La noche de Djuna Barnes

Estudió Arte, trabajó como periodista e ilustradora y publicó su primer libro a los veintitrés años, compuesto por ocho poemas y algunos dibujos, al que le puso un título provocador, que no atrajo sin embargo la curiosidad de los lectores: El libro de las mujeres repulsivas.

En 1920 se trasladó a París y vivió desde entonces en compañía de una bohemia intelectual y adinerada durante los años de entreguerras. Allí conoció a James Joyce, a Stein, a Colette y a Renée Vivian; frecuentó el «Templo de la Amistad», en la rue Jacob, el salón literario de Natalie Clifford Barney —apodada «la Amazona»—; mantuvo una relación tumultuosa con Thelma Wood —también lesbiana—, que vivía perseguida por el alcohol y la locura; y alternó la literatura con los amores, el fulgor nocturno y un trabajo pasajero de comediante en la troupe de Eugene O’Neill, mientras vivía del mecenazgo generoso de su amiga íntima la coleccionista Peggy Guggenheim.

Durante esos años compuso su breve obra literaria, que algunos críticos han considerado de las más representativas del siglo XX. En 1928 publicó la primera  novela, titulada Ryder, y El almanaque de las mujeres, un libro tierno e irónico acerca de varias lesbianas famosas radicadas en París. El libro fue prohibido en los Estados Unidos, mientras varias de sus amigas vendían los ejemplares por las calles de la  capital francesa. Al año siguiente publicó un libro de relatos titulado Una noche entre los caballos, que sería definitivamente reeditado en 1962 con el título El vertedero.

El bosque de la noche es su gran obra. Se publicó en Inglaterra en 1936, con un prólogo elogioso del poeta T. S. Eliot que contribuyó a su éxito. Un mundo decadente, bohemio y atormentado es el escenario de esta novela, centrada en la disputa del amor de una joven, Robin Vote, por parte de tres personajes: su marido ocasional Felix Volkbein, su amante Nora Flood y la intrusa Jenny Petherbridge. Mediante continuos soliloquios, con una construcción narrativa lenta y fragmentada, la novela se convierte en un alucinante viaje al fondo de la noche, en el que asistimos a la destrucción progresiva de todos los personajes; hasta la escena final, conmovedoramente patética, en la que Robin, aturdida por la locura, se enfrenta a cuatro patas a un perro, ladrando como él, acosándolo y gruñendo hasta la extenuación.

El bosque de la noche es el testimonio desesperanzado de un naufragio. «Una de las más crueles y genuinas versiones contemporáneas del descenso a los infiernos», la calificó Ricardo Gullón; y otros críticos la han interpretado como un reflejo de su tormentoso amor con Thelma Wood, sugerido desde el mismo título de la novela: Nightwood.

Cinco años después de su publicación, en 1941, Djuna Barnes regresó a los Estados Unidos. Tenía cuarenta y nueve años. Había sido una de las mujeres más distinguidas y hermosas del París de los años veinte. Casi al final de su vida, en una ocasión en que no supo reconocer el rostro ajado de una de sus amigas de juventud, se disculpó resignada: «Mira a lo que nos reduce  la edad».

Durante años vivió aislada en su apartamento, sin querer recibir a nadie. Escribía con delirio, pero no consiguió terminar más que una obra de teatro, La antífona, mientras batallaba contra el alcohol y las depresiones.

Los últimos años los pasó retirada en su habitación del Village, sola, enferma, casi ciega al final. Murió el 18 de junio de 1982.

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Autora: Djuna Barnes. Título: El bosque de la noche. Editorial: Seix Barral. 2022. Páginas: 232 páginas. Venta: Todostuslibros