En el aire en suspensión queda un rastro, un algo etéreo e indefinido que sobrevuela las palabras. Sólo al posarse sobre las superficies y los objetos percibimos su presencia, sólo al desaparecer los objetos, en el vacío que queda, percibimos su plena existencia, su huella. Así es la escritura de la poeta argentina An Lu (Laura Szwarc), una poética de la elipsis y la ausencia, donde la palabra negada es la reveladora de un significado que escapa a lo que no es intuición. Harina en vuelo (Eolas, 2023) desdice aquello que danza en el verso fragmentado, lo que en Es tirar el dado (BajAmar, 2022) surgía como silencio que designaba, aquí es indagación y germinación. Hay que leer más allá de la palabra, una palabra libre a la interpretación inacabable en diálogo con el lector, a cuyo imaginario y universo connotativo apela lúdicamente: El tiempo pasa. Pesa. / Pasa
Lo que no se dice es lo esencial. Ahí reside la potencia de este poemario de lenguaje fracturado, en que lo no dicho revela el lugar exacto donde lo innombrado enraíza y toma la forma de lo que indecible aprehende la vida. Versos cortos, sin apenas puntuación, con un juego esporádico pero acertado de figuras retóricas, palabras desnudas que retornan a la poesía su sustancia elemental con el fin de hurgarnos y deslumbrar con sus abiertos finales, conjuran esta poética:
Claroscuro
Silba
¿alguien?
en tu oído
Sugieren los versos desde la delicadeza y finura de la harina, desde lo minúsculo y cotidiano albeando todo aquello cuanto tocan, que no es sino cuanto acontece en la vida de la poeta. Sin duda, no sólo ese quehacer diario, como el pan del que nos alimentamos cada día y que nace de la harina, sino también su compromiso y conciencia social despliegan y arman las tres partes de este libro. No rehuye de su propia historia, aunque el desarraigo sea uno de esos invisibles hilos que trenzan su identidad, por ejemplo, al rescatar la memoria histórica de Argentina:
Ojal
La azafata
despliega
indicaciones
en el océano
queridos muertos
sin respuesta
todavía.
En una alusión al recuerdo de esos compatriotas que se opusieron a la dictadura de Videla, o de Pinochet en Chile, y que arrojados desde helicópteros al mar nunca fueron devueltos a la orilla. Una violencia institucional que el lenguaje no encubre sino que señala con insistencia. Su conciencia social aboga por temas diversos como la ecología, el veganismo, la migración de la que la poeta es hija o la justicia social:
Royal
Televisores encendidos.
Inundaciones
terremotos
miserias
mientras degustamos
la gelatina.
Los desastres naturales abocan en muchos puntos del planeta hacia la miseria y hambruna a sus habitantes, mientras el primer mundo observa desde sus pantallas, como si fuera una ficción, lo que acontece, quien ajeno a esa realidad sigue disfrutando de un plácido hedonismo. La poeta no permanece inmóvil, al contrario, vuela depositando sus versos sobre la verdad acusatoria, con imágenes que acuchillan nuestra boca tanto como nos fascinan en su sencillez:
Pronto volverán a caer los higos
Las uñas rojas
en la hoja blanca
El azar, el movimiento e incertidumbre de Harina en vuelo sigue la estela de Es tirar el dado, una danza vital reflejo de una diáspora que arroja a An Lu al ya mencionado desarraigo y a la incesante búsqueda de una identidad en la que posarse, como su harina, sacudo el mapa, porque su arriesgada escritura poética desplaza la palabra para asomarnos al abismo de lo incomunicado y desde ahí transgredir lo dicho, lo escrito, lo experimentado. Y frente a la fugacidad y desposesión del universo que rodea a la autora, frente a la impermanencia que nos sostiene, como acróbata, malabarista y danzante se define, se encuentran los libros trazando puentes invisibles, asentando en el lenguaje una realidad aparentemente intangible:
El libro
Lo lanzo lejos,
llega.
Y tú,
lo abres.
Los libros son refugio y destino en el que encontrarnos. No hay fragilidad, hay una rotunda voz. No hay ocultación, hay epifanía. No hay respuestas, hay interrogantes. Este es un poemario en permanente construcción desde un ausente significante o el desvelo de las palabras enmascaradas o la huella de lo que no se dice, de ese vacío que deja en el verso al posarse la harina en su vuelo.
