“Siempre quise convertir a mis padres en personajes de novela”, ha escrito Elvira Lindo. A corazón abierto es la realización de ese deseo. En este libro indaga en el pasado, reúne los recuerdos que tiene sobre sus padres y escribe su novela familiar. Este libro se inscribe en la tradición de la literatura memorial que ha hecho de la propia familia un tema literario. Desde que Freud publicara La novela familiar del neurótico y Kafka su Carta al padre, han sido varios los autores que han cultivado este género. Novela familiar tituló el alemán John Lanchester su obra más reconocida. Y el noruego Karl Ove Knausgård comenzó los seis libros que componen su voluminosa autobiografía novelada con La muerte del padre. La italiana Natalia Ginzburg concentró en Léxico familiar los recuerdos de su infancia y juventud. Y el americano Paul Auster inició con La invención de la soledad la línea más importante de su literatura.
En este contexto, son numerosos los ejemplos de autores españoles contemporáneos que se inscriben en esta tendencia, que se ha convertido en una de las más prolíficas de la narrativa actual. Por citar solo alguna de las publicaciones más recientes, no deben olvidarse títulos como El mundo, de Juan José Millás, El balcón en invierno, de Luis Landero, Ordesa y Alegría, de Manuel Vilas, No entres dócilmente en esa noche quieta, de Menéndez Salmón.
Elvira Lindo comenzó en la literatura por el costumbrismo testimonial, en la serie de Manolito Gafotas, con la que obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 1998. En sus crónicas y artículos periodísticos, recopilados en cuatro libros, ha destacado por su capacidad de observación de la realidad y por la habilidad para reproducir la frescura del lenguaje coloquial. Su dominio de los diálogos lo reflejan las obras de teatro y guiones de cine en los que ha trabajado. Y su obra narrativa, que comenzó con El otro barrio y se consolidó con el premio Biblioteca Breve por Una palabra tuya, se completa hasta el momento con otros cinco libros. De estos, la línea más relevante es aquella que aborda aspectos personales y memorialísticos, a través de títulos como Lo que me queda por vivir, Lugares que no quiero compartir con nadie y Noches sin dormir. En esa línea autobiográfica es donde hay que situar este último libro titulado A corazón abierto.
Esta obra es un ejercicio de observación: de las personas que habitan sus páginas, de una familia, que es la suya, y de una sociedad, que es la España nacida de la Guerra Civil. El retrato de los personajes es un aspecto clave del libro. Describe su comportamiento sin tapujos cuando son incapaces de sentir la melancolía, la añoranza de los demás o el afecto. Se remonta a la abuela paterna, a la que define como severa, tacaña, orgullosa y avara. Era propietaria de una casa de huéspedes en Málaga, amasó una considerable fortuna, pero acabó en la ruina.
La figura central del libro es el padre, Manolo Lindo. Tenía nueve años cuando le enviaron a vivir a Madrid, con una tía que le maltrataba. Era el año 1939, apenas acabada la guerra. Salió adelante gracias a su actitud valiente y temeraria. En el libro representa las contradicciones de todo ser humano. Es imprevisible, capaz de pasar en un instante “de la calidez a la furia”. Parecía fuerte, pero el tiempo le hizo frágil. Aquel niño que sorteó las penurias de la posguerra se revela al final de su vida como “una criatura desamparada que si bien sobrevivió a todo aquello, quedó marcado para siempre por heridas profundas” (pág. 26).
A corazón abierto no es una obra de ficción. Es un ejercicio de memoria. Elvira Lindo recupera imágenes del pasado mediante asociaciones, sin seguir un estricto orden cronológico. Recupera la imagen de su madre, enferma y vulnerable. Y recupera también su propia imagen. A corazón abierto es un libro de reconocimiento. Su infancia fue un tiempo de asombros, que estuvo marcado por el nomadismo del trabajo de su padre, por los viajes, la escuela, la enfermedad de la madre, los miedos, las tensiones, la orfandad. Elvira Lindo se mira en el espejo y ve una niña que se enfrenta demasiado pronto al aprendizaje de que “la vida es un llegar e irse”. Que ha de asumir de repente, ante el rostro amarillo de su madre enferma, “que sus días de infancia están contados”. Y ve en un segundo la llegada del momento “en que todo se hizo pedazos, la fe y la dulce inocencia” (pág. 188).
A corazón abierto es también el retrato de una sociedad: la España del último medio siglo, en la que conviven desigualdades sociales y progreso, clandestinidad política, construcciones de embalses y vida universitaria. Una sociedad arraigada en la miseria de una posguerra larga y difícil. Este libro recupera el pasado de un país, de una familia y de la propia autora. “Cuando tu vida se va plagando de ausencias demasiado pronto –escribe– has de esforzarte por no perder los rostros y las voces en la bruma del recuerdo” (pág. 79).
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Autora: Elvira Lindo. Título: A corazón abierto. Editorial: Seix Barral. Venta: Amazon
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