Glenn Ford pasó a la historia del cine por una bofetada. Esa escena de Gilda, junto a Rita Hayworth, fue tan icónica que eclipsó el resto de una carrera cinematográfica llena de buenas actuaciones. A pesar de su gran tirón en la taquilla, con Ford siempre hubo la sensación de que podía haber sido mejor actor si hubiera tenido otros papeles en la gran pantalla.
Las 10 mejores películas de Glenn Ford
Repasamos las 10 mejores películas de Glenn Ford. Entre ellas hay unas cuantas de su mejor época, la la década de los años 50. En esta selección hay cine negro, western y hasta comedia. De hecho, su mayor reconocimiento lo tuvo con Un gánster para un milagro, una actuación que le valió un Globo de Oro.
1.- Los sobornados (Fritz Lang, 1953)
2.- Deseos humanos (Fritz Lang, 1954)
3.- Gilda (Charles Vidor, 1946)
4.- Un gánster para un milagro (Frank Capra, 1961)
5.- Semilla de maldad (Richard Brooks, 1955)
6.- El tren de las 3:10 (Delmer Daves, 1957)
7.- Llega un pistolero (Russell Rouse, 1956)
8.- Furia en el valle (George Marshall, 1958)
9.- Cimarrón (Anthony Man, 1960)
10.- Rapto (Alex Segal, 1956)
De los diversos largometrajes incluidos en la lista, «Los sobornados» y «Un gángster para un milagro» me parecen auténticas obras maestras; de hecho son lo que yo podría llamar -y séame perdonado el recurrir a una expresión tan trillada- dos de las películas de mi vida.
Aunque sin llegar a tan sublimes alturas, creo que son también muy notables «Gilda» y «Deseos humanos».
En cambio, opino que «Semilla de maldad» y «Cimarrón», incluso no resultando enteramente desdeñables, forman parte de lo más flojo de las respectivas filmografías de sus excelentes directores.
«El tren de las 3:10» ya sí que la considero abiertamente mala, a pesar de su inexplicable prestigio.
En cuanto a las demás, ni las he visto ni siento unos vehementes anhelos de verlas, si bien admito que puedo estar equivocado al respecto, mísero humano como soy.
Por último echo en falta cuatro cintas excelentes para mi gusto: «El desertor de El Álamo», «Jubal», «Los cuatro jinetes del Apocalipsis» y «El noviazgo del padre de «Eddie»; y agradezco que se hayan omitido algunas medianías tales como «Chantaje contra una mujer», «¿Arde París?», «La batalla de Midway» y «Superman».
Tengo la impresión de que Glenn Ford era un actor maravilloso que con demasiada frecuencia intervenía en filmes que no se lo merecían. Acaso encierre un genuino interés «Cita en Honduras», que es la única muestra de su carrera que me apetecer conocer de entre las que aún no conozco.
Completamente de acuerdo. No contar con LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS, JUBAL o COWBOY de Elmer Daves o un Minelli como EL NOVIAZGO DEL PADRE DE EDDIE, me parece un pecado. ¡A la horca!
Le agradezco sinceramente, mi entrañable y desconocido amigo José Pertierra, su apoyo entusiasta a mi anterior comentario y su oportuna reivindicación del incomparable Vincente Minnelli; pero siento matizar que no comparto su entusiasmo por «Cowboy» de Delmer Daves, una película que, aun cuando en principio parecía tenerlo todo a su favor, encontré lastimosa en razón de su muy tosca combinación de aventura y comedia. Qué se le va a hacer. Pero claro está que es bueno que existan discrepancias de opiniones y que no rindamos culto a la doctrina del pensamiento único, no sea que acabemos todos haciendo siempre lo mismo de la misma manera (¡qué aburrimiento!).
Hubo una época en que yo, habiendo oído y leído maravillas del guionista-director Delmer Daves, emprendí un repaso no exhaustivo de su carrera, pero sucedió que los resultados fueron más bien decepcionantes.
La mejor, a mi juicio, fue su participación como guionista en las dos geniales comedias melodramáticas dirigidas por Leo McCarey y retituladas en España «Tú y yo»; o sea, el original de 1939 llamado «Love Affair» y su remake de 1957 llamado «An Affair to Remember». No obstante, otro guión suyo no dirigido por él mismo, el de «El bosque petrificado» de Archie L. Mayo, dejaba bastante que desear.
En cuanto a su carrera como director propiamente dicha, quedé muy, muy frustrado por mis experiencias con las para mí mediocres «Senda tenebrosa», «El tren de las 3:10» y «Cowboy». Aun así hallé aceptables, sin ser ninguna maravilla, «Demetrius y los gladiadores» y «El árbol del ahorcado». (La primera de estas dos es, desde luego, considerablemente preferible al horrendo filme al cual sirve de segunda parte, «La túnica sagrada», por más que éste fuera el trampolín de lanzamiento del formato CinemaScope, que yo adoro y que tantas satisfacciones cinéfilas me ha procurado en multitud de otras ocasiones.)
Con tales antecedentes, es comprensible que me impresionara muy favorable e inesperadamente la gran solidez dramática y narrativa de «Jubal», que de momento entiendo que es lo único más o menos memorable de su obra. Pero todavía no me he desanimado por completo. Algún día probaré suerte con, por ejemplo, «Flecha rota», «La ley del talión» y «Arizona, prisión federal», a ver qué pasa.