Las corazonadas de Berta García Faet

En Corazonada nos encontramos con toda una panorámica de la obra lírica de la poeta hasta el momento (que ya ha dado a imprenta ocho poemarios), donde Faet recoge poemas que quedaron en su momento anotados, en barbecho o a la espera de un espacio en el que acomodarse y, con ellos, conforma varios poemarios alternativos recogidos en un volumen mayor que propenden, irónicamente, hacia el infinito. Se trata de grupos de poemas fechados y agrupados en poemarios posibles (e imposibles) que muestran la evolución de la escritura de Faet, desde una posición del yo poético más confesional, arrebatado y cercano hacia un yo que cada vez más juega con la fantasía, la imaginación y el lenguaje. En ellos encontramos el gusto por la mezcla y la contaminación lingüística, las variaciones rítmicas, los juegos formales y un hondo interés por los tiempos prehistóricos. La poeta retuerce el tiempo y hurga en los repliegues, de distintas épocas y distintos lugares. Una reflexión autoconsciente sobre la propia poética que busca encontrar los puntos de unión entre el amor y el lenguaje, llegando a pensar finalmente si no serán ambos dos la misma cosa.

Y esta reflexión es la que expande en El arte de encender las palabras, un ensayo creativo sobre la poesía que busca él mismo ser poesía. Berta García Faet se concentra aquí en los tropos, los transtropos y los ¿tropos?, que le sirven para explicar con pasmosa facilidad, pero sin perder un ápice de rigor, las relaciones metonímicas que existen entre los diferentes elementos del poema. Texto apasionado y lleno de glosas, apartes, dudas y correcciones es El arte de encender las palabras una invitación no solo a gozar del conocimiento y análisis de la poesía (un acercamiento emotivo y conmovedor, nada académico ni formalista), sino también una suerte de invitación a descubrir a toda una galaxia de poetas no tan conocidos a los que Faet cita, relee y examina con alegría y excelente tino.

José de Montfort conversa con la autora en el Hotel h10 Mimosa, de Barcelona.