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Héroes: La brigada del papel

Héroes: La brigada del papel

Apuntes sobre la creación de Tinta y fuego (NdeNovela), una novela de Benito Olmo sobre el saqueo de libros perpetrado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

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Tinta y fuego no hace referencia sólo al saqueo literario cometido por los nazis y que constituye el mayor robo de libros documentado a lo largo de la historia. Se refiere, además, a todos aquellos hombres y mujeres que arriesgaron sus vidas para poner a salvo los libros de los saqueadores en una forma de resistencia que me resulta tan admirable como inexplicable.

Tengo mis motivos.

Hace mucho que dejé de santificar los libros. No creo que haya un solo ejemplar en el mundo que valga más que la vida de un ser humano, por hermosa que sea su edición o por apasionante que sea la historia que albergue entre sus páginas. Por eso me cuesta entender que alguien pueda jugarse la vida por salvar los libros del expolio, sobre todo cuando, en la mayoría de los casos, ni siquiera eran de su propiedad.

Sin embargo, el robo de libros se encontró con la resistencia de un buen número de bibliotecarios y amantes de la lectura que, demostrando un coraje y una inconsciencia rayana en la locura, consiguieron poner muchos ejemplares a salvo. Sucedió en Holanda, en Italia, en París…

Permítanme que les hable de Vilna, en Lituania.

"No tengo manera de saber qué llevó a todos estos hombres y mujeres a arriesgar sus vidas para salvar aquellos libros"

Durante el saqueo de Vilna, había tanto trabajo por hacer que los alemanes tuvieron que buscar ayuda. Echaron mano de los trabajadores del Instituto de la Cultura Judía, a los que obligaron a trabajar para ellos. Bajo una estrecha vigilancia, aquellos hombres y mujeres tuvieron que afrontar la dolorosa labor de decidir qué libros debían ser saqueados y cuales debían ser destruidos. Además, trabajaban con cuotas mínimas diarias, por lo que no podía pasar ni un sólo día sin que condenaran un cierto número de ejemplares al saqueo o a su destrucción, antes de regresar al gueto en el que se veían obligados a vivir después de que la ocupación nazi los hubiera echado de sus casas.

Sin embargo, estos hombres y mujeres no tardaron en organizarse y, en cuanto la vigilancia de sus guardianes se relajó, comenzaron a sacar libros a escondidas para ponerlos a salvo. Cada noche, al terminar la jornada, ocultaban entre los pliegues de su ropa algunos ejemplares valiosos que posteriormente escondían en el gueto. También en este sentido eran muy imaginativos, ya que introdujeron los libros en los lugares más insospechados, como en trasteros, en el alcantarillado, en las azoteas y en el interior de muros huecos.

No tengo manera de saber qué llevó a todos estos hombres y mujeres a arriesgar sus vidas para salvar aquellos libros. Supongo que tras ver su país arrasado, al ser expulsados de sus hogares y al verse obligados a establecerse en un gueto, tomaron esta decisión como una forma de resistencia y, por que no, de venganza ante aquellos que les habían arrebatado sus vidas y, probablemente, habían acabado con las de muchos de sus amigos y familiares. Evitar que los saqueadores se salieran con la suya debía de suponerles un aliciente para levantarse cada mañana y cumplir con la ingrata labor que les habían encomendado.

En el gueto llegaron a bautizarlos como La Brigada del Papel (Die Papier Brigade), la denominación por la que terminarían siendo recordados.

"Los soldados alemanes entraron al gueto y encontraron algunos de estos escondites repletos de libros. Tomaron todos esos ejemplares e hicieron una gran pila que ardió hasta muy avanzada la noche"

Como ya he comentado, los miembros de la Brigada del Papel andaban sobrados de imaginación. Uno de ellos llegó a pedir permiso a los guardias para llevarse al gueto algunos de los documentos que desechaban para utilizarlo como combustible para las estufas. Los nazis accedieron, sin saber que de esa manera estaban posibilitando que este grupo de héroes pudieran salvar una gran cantidad de manuscritos y cartas valiosas ante sus narices.

Pronto llegaron a quedarse sin espacio en el que esconder todo el material que ponían a salvo y llegaron al punto de construir un búnker subterráneo que disponía de su propio suministro eléctrico, en el que fueron introduciendo todo el material que lograban escamotear a los saqueadores.

Hacia el final de la guerra, los soldados alemanes entraron al gueto y encontraron algunos de estos escondites repletos de libros. Tomaron todos esos ejemplares e hicieron una gran pila que ardió hasta muy avanzada la noche. Sin embargo, no pudieron encontrarlos todos y, gracias a los esfuerzos de la Brigada del Papel, muchos libros se salvaron de la quema.

Tras la guerra, se inició una excavación en los restos del gueto para dar con el búnker. Tras varios días de trabajo, y cuando ya habían abandonado toda esperanza, lo encontraron, al fin, repleto de libros y de algunas pequeñas obras de arte.

Sin embargo, también encontraron algo más: en el búnker se hallaba el cadáver de uno de los miembros de la Brigada del Papel, que murió allí dentro mientras trataba de proteger todos aquellos libros de los saqueadores.

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Autor: Benito Olmo. Título: Tinta y fuego. Editorial: NdeNovela. VentaTodostuslibros.

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