En La Felguera los libros elegidos para su publicación no son «normales»; ahí reside su gran encanto. Rocha y Egea cuentan en Babelia su particular concepto de la literatura que llevan defendiendo durante dos décadas.
La Felguera no es estrictamente una editorial. O no es únicamente una editorial. Es más bien un juego, un secreto, una revolución. Casi lo mismo que podemos decir de cualquier buen libro, ¿verdad? El origen de este proyecto se remonta al año 1996. Entonces formaba parte de una resistencia cultural con una asociación que apostaba por la mixtura entre arte y política, por la independencia y el compromiso. Ese grupo de personas anónimas que se juntaba para hacer fanzines o para agitar conciencias se llamaba Colectivo de Trabajadores Culturales.
Ocho años después comenzaron su labor como editorial y sólo cinco más tarde arranca la actual etapa, la de sociedad secreta. “Todo surge como un juego que nos tomamos muy en serio. Un juego al que invitamos a los lectores. Hacemos un llamamiento a todos aquellos que se quieran convertir en agentes secretos a que se pongan en contacto con nosotros”, explica Beatriz Egea, editora de La Felguera. Es entonces cuando se produce el misterio y comienzan a recibir correos electrónicos que deben descifrar, telegramas, mensajes secretos… Y es que La Felguera Editores —un nombre que proviene de la famosa revolución asturiana de 1934 que tuvo su epicentro en el pueblo de La Felguera— propugna la reivindicación de los secretos, de tenerlos, de compartirlos, de contagiarlos: “Los secretos hacen que algo sea contagioso y más en un momento en que todo se sabe. Todos sabemos todo de todos. Nosotros, en cambio, queremos transmitir secretos que son pequeños pero que son nuestros”, comenta Servando Rocha, el otro editor de La Felguera.
Esos secretos, naturalmente, son los libros que publican. Con este manifiesto animan a su comunidad de lectores: “El acto de escribir se comunica bajo la forma de un secreto, y lo hace por medio de otro acto que lo revela: la lectura”. Si el secreto no es sólo una revelación y opera como un tesoro que conviene ocultar, los agentes de esta sociedad se preguntan: ¿Cuántos secretos podrá soportar esta sociedad? La respuesta estaría entonces en las pistas de las página de todo su catálogo. Unas pistas que deben ser seguidas y resueltas.
En el casting literario que los editores de La Felguera realizan siempre salen escogidos los caníbales, magos, asesinos, criminales, verdugos, revolucionarios… Nadie que se ajuste a la más mínima normalidad. Algunos de esos agentes dobles son William Burroughs, Patty Hearst, Alan Moore o Richard Yates. Su catálogo, de hecho, se vertebra a través de cinco colecciones: True Crime (criminales, submundo killer, subcultura y hampa y fueras de la ley), Artefactos (ediciones relacionadas con arte y activismo), Narrativas del Desorden (Novela y crónica periodística), Memorias del Subsuelo (Contracultura, teoría crítica, política, filosofía y vanguardias), Zodíaco Negro (ocultismo y fenómenos extremos como terrorismo). Muchos libros de La Felguera tienen algo que les distingue del resto: “Están creados desde cero, no se trata de traducciones, sino de libros que queremos hacer e investigamos el modo de hacerlo”, detalla Egea.
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: