Jeosm es uno de los fotógrafos de cabecera de zendalibros.com. Durante los cinco años de vida de este portal de libros, este chico duro de barrio ha sabido hacerse un hueco en el mundo de la fotografía con mucho esfuerzo y una indiscutible personalidad. Sus retratos, broncos, a quemarropa, de los inicios, se han ido modulando en tenaces reflexiones de rostros, paisajes y situaciones, desarrollando una mirada poliédrica, más flexible, más reflexiva y más profunda que la inicial.
A veces, en redes sociales, lo llamo “mi bro”, porque hemos pasado muchas horas juntos, vivido numerosas entrevistas, sesiones, esperas, paseos, taxis, vinos (o refrescos, porque Jeosm no bebe alcohol), y eso une. Además, es un gran profesional, mejor compañero y amigo leal. No puedo estar más orgullosa de sus éxitos y sus trabajos.
Veritas, el libro de fotografías que ahora publica, es un buen ejemplo de lo que Jeosm es capaz de construir; de lo que admira, de cómo trabaja. Charlamos con él de todo eso en Zenda. Dónde si no.
*******
—¿Qué es Veritas?
—Veritas es un concepto; para mí es la verdad, la sinceridad, lo real, premisas que siempre van impregnadas en mi trabajo. Su significado me representa mucho. Durante el confinamiento estuve dándole muchas vueltas a cómo evolucionar y a la vez afianzar mi estilo y mirada. En este periodo, surgió mi tag name, #thetrueshoot, que más que un concepto es una declaración de intenciones; es lo que busco con las imágenes que hago y lo que quiero que defina mi trabajo. A partir de ahí, empecé a trabajar en una idea similar para mis libros. He publicado varios y me parecía interesante poder crear esta pequeña colección donde todos tengan el mismo formato, estética y número de páginas. Crear un universo propio donde poder desarrollar todos mis nuevos proyectos, con la misma intención de autoeditar mis trabajos y darles un valor de piezas de colección. Es un proyecto que me permitirá colaborar con amigos artistas, escritores, otros fotógrafos, y poder hacer proyectos juntos dentro del mismo “producto”.
—¿Por qué ese nombre? ¿De dónde sale la idea de nombrar un proyecto urbano y moderno en latín?
—Surge de la necesidad de crear algo clásico y atemporal. De hecho, yo siempre intento que mi trabajo siga esa línea, en blanco y negro y con una estética muy reconocible, pero para este proyecto necesitaba un concepto potente que aunara todos mis nuevos proyectos. Después de darle muchas vueltas, me di cuenta de que la palabra latina veritas me ofrecía lo que buscaba. Y es curioso, pero también me ha hecho reflexionar mucho sobre las imágenes y las palabras y creo que el latín, lo urbano y moderno encajan muy bien. Me he dado cuenta de que no hay nada más vanguardista que los clásicos, que siempre están ahí, y cada vez que se vuelve a ellos se aprenden y descubren conceptos e ideas o se reafirman muchas otras, sobre todo en la fotografía. En mi caso, cuando más aprendo es volviendo a revisar el trabajo de fotógrafos del siglo pasado, porque al final las modas también pasan de moda, mientras que lo clásico se mantiene. Por eso no me gusta diferenciar entre clásico o moderno en la fotografía; para mí es todo lo mismo: fotografía, sin más. En definitiva, el uso del latín me ayudó mucho a crear un concepto, por su gran legado en nuestra lengua y porque nos recuerda de dónde venimos. Creo que es una referencia perfecta que me permite englobar mi trabajo intentando que perdure en el tiempo. Cada capítulo de Veritas tendrá un nombre; este es el capítulo 1 y se llama “Estilo”, palabra que también es latina, por cierto.
—Artes marciales, graffiti y ahora breakdance. ¿Qué tienen de atractivo esos lugares “al margen”?
—Son mundos muy desconocidos por la masa. Me gusta moverme por la escena underground y poder mostrar la verdad de esos territorios y las gentes que lo pueblan, devolverles la mirada de respeto o admiración que merecen, sin prejuicios. Además, fotografiar esos lugares, moverme por ellos, me permite algo que, creo, es la esencia de mi trabajo: retratar a personas que admiro por su coraje, independencia, actitud, valentía y constancia.
—¿Se puede, igual que en el graffiti, hablar de una “cultura del breakdance”?
—Por supuesto que sí, de hecho, es de la misma época que el graffiti. Estas dos disciplinas tienen en sus orígenes una relación íntima con la cultura hip hop, con la calle y con el paisaje de los barrios. Una de las premisas fundamentales que ambas disciplinas comparten es el poseer un estilo propio; de ahí el nombre del libro. El estilo es un pilar fundamental dentro del Bboying.
—¿Cuándo comienzas este proyecto?
—En mi cabeza comenzó hace algunos años la idea y el concepto, y por eso tal vez el desarrollo resultó muy fluido cuando me puse a trabajar. Ha sido el proyecto que más rápido he realizado; todas las fotografías de este libro están realizadas entre junio y octubre de 2020.
