La Gran Depresión, una crisis climatológica y la fortaleza de las mujeres en este periodo conforman Los cuatro vientos, la nueva novela de la escritora estadounidense Kristin Hannah que, publicada de forma «premonitoria», recuerda al lector que «los tiempos difíciles ocurren, pero se superan».
Kristin Hannah (California, 1960), autora de obras como El ruiseñor y El baile de las luciérnagas, que ahora llega a la plataforma Netflix, ha publicado este abril en España Los cuatro vientos (Penguin Random House), una novela histórica ubicada en Texas durante la Gran Depresión, un periodo de crisis económica a la que se suma la climática a través de grandes sequías en la zona conocida como Dust Bowl (cuenco de polvo).
«Busco hablar de la forma en la que uno supera las dificultades. Todos estamos conectados: climatológicamente, sociológicamente… Me encantaría que la gente se diera cuenta de que necesitamos estar juntos, ayudarnos los unos a los otros mucho más de lo que lo estamos haciendo», desgrana la estadounidense. En este contexto, Hannah cuenta la historia de Elsa Walcott, una mujer con «poco autoestima y oportunidades, que acepta su vida como una visión establecida por otros», y que tendrá que elegir entre luchar por la tierra que ama o marchar lejos en busca de una vida mejor. «Pasa de ser una mujer frágil y temerosa a una auténtica guerrera que encuentra su voz y quiere hablar por si misma».
La génesis del libro llegó a la mente de la autora tras finalizar de escribir su obra El ruiseñor, que habla sobre las mujeres de la resistencia en la Segunda Guerra Mundial. «Muchos lectores me escribieron para decirme que figuras importantes de mujeres se habían perdido en la ficción. Entonces empecé a buscar relatos sobre cuestiones fundamentales que las mujeres han afrontado a lo largo de la historia», afirma. Esta búsqueda culminó en la Gran Depresión, escenario en el que comenzó a ahondar hace cuatro años para dar como resultado una obra marcada por la fortaleza de su protagonista, que llegó casi por casualidad. «Llevaba tres cuartas partes de libro cuando Elsa llegó como personaje secundario, pero había algo en ella que destacaba. Así que me armé de valor en dejar todo lo que había hecho y empecé de cero», apostilla Hannah.
«Es muy importante recordarnos a nosotras mismas lo mal tratadas que han sido las mujeres a lo largo de la historia y lo fuertes que podemos ser», desgrana la escritora, cuyos relatos destacan por la complejidad y profundidad de sus personajes femeninos. «Trato de crear seres humanos auténticos, que se muevan a lo largo de la historia como personajes de carne y hueso y no como prototipos», explica. Son personajes que recorren un escenario complejo, en el que confluyen desde los problemas de emigración y cambio climático hasta la abrupta diferencia entre ricos y pobres, temas que eran de importancia en 1930 y que son pertinentes hoy en día. «Es una forma que elijo para explicar que la historia siempre se repite. Jamás habría pensado que el libro se publicaría durante una pandemia, y tiene más sentido aún que cuando lo escribí», cuenta a Efe.
«Lo que he aprendido al escribir este libro es a comprender, entre otras cosas, la importancia del clima en la economía, y cómo el arraigo que la gente tenía a su tierra hizo que se quedaran allí a tratar de sobrevivir», explica la autora, quien afirma que al igual que ha sucedido con El baile de las luciérnagas, le gustaría que el formato pudiera adaptarse a la pantalla, consciente de que «el mensaje es difícil de adaptar».
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