La llegada
La oigo, es la de siempre, furgoneta blanca, inofensiva (o eso cree el que la transporta), pero esta vez no es así, aparca y veo al transportista que revisa el albarán como siempre, pero esta vez no lo es, abre la parte trasera y recoge el bulto, parece un bulto cualquiera como cualquier otro día, pero yo sé que esta vez no es así, pica a mi puerta y ya está… No hay vuelta atrás, ha llegado el momento de tenerlo en mis manos. Sonríe (pobre iluso, no sabe lo que lleva entre manos), le pongo mi mejor cara aun sabiendo que está vez lo que recojo tiene peligro, mucho peligro, pero intento disimular, firmo el albarán y… ya es mío!!! Miro a mi alrededor, no veo “a los malos”, él siempre está buscado y en cualquier momento pueden aparecer para detenerlo, pero yo tengo vía libre. Entro y me pongo cómodo, abro el paquete y ya está, estoy en peligro desde ese mismo momento.
Portada blanca y negra cuidada con la foto de él, Sir Michael Caine, hace de la misma una obra de arte y ya no puede haber arrepentimiento, Jack Carter ha regresado y ha vuelto a entrar en mi vida.
La lectura
Jack Carter no es un tipo cualquiera: como diría mi hijo Pablo es un “Pro” (cómo nos tenemos que ver por la influencia de Internet), asesino a sueldo, sí, pero de los “Pro” empático, canalla, irónico y además guapo (lo es, por eso le hace el salto a su jefe), vuelve a llevarnos por las calles de ese Londres de finales de los setenta.
Es Navidad en Londres, el control de la ciudad por parte de los Fletcher se tambalea, Jimmy Swann ha desaparecido y todo hace indicar que tiene un trato con la “poli” y esto significa problemas para “los hermanos” y por ende para Jack Carter.
En un viaje contrarreloj por las nevadas calles de Londres, Carter y su socio de “visitas”, Con McCarthy, nos zambullen en los lugares más sombríos de la ciudad, luces de neón, pubs, prostíbulos donde matones, polis corruptos, prostitutas y hasta abogados serán los compañeros de viaje en esta historia.
Conclusión
Me gustan los Jacks (Jack Carter, Jack Taylor y pese a meterle caña me gusta hasta Jack Reacher) pero sobre todo Carter. Ted Lewis hace lo difícil sencillo. En un momento del género en el que todas las editoriales nos presentan autores que dan una vuelta más a la novela negra es necesario recuperar las bases y leer a tipos que solo escriben novela negra sin más, y como dice mi amigo Jordi Canal, en este país la novela negra (la de verdad) solo nos gusta a cuatro.
Así que espero que tú seas uno de los dos que nos faltan.
Felices lecturas en negro.
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Autor: Ted Lewis. Título: La ley de Carter. Editorial: Sajalín. Venta: SomNegra
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