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Autora: An Lu (Laura Szwarc). Título: Harina en vuelo. Editorial: Eolas. Venta: Todostuslibros.
PALABRA
●»HAY QUE LEER MÁS
ALLÁ DE LA
PALABRA, UNA
PALABRA LIBRE A LA
INTERPRETACIÓN
INACABABLE EN
DIÁLOGO CON EL
LECTOR , A CUYO
IMAGINARIO Y
UNIVERSO
CONNOTATIVO
APELA LÚDICAMENTE»
«PALABRAS DESNUDAS
QUE RETORNAN A LA
POESÍA SU
SUSTANCIA
ELEMENTAL»
«SU ARRIESGADA
ESCRITURA
POÉTICA DESPLAZA LA
PALABRA PARA
ASOMARNOS AL
ABISMO DE LO
INCOMUNICADO Y
DESDE AHÍ
TRANSGREDIR LO
DICHO , LO
ESCRITO , LO
EXPERIMENTADO» .
«UN AUSENTE
SIGNIFICANTE , O EL
DESVELO DE LAS
PALABRAS
ENMASCARADAS , O LA
HUELLA DE
LO QUE NO SE
DICE , DE ESE VACÍO
QUE DEJA EN EL
VERSO»
Patricia Crespo
Alcalá sobre la pieza
Literaria de Laura
Szwarc , An Lu («poética
de la elipsis y la
ausencia» , «PALABRA
NEGADA= REVELADORA
DE SIGNIFICADO
FUERA DEL
CÁNON DE LA
INTUICIÓN . Esencia
y modismos pertenecientes, en general , a la
poeta y dramaturga).
LA PALABRA OCUPA
ESPACIO.
LA PALABRA SIEMPRE
DICE ALGO.
LA AUSENCIA DE
PALABRA HABLA POR
SU INEXISTENCIA NO
PORQUE NO
EXISTA ALGO.
EXISTE, NO SE NOMBRA.
LA PALABRA PUEDE
ESTAR SIN «LA ROPA»
(PUNTUACIÓN).
LA PALABRA
PUEDE CUBRIRSE DE
UNA MÁSCARA
FABRICADA POR OTRAS
PALABRAS.
LA PALABRA
ES DOMINANTE: SU
AUSENCIA SE LEE
COMO «HUELLA».
LA LIBRE
INTERPRETACIÓN SE
TEJE CON PALABRAS.
PALABRA = VIDA.
LA AUSENCIA DE
PALABRA SE LLENA
CON OTRAS PALABRAS
PORQUE ES
INADMISIBLE QUE LA
PALABRA NO ESTÉ.
DIVINA MUSA y yo.
«LA HUELLA
DE LO QUE NO SE
DICE»
«NO HAY
FRAGILIDAD, HAY UNA
ROTUNDA VOZ».
«NO HAY
OCULTACIÓN , HAY
EPIFANÍA» .
Patricia Crepo Alcalá
respecto de «HARINA EN
VUELO» , su Confección.
Exacto: LA AUSENCIA
DE PALABRA NO
ES SÍNTOMA DE
DEBILIDAD.
LA AUSENCIA DE
PALABRA ES ,
PERFECTAMENTE, EL
GRITO ENSORDECEDOR
DE MENSAJE
(CONTENIDO) CLARO.
LO SÉ BIEN. LO
PERMITISTE VOS.
11/12/2019
● «LEER MÁS ALLÁ
DE LA PALABRA»
● «NO HAY
OCULTACIÓN, HAY
EPIFANÍA».
PATRICIA
CRESPO ALCALÁ
EN CADA PALABRA
(HABLADA –
ESCUCHADA –
LEÍDA –
HABLADA) EXISTE UN
COMPONENTE
ESPIRITUAL.
Germen: Alsina 798 entre
Mitre y Roca.
Ciudad bonaerense de
Burzaco. Argentina.
LAS PALABRAS TIENEN
UNA ENERGÍA POSITIVA O
NEGATIVA.
La Esencia Pertenece a
Edir.
Todo es mentira
Verdad es el corazón que late.