Hace casi cuatro años que empecé con este blog: hasta hoy he retratado para él a escritores, periodistas, historiadores, músicos, artistas, humoristas, actores… Mi premisa es mostrar la parte más personal de los personajes a los que retrato, aprender de sus recomendaciones, de las conversaciones que mantenemos y huir del tópico de que sólo las personas relacionadas con el mundo literario pueden hablar y recomendar libros o autores.
Creo que de, manera directa o indirecta, las biografías de cada persona siempre están relacionadas con sus lecturas: eso es lo que me interesa.
Hoy retrato a Jero García, una leyenda del boxeo patrio, un referente para muchos deportistas y para muchos jóvenes, alguien que perfectamente puede ser ese personaje o héroe de las novelas que tanto nos han influido y con las que tanto hemos disfrutado.
Jero es admirable: es ese tipo de persona que realmente tiene lo que importa. No hablo de una biblioteca llena de libros, que la tiene, sino de valores, principios y códigos.
Nunca eligió el camino fácil, sino el correcto: es un gran luchador fuera y dentro del ring, honesto y humilde; se desvive por su gente ya sean alumnos, luchadores o jóvenes con diferentes problemáticas sociales.
Para saber más sobre Jero:
Soy padre y entrenador de boxeo; fui boxeador profesional. Trabajo con jóvenes desde que yo era uno de ellos.
Presido una fundación que se dedica a combatir todo tipo de violencia y soy embajador de WATS, una organización dedicada a lograr un deporte sin violencia y con valores.
Doy charlas cuando me llaman y hay gente interesada en lo que tengo que decir, que no es otra cosa que mi propia historia y lo que yo he aprendido de ella.
Tengo un gimnasio y pronto abriremos otro. De vez en cuando actúo donde me dejan, alguna peli, alguna serie, y he preparado a distintos actores para que sean boxeadores en la pantalla. Amo mi trabajo, lo respeto y me acuesto y me levanto pensando que el boxeo es vida, vive duro.
En mayo de 2017 publiqué, junto a Paula Llodrá, un libro titulado El boxeo es vida, vive duro.
A pesar de su título, el boxeo es solamente el hilo conductor en la vida de los cinco personajes que componen esta historia coral de superación y experiencias personales, personajes que intentan superarse, que se vienen abajo, que dudan y se reafirman, que aman, pierden y ganan.
Sin fecha exacta para salir de cuentas, estoy gestando mi segundo libro con una temática totalmente diferente. Llevará como titulo: Manual de un padre desesperado, y recoge mi experiencia como padre de cuatro hijos que nacieron en tres décadas distintas de mi vida.
Nos recomienda este libro a los lectores de Zenda:
Entre las cuerdas: Cuadernos de un aprendiz de boxeador, de Loïc Wacquant.
Se han escrito muchos libros y textos de boxeo, pero este puede que sea probablemente el que más me ha llegado. Empezó como un estudio sociológico y terminó siendo una oda al boxeo.
Lo recomiendo para, a través de él, llegar de otra manera al boxeo y tratar de entenderlo desde otro punto de vista. Ahora que el boxeo es tendencia, creo que es un buen momento para que la gente que se está acercando al boxeo lo lea, porque lo que vive el autor es lo que viví yo o lo que puede vivir alguien que se acerca al noble arte por primera vez.
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