitero. Sólo he escrito una novela que tiene ese mundo por escenario. Escribir novelas no es glorificar el asunto. Es describirlo. también escribí sobre narcotráfico, ladrones, proxenetas, asesinos. Soy un novelista, no un policía, ni un moralista, ni un sociólogo. Le mando un saludo.
—JesusElchuso: La pregunta sigue siendo la misma: ¿por qué hacerlo repetitivamente? ¿En muchos lugares?
—SoniaCuevas: Como reto. Para que todo el mundo se «coma» el nombre de alguien predestinado al anonimato social.
—fonkshow: Creo que después de escribir un libro sobre el tema no estaría de más escribir bien la palabra «GRAFFITI».
—perezreverte: Grafiti, según el nuevo diccionario de la RAE. Con una efe. Si no le importa. Yo he hecho la definición.
—fonkshow: Sí que me importa. GRAFFITI se escribe con dos efes de toda la vida, no entiendo por qué cambiarlo.
—perezreverte: ¿Le vale porque me apetecía?… Después de un año currando en eso, ¿no me concede un pequeña autoridad al respecto?… Excepto en el caso, posible, de que me tome usted por un indocumentado y un imbécil. Que todo puede ser. Así que, en espera de que Fonk-Babuino Films documente su autoridad, confórmese con la mía. Ande.
—EliasDenche: ¿Le exigirá @perezreverte a @JeosmPhoto cambiar su bio de Twitter, de «graffiti» a «grafiti»?
—perezreverte: Emocionante la otra noche, amigo mío. Tú, yo y el otro colega ante la última firma de Muelle que queda en Madrid. Calle Montera.
—JeosmPhoto: ¡Pues sí! ¡Espero que dure muchos años! Fue el precursor del graffiti madrileño.
—perezreverte: No creo. Al ayuntamiento le importa un carajo. La dejarán desaparecer. Ya verás. Confieso algo. Encontré más gente respetable y con reglas entre (algunos) grafiteros que entre gente presuntamente honorable.
—JeosmPhoto: ¡Es que aunque la gente no lo quiera ver, es así!
—SoniaCuevas: Mira el instagram de Musa, una de las mejores graffiteras de aquí.
—perezreverte: Bueno. Ya hemos calentado la barra del bar, colega. Ahora, si te parece, que cada cual charle por su cuenta con los amigos.
-—JeosmPhoto: ¡Perfecto, Arturo! Un placer. ¡La próxima, en mi barrio! ¡Abrazos!
—perezreverte: Aprovechen con @JeosmPhoto los que quieran tomarse una copa con él, que en media hora sale a pintar con Lose y los colegas.
—JeosmPhoto: ¡Menos mal que no te dicho dónde, que si no, lo pones también por aquí! Jajajaja. ¡Abrazos!
—JavierPazos7: Muelle, cuántos años…
—perezreverte: Sólo queda una firma de Muelle en Madrid. En la calle Montera. Justo sobre un sex shop.
—Biondetta30: Para mí #grafiti es mezcla de arte, vandalismo y deporte de riesgo.
—mastelerillo: Si los grafiteros y Muelle pintasen a la virgen del Rocío, eso ya sería arte, y preservado, seguro.
—Abel_Alejandre: ¿Qué relación tiene el grafiti con la protesta social?
—perezreverte: Creo que el grafitero puro y duro no protesta. Lo suyo es más bien una afirmación social individual: soy, existo, estoy aquí. Añádale emoción, adrenalina, trangresión, colegas, y ya tiene el cóctel. En este año he conocido a auténticos enfermos del espray. Yonquis de escribir en las paredes. Literalmente.
—183Taki: Toda manifestación cultural del XX es una protesta social.
—perezreverte: No estoy de acuerdo. Ciertas manifestaciones culturales del XX y XXI son intento de congraciarse con el poder social. Y con el otro.
