Dos años después del éxito internacional de su tercera novela, La librera de París, la estadounidense Kerri Maher firma Al otro lado de la línea, un relato sobre el colectivo Jane, una red clandestina que en el Chicago de hace más de cincuenta años ayudó y asesoró a muchas mujeres a abortar de forma segura.
En su segunda visita a Barcelona, Maher comenta que para este libro ha hecho mucho trabajo de investigación sobre esa época, que se ha «empapado» del Chicago de esos años, aunque, advierte, todos los personajes que ha creado son ficticios y ninguno de ellos tiene que ver con Heather Booth, la fundadora de la red, que aún vive. Publicada por Navona en castellano y catalán, la novela la protagonizan tres mujeres, Veronica, Patty y Margaret, que en algún momento de su vida tienen que ver con una llamada telefónica muy importante.
La historia muestra cómo muchas mujeres, en forma de «círculos concéntricos», colaboraban con esta red, algunas aportando algo de dinero, otras encargándose de lavar la ropa que se utilizaba en los consultorios médicos, mientras que las había que llevaban a cabo test de embarazos. Por todo ello, la escritora deduce que aunque Jane era una red clandestina era también «un secreto conocido», que contaba con una cierta cobertura, incluso de policías y de miembros de los servicios de urgencias de los hospitales de la ciudad.
Sin embargo no obvia, por lo que ha podido descubrir, que muchas de las implicadas tenían miedo a que les pincharan el teléfono y las detuvieran, especialmente, porque ello podía comportar la interrupción de la red.
Estas preocupaciones, además, no querían que se transmitieran a las usuarias, ya «suficientemente preocupadas con lo que estaban pasando», de manera que hicieron siempre lo posible para esconder los problemas a los que se enfrentaban. Otra cuestión que da a conocer Maher es que, aunque la mayoría de las personas que formaban parte de la organización eran blancas, muchas de las que demandaban sus servicios eran personas de color.
A pesar de que en la actualidad continúa habiendo catorce estados en su país en los que está prohibido abortar y que se aprueban leyes restrictivas en este ámbito, Kerri Maher no duda en afirmar que la situación no es la misma actualmente que la que describe en su novela. «Ahora hay una conciencia mayor sobre lo que son los derechos reproductivos de la mujer. En las leyes se tienen en cuenta la salud de las madres, se han incluido cuestiones sobre transexualidad y también tenemos mucho más conocimiento sobre todos estos temas». A la vez, hay organizaciones que trabajan «muy duro» para que todas las mujeres reciban la atención que necesitan. No rehuye, sin embargo, que pese a esa cobertura «más amplia», las mujeres que viven en estados republicanos donde el aborto sigue siendo ilegal tienen que «irse a otro sitio, donde hay coberturas mayores, si no quieren seguir adelante con sus embarazos». Por otra parte, no duda en señalar que el movimiento feminista está hoy «en mucha mejor forma que en los años setenta, además de ser mucho más inclusivo, y tratar muchas más cuestiones que entonces».
Dedicada a tiempo completo a la escritura desde su casa en las afueras de Boston, desvela Kerri Maher que está ya con un nuevo proyecto, Summer of Love (Verano del amor), que tiene que ver con el denominado verano hippie del amor de San Francisco en el año 1967. «He vuelto a adentrarme en el siglo XX», apunta.
Por favor, creo que la secta woke ya tiene suficientes altavoces y su desagradable omnipresencia es algo con lo que tenemos que lidiar, a diario, casi en cualquier sitio. La decisión de incluir los panfletos woke dentro del muestrario de novedades editoriales que se comentan en Zendalibros es legítima. Allá cada medio con su política respecto a lo que son sus campos de interés. Pero sería estupendo que este medio se ocupase exclusivamente de la literatura, la creación y también el ensayo y el pensamiento. Pero ensayo y pensamiento de calidad. No parece que sea el caso.