—¿Qué tiene de atrayente o de material interesante, hasta el punto de dedicarle tu primer libro de la serie Veritas?
—Lo tiene todo, tanto de forma como de fondo. Una estética muy potente a nivel visual y un gran sacrificio detrás: horas de entrenamiento en la calle, superación de lesiones, mantenerse fiel a unas ideas que, con el paso de los años, han logrado evolucionar fidelizando un estilo propio. Posee también unos valores muy claros de unión y superación. Es algo más que deporte o baile; es una forma de vida. En este libro se muestra cómo, sólo en Madrid, hay varias generaciones que comparten la misma pasión y códigos. Otra parte a tener muy en cuenta es que es un movimiento basado totalmente en el do it yourself, concepto con el que desde siempre me he sentido muy identificado.
—¿Cómo contactas con este mundo, cómo te dejan fotografiarlos?
—Por suerte es un mundo que conozco bastante bien, tengo muchos amigos en el Bboying desde hace años. De hecho, en mi primer libro, Realidad, publicado en 2010, ya había varios retratos a Bboys.
—Pandemia y fotografía. ¿Qué dificultades has encontrado a la hora de llevar a cabo las sesiones?
—Ha sido bastante duro. Todo mi trabajo se centra en el retrato, y no poder trabajar durante meses ha sido una etapa que me ha hecho pensar mucho. Lo he tomado como un tiempo de aprendizaje y reflexión bastante importante. En la actualidad trabajo de una manera muy similar a la de antes, sólo que cumpliendo las medidas necesarias de seguridad y distancia. Por eso, todo este libro está realizado en exteriores. Simplemente he buscado la mejor manera de adaptarme a las circunstancias y de hacer de esas adversidades, virtudes para que pudiesen jugar dentro de las posibilidades a mi favor.
—Este libro no solo contiene fotos, también resume un ingente trabajo editorial que realizas tú mismo y que casi nadie conoce. Cuéntanos el proceso de elaboración del libro-objeto y tu implicación directa en él.
—Muchas gracias por tu bonita definición de “ingente trabajo editorial”, me halaga mucho que lo hayas valorado así. Al final es algo más sencillo; procuro, dentro de mis posibilidades económicas, hacer el mejor producto posible. Tengo una amplia biblioteca de libros de fotografía, y el haber autoeditado varios me ha permitido tener una visión más clara de lo que quiero hacer. Soy muy exigente en mi trabajo, y creo que hay que dar la misma importancia al contenido del libro que al objeto en sí. Esta colección es de tirada limitada a 300 ejemplares; sólo por eso, le estoy dando un valor y creo que debe ir acompañado de un buen concepto estético y de diseño, al igual que de un buen papel y una impresión cuidada. Me gusta trabajar en todo el proceso, lo veo necesario. Disfruto mucho aprendiendo de todo el desarrollo de diseño, maquetación, imprenta y distribución. El libro solo se puede conseguir a través de la librería Grant en Madrid (Calle Miguel Servet, 41), en su espacio físico o en su web, grantlibreria.com, o bien quedo yo mismo con las personas interesadas en adquirirlo.
—¿Es un libro la mejor manera de conservación de una obra para un fotógrafo?
—Pienso que sí, por eso lo hago. Sigo concibiendo la fotografía en papel, y hacer un libro de cada proyecto me ayuda a sentirlo terminado y crear ese objeto que te puede acompañar toda la vida. Soy muy analógico en mi vida, y me he criado con muchos libros, sobre todo de arte y fotografía. Por eso no disfruto igual de las fotografías en pantalla que en papel. En este libro he hecho una apuesta muy arriesgada a nivel económico, pero estoy convencido de que es la mejor inversión que puedo hacer en mi carrera, pues al ser un profesional de la imagen, creo que tengo que cuidarla al máximo y darle el valor que merece, y para ello el libro es el objeto perfecto. Además, el planteamiento de esta colección me permite algo muy bonito, que es incluir en el primer pliego de papel del libro (de 16 páginas) un making of de todo el proceso de la realización de las fotos que aparece diferenciado en el interior, pues va impreso en papel reciclado. Es una forma hermosa y honesta de poder mostrar todo ese trabajo de montaje que no se suele ver, y que es orgánico y muy personal.
—¿Cuál es el siguiente proyecto de Veritas?
—Tengo varios en mente, pero todavía no sabría decirte cuál. Espero poder tener algo cerrado para verano y poder publicarlo a finales de año o principios del que viene.
—¿Qué otros proyectos tienes ahora entre manos?
—Seguir trabajando en esta colección y mi trabajo como freelance. Mantenerme y evolucionar en mi carrera. Hace unas semanas se publicó mi nuevo curso de retrato de la web de Domestika.
—————————————
Autor: Jeosm. Título: Veritas. Venta: grantlibreria.com
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: