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La barbera de Gijón

Todo ritual tiene algo de chifladura. El mío, recortarme la barba antes de afrontar una cita importante. “Si la barba está bien, yo me siento bien”.

—¿Conoce una barbería en el barrio? —pregunto.

—Enfrente tiene una peluquería de mujeres, tal vez se ocupen de su barba —responde el recepcionista del hotel Begoña.

Corre el año 1998, estoy en Gijón participando en el Salón del Libro Iberoamericano, dirigido por Luis Sepúlveda. En dos horas inauguro una exposición en el Centro Cultural Antiguo Instituto.

—Pasaba por aquí y me preguntaba si podría tallarme la barba.

—Tome asiento. ¿De turismo por nuestra ciudad?

—Bella y hospitalaria ciudad —asiento—. Estoy por trabajo. Le resumo, porque tengo prisa: soy argentino, me llamo Daniel, vivo en Francia y en un rato inauguro una exposición —respondí tajante, pensando que ante tanta información, la barbera de Gijón no seguiría preguntando.

—¿Cómo la quiere?

—¿Disculpe?

—La barba, ¿cómo quiere la barba?…

—No muy corta —digo, mientras la peluquera transformada en barbera comienza su trabajo.

—¿Y la exposición, de qué es?

—Fotografías de escritores.

—Mira tú. La señora también es escritora —y señala con las tijeras hacia el fondo del local.

¿Una provocación, una prueba? No puedo contener mi curiosidad, miro a mi vecina a través del espejo y pregunto:

—Qué maravilla pertenecer al mundo de las letras. ¿Novelista? ¿Cómo se llama, señora?

—¿Cómo me llamo o cómo me llaman? –responde, con misterio y coquetería.

—Bueno… ¿Cómo firma sus libros?

—Me conocen como Corín —pausa—. Corín —repite— Tellado.

***

—¿Y viejo?, ¿la retrataste, sí o no? —me apura Luis Sepúlveda.

—Tranquilo, hermano. Paciencia hasta mañana. Estoy invitado a su casa a las 11:00 para tomar el té —respondo, canchero.

La mítica Corín Tellado existe, la escritora de los “miles de libros” estaba viva, y en unas horas la visitaría en su casa. Era como conseguir una cita con Salinger o con Pynchon.

Me siento emocionado y nervioso. ¿Me dará tiempo de comprar bizcochitos y de cortarme nuevamente la barba antes de tomar el té con Corín?

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