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La memoria sentimental

¿Existe una memoria sentimental? Esta es la pregunta que Victoria Zambrana Hervás lanza en este making of sobre la gestación de su primera novela, una ficción que narra la huida y retorno de una mujer que, tras vivir un profundo desamor, abandona Sevilla para vivir en Barcelona, en Madrid y, al final, de nuevo en su ciudad. Porque, como todo el mundo sabe, es inevitable acabar regresando a Sevilla.

En este making of, Victoria Zambrana Hervás cuenta el origen de La orilla de la memoria (Aliar).

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Siempre me han obsesionado los recuerdos. Hay algunos, como hablo en mi novela, que se nos aparecen a traición, cuando más relajados estamos, y por mucho que nos empeñemos en eliminarlos vuelven a resurgir por otros lados, como burlándose de nuestra ingenuidad. ¿Por qué olvidamos, por ejemplo, lo que hicimos la semana anterior y sin embargo se nos clavan en el alma otros acontecimientos como astillas inamovibles? Creo que la explicación reside en algo cierto: existe la memoria sentimental. En esta novela quería realizar, a través de una historia de corte intimista y psicológico, un profundo análisis de un problema más frecuente de lo que imaginamos: que ciertos recuerdos se enquistan, lo que nos hace quedarnos anclados en el pasado, no vivir con plenitud y consciencia el presente, y no poder estar abiertos a la sorpresa del futuro. Ese futuro que anhelamos y en el que deseamos que se cumplan nuestros sueños. Sin ellos caemos en una vida repleta de amargura.

Asimismo, quería profundizar en el sufrimiento de las mujeres que padecen la lacra del maltrato. No es el tema principal del libro, sino una subtrama que intenta reflexionar sobre esta cruel realidad, a la que parece que nos estamos acostumbrando; cuando en realidad se debe erradicar de manera implacable desde sus inicios.

"Reconozco que es un tema, el de la memoria, que siempre me ha conmovido profundamente, quizás porque yo misma he sido consciente de los efectos de una memoria excesiva"

También me interesaba conectar la dificultad que persiste en Mar, la protagonista de la novela, de olvidar ciertos recuerdos, con algo todavía más grave que empieza a padecer cuando vuelve a Sevilla: el Alzheimer. Memoria excesiva que se convierte, posteriormente, en defectuosa. Las reflexiones en primera persona sobre el miedo ante la pérdida prematura de memoria que está experimentando las he escrito poniéndome en su piel. O más bien tendría que decir en su mente. He visto en familiares cercanos los efectos de esta enfermedad, y una de las cosas que más me ha asombrado ha sido como, en medio de la nebulosa de la mente que olvida, permanecen intactos muchos de los recuerdos de la infancia.

Como consuelo al miedo de ser consciente de estar perdiendo sus propios recuerdos, la protagonista se refugia en su antiguo hogar de la calle Betis, en el barrio de Triana. La orilla del río Guadalquivir es el escenario de su infancia y primera juventud. El hogar al que uno siempre quiere volver en momentos de desesperanza e incertidumbre, cuando el presente se desdibuja y es sustituido por el pasado remoto.

"He investigado de madrugada, y redactado casi toda la novela en una oscuridad iluminada tan solo por la luz del móvil, en el que escribía de manera casi compulsiva todas las ideas que después ponía en pie con la claridad del día"

Reconozco que es un tema, el de la memoria, que siempre me ha conmovido profundamente, quizás porque yo misma he sido consciente de los efectos de una memoria excesiva. El recordar detalles muy nítidos, con fechas exactas, lugares concretos y hasta reproducir un diálogo pasado, puede ser una bendición pero también una especie de castigo. ¿Cómo te desconectas de tantos datos que pueblan tu cerebro? El sueño podría ser una bendición para el que tiene la suerte de dormir de un tirón, que no es mi caso. Porque han sido precisamente mis noches de insomnio las que han facilitado esta historia. He investigado de madrugada, y redactado casi toda la novela en una oscuridad iluminada tan solo por la luz del móvil, en el que escribía de manera casi compulsiva todas las ideas que después ponía en pie con la claridad del día.

He recorrido la calle Betis hasta llegar al domicilio de la protagonista. Desde la arquitectura que se observa desde allí, hasta los bares, cafeterías y fachadas de las casas, todo ha cambiado desde mi juventud. A la Triana de entonces apenas se la reconoce en ciertos lugares, como el tramo que transcurre desde la parte peatonal de la calle San Jacinto hasta el Altozano, y eso es lo que Mar observa después de tantos años fuera de Sevilla. Se siente como una turista más.

Mar contempla el río, el puente de Triana y el Altozano, pero solo ve su pasado, porque el presente se va evaporando sin remedio.

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Autora: Victoria Zambrana Hervás. Título: La orilla de la memoria. Editorial: Aliar. Venta: Todostuslibros.

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Alfonso
Alfonso
11 meses hace

Magnífica novela. Te engancha nada más empezar a leerla. Más que recomendable. Te quedas con ganas de que no acabe. Muy dialogada, como para hacer una película de ella. Sensibilidad derrochada. Analiza a la mujer, al hombre, al entorno, con una descriptiva propia de quien ha indagado en la psique humana.

Última edición 11 meses hace por Alfonso