Jeosm revienta el Café Varela presentando “No soy uno de los vuestros”

El periodista de El Mundo Antonio Lucas fue el primero en intervenir. Recordó que a Jeosm se lo descubrió Pérez-Reverte, y que en él encontró “uno de los quilates de la pureza humana, por lo menos, de la pureza humana de Madrid”. El columnista lo definió como “una central de alto rendimiento de la amistad, de la energía, de la sagacidad” y como “un tipo que sabe buscarse la vida como nadie, hasta cortarse los dedos”. Sobre la plantilla de autores incluida en No soy uno de los nuestros, subrayó que “sólo nos vincula una cosa, ni siquiera la amistad”: “El amor por la escritura, por la literatura, por el periodismo y por Jeosm”.

Después, Marta Fernández celebró al “fotógrafo más certero que conozco, y conozco a muchos. En él no hay nada impostado”. La autora de No te enamores de cobardes señaló que, “como escritora y como periodista, me gustaría tener la mirada que tiene Jeosm para la vida y para los personajes”. Agregó que el fotógrafo de Villaverde tiene la virtud de robar el alma “sin que te des cuenta con su cámara” y que “sabe mirar, pero también sabe escuchar”.

Por su parte, Arturo Pérez-Reverte comparó a Jeosm con “los buenos dentistas: es eficaz, rápido e indoloro”. El académico aplaudió que “ni se le nota cuando trabaja” y que, sobre todo, “es un hombre de honor”: “Sus códigos son la lealtad, los amigos, la palabra dada y las cosas bien hechas. Por eso me enamoré de él locamente cuando lo conocí”. El fundador de Zenda destacó la gran cantidad de hombres y mujeres de las letras que asistieron a la presentación —“lo mejor y lo peor de cada casa”— y explicó el porqué: “Es nuestro amigo, nuestro hermano, nuestro camarada”. Concluyó discrepando con el título del libro: “Miente: él es uno de los nuestros. Se lo ha ganado por méritos propios”.

Finalmente, Jeosm confesó que tardó en asimilar varios meses su trabajo como retratista de escritores y periodistas: “Nunca pensaba en esto: vengo de una familia muy humilde, de un barrio muy humilde. Todo esto me lo he encontrado”. El gran fotógrafo de esta casa, que aún lleva el grafiti en vena —“cuando me tiro una semana sin pintar, me entra una mala hostia…—, apostó por “trabajar con normalidad” porque “nos humaniza a todos”. Le da igual que “seas super celebrity” o el presidente del Gobierno, a quien se dirigió con un “hola, Pedro, ¿qué tal?”. Cuando el líder de los socialistas le lamentó que Pérez-Reverte “se mete mucho conmigo”, el marqués de Villaverde pensó: “Este tío es un moñas”.

Además, Jeosm también se refirió al ego de los escritores: “Pensaba, inocentemente, que el mundo de las letras iba a ser más relajao, de gente culta. Y sois una panda de ratas. Lo digo con todo el cariño”. Matizó Arturo: “Unos más que otros”. Nihil obstat.