Este reportaje con Jorge Freire fue realizado en la librería Taiga, situada en el número 54 de la calle Arturo Soria; por ello agradezco su amabilidad a Manal Shafa, su dueña.
Para saber más sobre Jorge:
Jorge Freire (Madrid, 1985) es filósofo de formación. Es autor de una biografía intelectual de la novelista estadounidense Edith Wharton y de Nuestro hombre en España, un ensayo sobre Arthur Koestler y la guerra civil. Ha ganado el Premio Málaga de Ensayo con su tercer libro, Agitación: Sobre el mal de la impaciencia, publicado por Páginas de Espuma. Colabora en El País y Letras Libres. Aunque no es presuntuoso —al menos, no más que el resto de escritores—, lleva una sección de libros en The Objective titulada Geórgicas.
Agitación (Páginas de Espuma)
El francés Blaise Pascal sostenía que todos nuestros males derivaban de una sola causa: nuestra incapacidad de quedarnos quietos en una habitación. Ese viejo problema, acaso irresoluble, se ha ido bifurcando hasta llegar al presente de formas muy diversas. Tanto el goce obligatorio promovido por las sociedades hedonistas, como el ansia indefinida de vivencias novedosas, como los sueños de libertad total adheridos a movimientos reaccionarios o soberanistas, salvando las distancias entre uno y otro, beben de la misma fuente: la agitación perpetua que hace del sujeto moderno un ser intempestivo, siempre a medio camino entre la anticipación y la experiencia. El Homo Agitatus recuerda a aquel desventurado personaje de la mitología griega que, atado a una rueda ardiente, se veía obligado a girar y girar sin fin. Agitación (XI Premio Málaga de Ensayo) busca en la filosofía aquello que los antiguos griegos llamaron pharmakon: una suerte de medicina del alma capaz de infundirnos valor para hacer frente a los sinsabores de la existencia y acopiar argumentos para edificar una vida razonable. Difícil es mantenerse quieto cuando la bufonada euforizante parece dominar tanto la esfera política como la social y la filosófica. Si la sociedad contemporánea ha adoptado las hechuras de un carnaval perpetuo, no hay otra forma de plantarle cara que detenerse a pensar.
Recomienda este libro a los lectores de Zenda: Eumeswil, de Ernst Jünger (Ed. Página Indómita)
Decía mi maestro Jünger que al oír frases hechas se tiene la impresión de que no te habla la persona, sino la muchedumbre. Eumeswil es una novela de ideas firmes, sólidas y resistentes, en la que no hay lugar para sobreentendidos ni lugares comunes. Su protagonista, Venator, es el Anarca, uno de esos arquetipos —como el Emboscado, el Trabajador, el Soldado— de los que Jünger se servía para mostrar su visión de un mundo dominado por la técnica. Anarca es quien, al oír la señal, se lanza al galope pero en dirección contraria; aquel que, en definitiva, ha vinculado la autoridad a su propia persona y es soberano de sí mismo. Releo esta novela una vez al año. Además de sentir que me reencuentro con un amigo, me sirve de aldabonazo contra el gregarismo y contra el adocenamiento al que poco a poco llevan las obligaciones cotidianas. Esta edición es de Página Indómita, una de mis editoriales favoritas. En su catálogo están algunos de mis autores más queridos: Aron, Koestler, Berlin, Arendt, Hitchens… La traducción es de Marciano Villanueva.
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