«La muerte es el gran tabú de nuestro tiempo, mucho más que el sexo», ha asegurado a EFE el escritor peruano Gustavo Rodríguez, ganador del Premio Alfaguara de novela, dotado con 175.000 dólares (162.000 euros), con una obra tragicómica en la que aborda la soledad de los mayores: «si no elegimos nacer, por lo menos elijamos la mejor manera de morir».
Para eso, explica, se sirvió «de un personaje femenino que se dedica a cuidar ancianos y se topa con la soledad de estos viejitos, que lo único que claman es la compañía y un poco de cercanía humana que han ido perdiendo con los años. Y esta mujer, sin darse cuenta, se va convirtiendo en una sicaria compasiva por pedido expreso de esos viejitos que tanto quiere».
Para Gustavo Rodríguez, «el sexo ha tenido demasiado protagonismo al promocionarse como estrella tabú en occidente» ya que de la muerte «se habla menos aún».
«Basta con ver cómo nombramos a la muerte para no hablar de ella directamente: decir que falleció es la forma más directa, pero solemos hablar de que alguien pasó a mejor vida, que está en el cielo o está con sus ancestros», recalca el escritor, que considera que es necesario hablar de ella y «desde pequeños».
Y sostiene que lo que le ha quedado claro tras escribir esta historia es que «si no elegimos nacer, por lo menos elijamos la mejor manera de morir».
Reconoce que la literatura si ha abordado la muerte pero asegura que hay poca que «trate el proceso por el que uno sabe que va a morir», algo que quiso hacer en su libro para hablar de «qué piensa una persona cuando es consciente de que va a morir de manera natural».
Su novela pone el foco también sobre los cuidadores de los ancianos, unos trabajadores que «en un país con el Perú o en el resto de América Latina son invisibilizados por su característica racial».
Los cuidadores de los mayores entablan un vínculo muy grande con las personas que cuidan y aunque se dice que son parte de la familia, «a la hora de la verdad la sociedad no las ve así», algo que ocurre cuando la persona que puede pagar a una cuidadora suele ser «más blanca que el promedio en un país» como el suyo, dice,.
Respecto a la situación que se vive en su país, ha indicado que en Perú «hay claramente dos visiones, una más limeña, donde habita el poder, y otra en las regiones, que se sienten postergadas», una circunstancia que se vive desde hace dos siglos.
En los últimos cinco años se le añadió el fenómeno de la polarización política que hizo que del presidente por el cual votaron estas ciudadanos postergados (…) se hablara incluso de fraude, de anular el voto», explica respecto al expresidente Pedro Castillo.
«Desde entonces, como ocurrió con Trump o Bolsonaro, o esta derecha extrema que trata de anular el voto como le conviene, se ha ido cocinando esta situación que ha acabado en estas protestas que están llegando a Lima ahora», ha dicho el escritor, que cree que por ahora «no hay una salida» porque «todo es muy confuso».
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: