El 4 de noviembre de 1922 el arqueólogo Howard Carter descubrió la tumba de Tutankamón. Un aguador de la excavación encontró por casualidad el acceso a una escalinata que llevaba hasta el lugar donde reposaban los restos momificados del faraón egipcio. Carter tuvo que esperar más de veinte días para completar su descubrimiento. Fue en ese momento —a través de un pequeño agujero que le permitía adivinar el interior del enterramiento— cuando dijo la famosa frase: «Sí. Puedo ver maravillas».
¿Quién fue Howard Carter?
El descubrimiento de la tumba KV62 dio fama mundial a Howard Carter. El Valle de los Reyes albergó los restos de un famoso emperador, intactos durante tres mil años hasta que este arqueólogo inglés, tozudo y de fuerte carácter, consiguió hacer realidad el sueño de su mecenas, Lord Carnarvon, y los descubrió. El 4 de noviembre un trabajador se encontró con la escalera que llevaba hasta la tumba; el día 24 realizaron la excavación; dos días más tarde consiguieron ver los tesoros a través de una grieta; y por fin, el 27 pudieron inspeccionar la estancia, aunque no fue hasta febrero de 1923 cuando se pudo acceder al sarcófago del emperador egipcio. Howard Carter tardó diez años en catalogar todos los descubrimientos, que fueron enviados al Museo Egipcio de El Cairo. Después de eso, Carter se retiró de la arqueología y vivió el resto de sus días entre Luxor y Londres, sin haber recibido ningún reconocimiento en Reino Unido por su importante descubrimiento.
¿Quién fue Tutankamón?
Tutankamón no fue un rey demasiado importante, pero es uno de los más conocidos de las dinastías egipcias gracias al descubrimiento que hizo Carter. Su máscara de seis kilos de oro es uno de los grandes iconos de esta civilización y de la arqueología. Su padre, Akenatón, había desatado el caos en el Antiguo Egipto al declarar el monoteísmo. Cuando Tutankamón llegó al poder era apenas un niño, y siguiendo las instrucciones de sus consejeros recuperó el culto politeísta. El rey Tut no tuvo tiempo para llevar a cabo muchas más reformas, porque murió siendo un adolescente. Según algunas teorías fue víctima de la malaria, otras explican su fallecimiento por la gangrena que le produjo una fractura en una pierna. Carter lo rescató del olvido y enseñó al mundo las maravillas que guardaba su enterramiento. A partir de ese momento surgió en la cultura popular la «maldición de Tutankamón», según la cual todos los que participaron en la expedición murieron, al poco tiempo de encontrar la tumba, de forma misteriosa. Lord Carnarvon murió por la infección tras una picadura de mosquito; el hermano del noble británico, Aubrey Herbert, también falleció al poco del hallazgo; y también perecieron otras personas que entraron en contacto con las momias. Howard Carter desmintió esta teoría con su propia muerte, ocurrida casi veinte años más tarde, cuando iba camino de alcanzar los setenta.
Otras efemérides históricas del 4 de noviembre
El día 4 de noviembre de 1571 en México se creó la Santa Inquisición mexicana, una extensión de la española.
El día 4 de noviembre de 1810 tuvo lugar la batalla de Aguanegra, la primera de la Guerra de la Independencia de Venezuela.
El día 4 de noviembre de 1979 comenzó la crisis de los rehenes en Irán.
El día 4 de noviembre de 1980 Ronald Reagan ganó las elecciones en EEUU y se convirtió en nuevo presidente de los Estados Unidos.
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