La cultura nos salvó durante el confinamiento y ahora no podemos dejarla en la cuneta, asegura Jordi Évole que acaba de publicar un libro en el que recoge las reflexiones que medio centenar de personas, desde el Papa a una camionera, le hicieron durante las entrevistas que realizó desde su cocina.
Un sector que, sostiene Évole en una entrevista con Efe y otro medio de comunicación, está dando ejemplo de cómo su consumo puede ser «absolutamente» seguro respecto al coronavirus: «no conozco ni un brote relacionado» con su actividad, asegura el periodista, que insiste: «para salir de la pandemia necesitamos cultura».
Desde el mismo escenario en el que realizó sus entrevistas durante el confinamiento, una pantalla con vistas a su cocina, el periodista Jordi Évole (Cornellá de Llobregat, 1974) habla del libro Confinados. Historias de una pandemia que paralizó el mundo, editado por Planeta.
«Estábamos todos vírgenes» en esa «experiencia colectiva que va a marcar a varias generaciones», indica el periodista, que explica que no quería que esas reflexiones que se realizaron durante las entrevistas se perdieran y por eso decidió publicar este libro e intentar condensar en él lo que la sociedad vivió en esas semanas.
Évole recuerda cómo, al contrario de lo que pensó en un principio, el grado de intimidad que se generó durante esas entrevistas fue «inmediato», porque al estar solos, entrevistado y entrevistador, cada uno en su casa, les hacía pensar que nadie les escuchaba: «eso dio pie a unas conversaciones muy únicas».
Además de las entrevistas, el libro habla de lo que hubo entorno a ellas, como el Papa Francisco «que no quiso mostrar lujo ni riqueza, Joaquín Sabina renunciando a fumar, la sabiduría del socarrón presidente Pepe Mujica, el sentir de Rosalía, el pesar de Rosa María Sardá, el recuerdo de Emilio Aragón a su padre, la nostalgia de Ricardo Darín, la angustia de Baltasar Garzón…».
Una experiencia que unió al planeta (todos unidos por el mismo «flagelo», en palabras del actor Ricardo Darín, recuerda Évole, que cree que, como sociedad, «nos pusimos unas expectativas muy altas»: nos abonamos a frases como eso de que «las crisis son oportunidades, saldremos mejores…. nos flipamos un poco, pero es verdad que si ha quedado algo de aquellos mensajes que recibimos en el programa» y si hace que se valore más a los trabajadores esenciales, bienvenido sea.
Porque también entrevistó a Ana, la cuidadora de ancianos; a Belén, la doctora del Gregorio Marañón; Jorge, el ginecólogo valenciano; Paula, la residente novata en la trinchera sanitaria de Santander; Oti, la camionera o Seydou, el senegalés.
Precisamente, la entrevista a la camionera Oti es la que recuerda como una de las más duras porque fue una situación «muy frágil», en la que explicaba, el 22 de marzo, que los transportistas necesitaban una ducha y una comida caliente.
«Lo del Papa fue una especie de hito, entrevistarle dos veces en un año y una de ellas en plena pandemia y él conectándose a través de un ordenador por Skype, me parece bastante insólito», recuerda el periodista que asegura que cuando pasen los años y su equipo y él miren hacia atrás pensarán que estaban «absolutamente locos».
Évole acaba de presentar también en el Festival de Cine de Málaga el documental «Eso que tú me das» sobre la entrevista que hizo a Pau Donés dos semanas antes de morir de cáncer el pasado 9 de junio: «el irse que nos deja Pau es un irse no por la puerta grande sino por una puerta enorme».
«En un momento como éste en el que la muerte está tan presente, la lección de cómo encarar la muerte y la vida como la que nos da Pau Donés es extraordinaria y ojalá mucha gente se anime a ir al cine a verlo», indica Évole sobre este documental que se estrenará a principios de octubre y cuya recaudación se donará a la investigación contra el cáncer.
Precisamente la cultura, un sector que ha salido muy «tocado» de la crisis por la pandemia, está dando un ejemplo de que su consumo puede ser «absolutamente seguro» tanto en teatros, como cines o conciertos.
«El eslogan de que la cultura es segura deberíamos tenerlo claro. No podemos dejar a un sector como el cultural en la cuneta y menos ahora: Hemos necesitado la cultura durante la pandemia, nos han salvado los libros, las series, las películas y si ahora podemos salir a consumirlos fuera de casa es un hábito que no podemos perder», ha recalcado Évole.
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