—madfer68: Muelle fue el comienzo de la falta de respeto por lo que no es tuyo, corríjanme si me equivoco.
—perezreverte: No todos son así. He conocido a grafiteros con normas y códigos y a verdaderos hijos de puta. Diversos como la vida. Muelle tenía reglas. Códigos. No pintaba en lugares inadecuados. Cuidaba mucho dónde.
—triangletweet: ‘Style Wars‘, legendario documental sobre el graffiti, te gustará.
—perezreverte: Lo conocía, muchas gracias. Como el español ‘Pintar en las paredes’. Pasé un año currándome la cosa.
—Rogorn: ‘El tango de la Guardia Vieja’ o los alatristes vienen de lejos. ¿Cuándo tuvo @perezreverte la primera idea para ‘El francotirador paciente’?
—perezreverte: Viene de lejos también. Se me ocurrió un día ante la vieja firma de Muelle. Pensé en Banksy y en Salman Rushdie y vi la historia.
—JLuisRodrigo: A Reverte, para variar, se le nota muy comprensivo. Se ve que le han caído en gracia los grafiteros.
—perezreverte: Algunos sí, en efecto. De hecho, en este año se han convertido en amigos míos. Otros no me caen tanto. Conocí a unos portugueses estupendos. Otros, napolitanos, no lo son tanto. Y en Madrid conocí a Suso33, que pasó del grafiti al arte urbano, y es un tipo extraordinario. Lo bueno de una novela es que, mientras la escribes, vives y aprendes cosas imposibles de otro modo.
—escaques64: Escuché que el graffiti de Muelle está protegido por el ayuntamiento. ¿Es verdad? Si es así, me alegro. Es historia.
—perezreverte: El único grafiti de Muelle que queda no está protegido por nadie. ¿Imagina a Ana Botella ocupándose de eso?… ¿Relaxing cup of grafiti in calle Montera de Madrid?… Casi es mejor que no se meta. Si la señora Botella decidiera amparar el grafiti, los grafiteros se suicidarían en masa. Como las ballenas majaras en las playas.
—Biondetta30: Perdonen mi ignorancia: ¿qué tiene en especial Muelle?
—perezreverte: Muelle fue el primer grafitero de Madrid. La Historia del Arte lo cataloga como el precursor del grafiti autóctono madrileño.
—JeosmPhoto: Un placer charlar contigo y los demás tuiteros. ¡Voy a hacer un poco de vida social! Saludos a todos, y gracias.
—perezreverte: Que se te dé bien la noche. Un abrazo a Lose y los otros. Y que corráis más que los jurados.
—Sobre Muelle y los flecheros.
—mastelerillo: Leí a grafiteros de Madrid decir que sí quedan otras firmas de Muelle, no en la ciudad.
—perezreverte: En Madrid, de Muelle sólo dos. Una en Montera y otra en un túnel de Atocha, tapada por tuberías. Las demás fueron borradas.
—Biondetta30: ¡Me lo imagino en esa incursión nocturna con esprays, recordando antiguos «territorios comanches»! Qué pena no haber estado.
—perezreverte: Incursiones en Madrid, Lisboa, Verona y Nápoles. No se puede usted imaginar cómo recordé viejos tiempos, querida amiga.
—ggbelen: O sea, que se le agolpan los títulos en la cabeza. Pero finalmente, ¿qué lo inclina por una u otra? ¿Las ganas, la intuición?
—perezreverte: Yo lo habría titulado ‘Las ratas no bailan claqué’. Pero no era apropiado para una novela de intriga en el mundo del grafiti. Otro título que me gustaba era ‘Treinta segundos sobre Tokio’, pero hay una peli. Así que me decidí por ‘El francotirador paciente’.
—rosamariarab1: No encuentro la gracia que tiene pintar en un muro, con lo bonito que es usar un lienzo.
