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La importancia de saber leer

La importancia de saber leer

Mario Vargas Llosa pronunció una frase que me sorprendió por su aparente sencillez y a la vez lo excepcional del contenido. Nada más empezar su discurso de aceptación al Nobel de Literatura afirmó que lo más importante que le había ocurrido en la vida había sido aprender a leer. El hecho de que un escritor tan reconocido mundialmente dijera aquello en uno de los momentos más cruciales de su vida me hizo pensar.

La lectura es un privilegio del que no somos conscientes, convencidos de que lo adquirimos sin demasiado esfuerzo y que dominamos como algo natural, porque es cierto que, en estos tiempos, la inmensa mayoría de los que vivimos en lo que llamamos Occidente hemos tenido la fortuna de aprender a leer. Sin embargo, considero que no alcanzamos a valorar en toda su dimensión este aprendizaje, que nos otorga una infinidad de posibilidades de mejorar nuestra existencia. Al aprender a leer se nos abre todo un mundo de oportunidades, pero está en nuestra mano aprovecharlas o dejarlas pasar y permanecer, aun sabiendo leer, en una incultura permanente.

"La lectura nos hace reaccionar, despierta nuestra mente, nos mantiene alerta"

La lectura es como el ejercicio físico: es necesario entrenar los músculos, coger fondo, capacitar a los pulmones para responder a las necesidades del esfuerzo realizado. Lo mismo ocurre con la lectura: necesitamos entrenar, coger fondo y adiestrar nuestra mente y concentración con el fin de conseguir una lectura más profunda, más consciente y más provechosa al ejercitar las funciones desde el control de mandos que es nuestro cerebro.

De nuestro nivel de lectura dependerá la forma y manera de relacionarnos con nuestro entorno, de hablar y de escuchar. Se puede vivir sin saber leer. A lo largo de la historia millones de personas lo han hecho, y son muchos los que aún carecen de este aprendizaje; incluso, aun habiéndolo adquirido, se puede no aprovechar tan extraordinario privilegio. De estos últimos los hay en más abundancia de lo deseable. Pero resulta irrefutable que si uno no lee o lee poco, o solo lee basura, su paso por la vida será más limitado, más restringida su realidad porque tendrá menos herramientas con las que comunicarse y entender su entorno y contará con un vocabulario más reducido para dialogar, para aprender o para sentir.

La lectura nos hace reaccionar, despierta nuestra mente, nos mantiene alerta, es un acicate que nos incita a rebelarnos cuando algo no nos gusta o nos incomoda, o nos parece injusto o reprobable. Leer nos puede ayudar incluso a reconocer nuestros propios miedos, a identificar carencias e inquietudes que nos agobian sin que sepamos definirlas, y que podemos llegar a resolverlas, gestionarlas o afrontarlas, al ver reflejada nuestra propia existencia desde un punto de vista distinto.

"Una sociedad leída será capaz de plantar cara a cualquier poder"

Porque haber aprendido a leer no es suficiente. Si no aprovechamos las oportunidades que nos ofrece esta enseñanza seremos más vulnerables y quedaremos a expensas de los que controlan la información y el poder, y por tanto podremos ser manipulados, dirigidos y sometidos con extraordinaria facilidad. Los que manejan ese poder no solo se encuentran en la política, también están en los medios de comunicación, y ahora en las redes sociales, donde se tiende a crear corrientes de opinión. Tenemos acceso casi ilimitado a la información sin filtros y deberíamos ser capaces de cribar los mensajes que recibimos y esforzarnos por contrastar la veracidad de las noticias que se nos lanzan. Es nuestra responsabilidad forjar un pensamiento crítico, para beneficio propio y de todos.

Una sociedad leída será capaz de plantar cara a cualquier poder que pretenda arrebatarnos el Estado de derecho y las libertades en las que vivimos.

Por eso, la importancia no está en el aprendizaje, sino en saber aprovecharlo.

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Miguel romero
Miguel romero
1 año hace

Esta señora cada novela que escribe se va superando. Se ha convertido en mí escritora favorita. Las últimas novelas me han encantado y engancho. Además como dice la lectura nos transforman y no hace más libres

Josey Wales
Josey Wales
1 año hace

Aún podría apuntarse más virtudes de la lectura, pero si no se lee no es por eso. El asunto es que el hombre moderno no quiere ser libre, ni saber más, ni conocerse a sí mismo, ni ser hombre siquiera.

Ricarrob
Ricarrob
1 año hace

Leer está indefectiblemente unido a la otra actividad imprescindible: escribir. Si se quiere, ya que fue primero en en tiempo (primero se inventó la escritura), incluso más importante todavía.

Mi infancia discurrió en un tiempo en el que todavía se consideraba muy importante saber escribir y hacerlo bien. A mano. Con buena letra. La caligrafìa, aunque ya no revestía el carácter de arte como en Oriente, constituía toda una ciencia. Algo bonito, estético. Es un placer leer los manuscritos antiguos con esas caligrafías excelsas que pintaban nás que escribían.

Hoy no se da importancia ni a la escritura a mano ni a la caligrafía. Se ha perdido… como tantas cosas…

Josey Wales
Josey Wales
1 año hace
Responder a  Ricarrob

Estoy esperando encontrarme, un día de estos, con un titular sobre algún estudio de la Universidad de Villacolgante que nos descubra las excelencias de la caligrafía para la formación del cerebro infantil, la psicomotricidad y hasta el sentido estético… Aunque creo que el sentido estético, necesario para el buen gusto, está perdido para siempre, como la Atlántida. Saludos.

Ricarrob
Ricarrob
1 año hace
Responder a  Josey Wales

Saludos en un día triste…

Lo de la Atlántida, por lo menos fue épico, si hacemos caso a Platón. Algo de razón debía de llevar el hombre. Por lo menos fue un final de naturaleza oceánica desatada, esa que nunca podremos dominar, un final apoteósico, dramático y sublime, un buen final, en mi opinión.

Hoy, no se trata de eso. El final es de descomposición, el hundimiento es en un mar de detritritos hediondos, malolientes, una decadencia progresiva en la que se va perdiendo todo lo mejor del ser humano. Esta Atlántida no tiene épica ninguna es escatológica.

Saludos.

Raoul
Raoul
1 año hace

Coincido con las reflexiones de la autora, aunque me pregunto quién tiene capacidad para establecer qué es o qué no es basura literaria: a mí, por ejemplo, aún siendo un autor al que admiré tiempo atrás, me parecen basura alguna de las últimas novelas y muchos de los últimos artículos que he leído de Vargas Llosa.