La mujer del reloj, de Álvaro Arbina

La mujer del reloj es la primera novela que publica Álvaro Arbina, un escritor joven, nacido en Vitoria en 1990. Es una novela histórica ambientada en los años de la invasión napoleónica, entre 1808 y 1813. Está estructurada en cuatro partes, dispuestas cronológicamente y que señalan al mismo tiempo los diferentes espacios en los que se desarrolla la acción, siguiendo las peripecias de los protagonistas: «Tierras del norte», «Dos ciudades. Dos mundos», «La isla de Cabrera» y «La Orden de los Dos Caminos” son los títulos de cada una de esas partes de la novela. En ellas se recrean cuatro escenarios: la llanada alavesa, de nieblas matinales, grandes bosques y una vida rural tranquila antes de que se instalara allí el odio y la violencia; el Madrid caduco y en crisis de principios del siglo XIX; la ciudad de Cádiz, símbolo de una modernidad que representa lo que pudo haber sido un futuro que fue truncado por el fanatismo; y la isla de Cabrera convertida en prisión de los soldados franceses a partir de la batalla de Bailén, que tiene el triste privilegio de ser el primer campo de concentración de la historia.

De la lectura de este libro destacan varios aspectos. En primer lugar, la rigurosa documentación del relato, en el que el autor ha buscado recrear sin anacronismos la geografía, las ciudades, los caminos, las batallas, estrategias de guerrilla, costumbres y toda la ambientación en la que transcurre la historia. Durante los años que abarca se produjeron episodios claves que iban a marcar la historia contemporánea, desde la invasión napoleónica, el motín de Aranjuez, la caída de Godoy, la coronación de Fernando VII, el levantamiento del 2 de mayo, la entrada de José Bonaparte, la redacción de la Constitución de 1812 en Cádiz. Ese trasfondo está desarrollado en el libro de una forma precisa, combinando en el entramado histórico intrigas, aventuras y elementos de ficción que el propio autor ha querido delimitar en una amplia “Nota” explicativa al final del libro.

La trama de ficción cuenta las andanzas del joven Julián de Aldecoa, que participa en esos acontecimientos empujado por dos motivos: huir de un personaje cruel y atormentado, el general francés Louis Le Duc, que le persigue por toda la Península, y averiguar él mismo las razones del asesinato de su padre, que era miembro de la Orden de los Dos Caminos, una sociedad secreta inspirada en hermandades y logias que estuvieron presentes en no pocas conspiraciones de la época.

Con esos componentes, La mujer del reloj recuerda a escritores franceses como Dumas o Víctor Hugo y al Galdós de los Episodios Nacionales, al recrear momentos de la historia del siglo XIX entrelazados con crímenes, melodramas, enfrentamientos bélicos y amores imposibles.

El libro transmite la radiografía social de un mundo engañoso, donde políticos e invasores emplean un doble lenguaje, en el que no se corresponde lo que prometen con sus verdaderas pretensiones y con lo que hacen en realidad; la guerra no es un escenario de gloria y honor, sino “un infierno sucio y cruel” (pág. 449); y el pueblo vive en medio de la miseria, traicionado y pendiente de unas reformas necesarias que no se realizarán nunca.

Julián de Aldecoa es un joven de dieciséis años que crece en esos tiempos difíciles. El relato de sus experiencias hace de La mujer del reloj una novela de formación y de aprendizaje. Conoce el abandono, la traición y el crimen; aprende que cada uno ha de hacerse su propia vida; ve en los campos infames de Cabrera que el odio y la compasión no se deben a la pertenencia a un país o a un grupo social, sino que son responsabilidad de cada persona; y reafirma al final la capacidad humana de redimirse,  a pesar de los errores (pág. 666).

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Título: La mujer del reloj. Autor: Álvaro Arbina. Editorial: Ediciones B. Páginas: 692. Ediciones: Papel y ebook