—perezreverte: Pues fíjese que, por encima de los muros, lo que de verdad prefieren es vagones de tren o de metro. Para ellos es lo más.
—AlexEm76: ¿En alguna de esas salidas nocturnas no se animó a estampar su firma en ningún lienzo urbano?
—perezreverte: ¿Se imagina que me pillaran?… «Hombre, don Arturo… ¿A su edad?». Sudores fríos me daban, sólo de pensarlo.
—Rogorn: ¿Cuántas de las obras de Sniper existen de verdad? ¿Son todas imaginadas por usted?
—perezreverte: Todas las obras de Sniper que aparecen en la novela son imaginadas por mí. Sólo existen en el libro.
—mastelerillo: Por favor, dedique una Patente de Corso a describir ese año entre grafiteros y sus anécdotas. Estaria muy interesante.
—perezreverte: Bueno, he dedicado a eso trescientas y pico páginas. Ya he cumplido.
—Rogorn: ¿Esto, por ejemplo, cae dentro o fuera de las reglas?
—perezreverte: Completamente fuera. Al menos, de las mías.
—frankijama: Aún no hemos leído la novela, y ya nos ha cambiado el concepto que teníamos sobre los grafiteros.
—perezreverte: Yo no juzgo ni apruebo. Cuento una historia como novela y utilizo un mundo para contarla. Muevo a mis personajes por ese mundo. En lo personal, añadiré que lo que he visto y vivido en ese mundo fue una experiencia apasionante. El otro lado de la colina.
—Rogorn: Muchos, incluso con el ejemplo de ‘La Reina del Sur’ no lo entenderán: @perezreverte no «apueba» el narcotráfico o el grafiti, solo narra una historia.
—perezreverte: Correcto. Decir que apruebo el grafiti por escribir esta novela es como decir que aprobé el narcotráfico por ‘La Reina del Sur’.
—oliueta: Si un grafitero es un escritor, entonces Belén Esteban, que sólo ha estampado su firma en un libro, ¿también lo es? No me aclaro.
—perezreverte: Se llaman a sí mismos escritores porque en realidad escriben su nombre. Su tag. Su firma. Así fue desde el principio en USA.
—Martha_RB: Cartagenera al habla. ¿Lo más apasionante que te ha ocurrido investigando sobre el mundo del grafiti? #elfrancotiradorpaciente
—perezreverte: Hacer algún amigo que me durará el resto de mi vida. Creo.
—viglesiasphoto: Un blog que empieza a ser grafitero. Foto original de la portada de #elfrancotiradorpaciente #muelle etc.
—Sianeta: No sé si lo recordará, pero Haddock escribió un grafiti en ‘En busca del Unicornio’.
—perezreverte: Perfectamente, querida amiga. Y celebro que usted también. Un saludo.
—javiermartingo2: El siglo de Oro, Trafalgar, el Mediterráneo, Flandes, la iglesia, Cádiz, y ahora el grafiti. Suena duro.
—perezreverte: Y sin embargo, Siglo de Oro, Grafiti, Trafalgar, cuento siempre la misma historia. O hablo de los mismos seres humanos.
—HelenaMartinezR: Entonces, ¿ni una sola vez empuñó el spray en un año? Mira que me cuesta creerlo.
—perezreverte: ¿Me imagina empuñándolo?… Pues eso.
—malapunta: En Nápoles debió ser de locura, con lo majara que está el personal. Grafitero y no.
—perezreverte: No se lo puede ni imaginar. Grafitear por Nápoles es como tragarse un tripi. O lo que se traguen ahora.
—Tony_Starkpower: «Rápido: un grafiti en la pared del congreso». «Solo tendría tres palabras y la de en medio es «de»».
—perezreverte: Lola me dice que cierra el bar. Así que voy a comerme unas chuletas de cordero con media de Juan Gil. A estas horas, Jeosm y Lose ya deben de estar dándole al espray. Fue un placer, como siempre. Clic.
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