El día 1 de septiembre de 1939 Hitler invadió Polonia. Las tropas nazis iniciaron una guerra relámpago para conquistar el país. Solo dos semanas más tarde fueron los soviéticos los que ocuparon el este de esta nación. La II Guerra Mundial comenzaba en Europa después de la anexión de Austria y el desmembramiento de Checoslovaquia los dos años anteriores.
¿Cómo fue la invasión de Polonia por el ejército nazi?
Poco después de ganar las elecciones, Hitler comenzó a ejecutar sus amenazas. El dirigente nazi rompió todos los acuerdos de Versalles al recuperar el Sarre, Renania y el Danzig —un territorio polaco en supervisión por la Sociedad de Naciones desde el final de la I Guerra Mundial— sin que ningún país interviniera. En ese momento, el führer se dio cuenta de que ninguna potencia europea iba a enfrentarse a Alemania y puso en marcha sus pretensiones expansionistas. Después de sumar Austria y Checoslovaquia, en 1938, se celebró la Conferencia de Múnich en la que participaron ingleses, franceses, alemanes e italianos. Hitler, con el apoyo de Mussolini, aprovechó la debilidad de sus rivales para firmar una falsa paz mientras organizaba su ataque. Los nazis tenían claro su siguiente objetivo: Polonia. Solo necesitaban una excusa para comenzar una invasión, y Himmler se encargó de proporcionarla preparando un ataque de falsa bandera: varios miembros de las SS irrumpieron en una radio en Silesia haciéndose pasar por activistas polacos contrarios a los alemanes.
¿Qué pasó después de la invasión de Polonia por los nazis?
El ejército alemán —divido en dos grupos, uno en el sur y otro en el norte— llevaba ya días preparado para poner en marcha la conquista de Polonia. Las tropas dirigidas por el general Franz Halder consiguieron un avance rápido durante las primeras jornadas, pero a mediados de septiembre comenzaron los problemas. Pese a la invasión soviética, los polacos consiguieron varios éxitos militares al parar a la aviación alemana, destruyendo casi 300 aparatos de la Luftwaffe, y conseguir resistir durante 20 días en el asedio de Varsovia. Además, los soldados polacos libraron batallas épicas como las de Wizna y Bzura. Pero todos esos esfuerzos fueron en vano, el ejército polaco acabó claudicando en Kock. Las consecuencias para Polonia fueron terribles: un 20% de su población falleció en los años siguientes. Hubo deportaciones, colonizaciones de las ciudades más próximas a la frontera, asesinatos en masa y muchos de sus habitantes fueron obligados a trabajar como mano de obra para Alemania. Según estimaciones posteriores, durante la II Guerra Mundial murieron 3 millones de judíos polacos y 2 millones de civiles que no eran de esa religión.
Otras efemérides históricas del 1 de septiembre
El 1 de septiembre de 672 el monarca visigodo Wamba, sucesor de Recesvinto, comenzó su reinado.
El 1 de septiembre de 1054 tuvo lugar la Batalla de Atapuerca, un enfrentamiento bélico entre dos hermanos: Fernando I, rey de León y conde de Castilla, y García Sánchez III, rey de Pamplona.
El 1 de septiembre de 1715 murió Luis XIV. Su fallecimiento supuso el final de una de las regencias más largas de toda Europa.
El 1 de septiembre de 1870 comenzó la Batalla de Sedán, en la cual las tropas prusianas derrotaron al ejército del emperador francés Napoleón III.
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