La máquina del mundo, la tercera obra de Norberto Ruiz Lima, es una novela de viajes, pero también de aventuras y romances, que retrata la sociedad latinoamericana y española de finales del XIX y que mezcla ficción, realidad y pasiones viscerales, en palabras del autor a EFE.
Una historia sobre cómo el alma sigue esclava del amor y la violencia que se genera cuando surge la pasión entre dos mujeres en un escenario decimonónico.
Ruiz Lima, que además ha vivido situaciones extremas como militar en cinco misiones internacionales, defiende en la novela recién publicada (Ediciones Ruser) que el amor, el odio y la violencia llevan a «hombres buenos a hacer cosas irracionales» en situaciones complejas tanto sociales, familiares o de amor/desamor.
Una obra en la que distintos narradores intercalan historias en las que se mezcla ficción, realidad, historia y pasiones viscerales y que tiene una patente influencia de la literatura latinoamericana de los 60 y 70 del siglo pasado.
Así como con guiños a la generación del 27. «La realidad verdadera de cada uno es la que conforma cada individuo, mezclando lo que vive y percibe, independientemente de lo que cree un tercero a la hora de visualizar el mundo exterior», explica Ruiz Lima.
En La máquina del mundo, título inspirado en una cita de Jorge Luis Borges en El hacedor, se entrecruzan historias del capitán español Pascual Pareja a ambos lados del Atlántico.
Un relato que nace en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y en el que tiene un especial protagonismo un amor no comprendido a finales del XIX entre su hija y una noble casada, que se fortifica cuando huyen por Latinoamérica perseguidas por el deshonrado marido que busca sangre.
El capitán Pareja intenta «alcanzar la inmortalidad» contratando narradores para que escriban cómo intentó conquistar el poder mediante el casamiento con una noble, cómo hizo las Américas o intentó proteger a su hija, mientras a lo largo de las décadas se descubre que «las revoluciones se hacen para cambiarlo todo, pero para que todo siga igual».
Ruiz Lima comenzó a escribir la novela, llena de erotismo, en 1985, pero es ahora cuando se publica tras la evolución de «una sociedad conformada por almas en las que pasión y la violencia siguen imperando, aunque esta última esté frenada dependiendo de la región del mundo en la que se viva».
«En Bosnia o Líbano vi que, cuando la violencia se desata, pinta las paredes del alma» y es una de las realidades que florecen al leer la obra, «sin olvidar que se trata de hombres y mujeres del XIX en ambientes de piratería y lejos de los patrones y las legislaciones del occidente actual».
Aunque también destaca que la historia de Regina (hija de capitán), que se fuga con otra mujer e intenta desarrollar en Brasil una comunidad regida por mujeres, demuestra que muchas nobles de aquella época no eran simples figuras de adorno.
«Todo ha cambiado para que todo siga igual. En el alma del hombre, el amor y la violencia hacen que sea capaz de cualquier cosa, como se ve en algunos países en los que conviven varios idiomas, culturas y/o razas, e imperan las diferencias sociales. No existen las circunstancias o la justicia que en occidente creemos universales y las pequeñas chispas provocan el caos total y la violencia extrema», concluye.
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