Nacido en Chicago, Illinois, en 1943, la de Michael Mann es una de las figuras más implacables del cine estadounidense contemporáneo. Su carrera audiovisual comenzó a comienzos de los años 70 con la realización de algún cortometraje y, especialmente, con su colaboración como guionista en algunas de las series policíacas más icónicas del momento, entre ellas Starsky & Hutch. Su primer largometraje, Thief, se estrenó en 1981 y marcó ya la pauta de lo que habría de ser la mayor parte de su trayectoria: un cine colocado en el espacio liminar entre los códigos legales y los códigos morales. Su fama se acrecentó cuando puso en marcha, mediada la década de los 80, una de las series más populares de la época en Estados Unidos: Miami Vice, que veinte años más tarde transformaría también en un largometraje. Tras el éxito rotundo cosechado hacia finales de los 90 con películas como Heat, El dilema o Ali, Mann abandonó el cine analógico para comenzar a explorar las nuevas posibilidades técnicas del cine digital: cintas como Collateral, con su espléndida textura metálica, o la ambiciosísima Blackhat, son buena prueba de sus indagaciones a este respecto. La semana que viene aterrizará en cines su último trabajo, Ferrari, y con motivo de ello este sábado seleccionamos diez de las mejores películas dirigidas por Michael Mann.
Las 10 mejores películas de Michael Mann
1. Heat (1995)
2. Ladrón (Thief, 1981)
3. Ali (2001)
4. Corrupción en Miami (Miami Vice, 2006)
5. Collateral (2004)
6. Blackhat – Amenaza en la red (Blackhat, 2015)
7. El dilema (The Insider, 1999)
8. Ferrari (2023)
9. El último mohicano (The Last of the Mohicans, 1992)
10. Hunter (Manhunter, 1986)
-
Casas de Frank Kafka en Praga
/marzo 14, 2025/Las paredes de las casas, después de los años, empiezan a soltar escamas. Tal vez pertenecientes a nuestra piel, o a la de aquellos que las habitaron previamente. Utilizamos la casa para satisfacer nuestra existencia y, entre sus puertas, todavía la corriente lleva el rastro de nuestro olor. Viene de esas partículas que han ido anidando, sin nosotros saberlo, tal vez en los huecos diminutos sellados después por capas de barniz y que la reforma de una vivienda suele liberar.
-
La luna de la tarde
/marzo 14, 2025/Es una luna antigua, de esférica palidez, que flota en los añiles de un cielo que no sabe si es o no el final del invierno. No lo sabe pero lo está deglutiendo en su estómago invisible. Hay fajas de nubes grises. Hacia ellas ha volado el regreso de las grullas, bocina triangular multiplicada en garabatos de magnética elegancia que van escribiendo en el cielo un alfabeto que solo ellas saben descifrar. Se alternan las que capitanean el vuelo, se relevan como escribas obsesivas del destino hasta que desaparecen en el horizonte. La luna antigua vigila los pájaros del páramo….
-
Nuestro lugar en el mundo
/marzo 14, 2025/Remaury mezcla realidad y ficción y se adentra por un recorrido que comienza con Félix Régnault y el descubrimiento de las manos pintadas al cielo en la cueva de Gargas que pasaron del escepticismo a la comprensión de que el hombre antiguo tenía unas inquietudes mucho más elevadas que la mera supervivencia. Incluso había un hilo común con él gracias a lo que hoy conocemos como miedo. Comienza así un camino en el que esos hombre de las cavernas, residentes de un mundo mucho más limitado que el nuestro, comparten raíces con leyendas y monstruos humanos y miraban al cielo…
-
“Wolfgang (Extraordinario)”, una excelente feel good movie española que no debe pasar inadvertida
/marzo 14, 2025/Wolfgang (Extraordinario) es, en su variedad “niño superdotado”, sin duda una de esas películas. Y también un testimonio de que su director, Javier Ruiz Caldera (Promoción Fantasma, Anacleto), es capaz de modular su discurso cómico hacia territorios no exactamente más ambiciosos, pero sí quizá capaces de dirigirle hacia otras puertas, otras oportunidades narrativas al margen de films como Super López. No puede ser casualidad la gran broma interna del film, en una de sus afortunadas derivas “meta cinematográficas”, se produzca en torno a la figura de Juan José Bayona, “Jota”, del cual Caldera parece tomar como modelo su incuestionable habilidad…
Enemigos publicos sin dudarlo