Hace unos días Pedro Sánchez apareció en el pódcast La Pija y la Quinqui, y en él hablaron de música en repetidas ocasiones. Hay un momento en el que el político, nacido en 1972, recomienda a sus entrevistadores, un cuarto de siglo más jóvenes, la banda australiana Midnight Oil. De entre todos los artistas posibles «de su generación» que les podría haber mencionado escogió a estos, y la razón es sin duda, aparte de su explosivo poderío en directo, el contenido político y social de sus letras. Sánchez no mencionó ninguna canción suya en concreto, pero probablemente la elegida habría sido estas «camas ardiendo», que por otra parte no tienen nada que ver con la dificultad para dormir en verano (o quizás «Blue Sky Mine», dependiendo de cómo de guerrero se ponga uno).
Midnight Oil se fundaron (con el nombre de Farm) en el año en el que nació el propio Sánchez, y en Australia son tan legendarios que han ganado votaciones al mejor disco del país por delante de los míticos AC/DC, por ejemplo. Su estilo de rock alternativo, duro, con toques de punk y nueva ola, ha tocado temas como el ansia de poder, la crisis económica, la devastación del mundo natural, los problemas de la clase trabajadora o las dificultades de las razas aborígenes de la nación, pero no desde un sonido de sereno cantautor de guitarra acústica, sino airado, enérgico, directo y entregado. Visualmente, sin duda están dominados por la imponente imagen de su vocalista, Peter Garrett, alto, flaco, calvo y sin cejas, que en los escenarios lo da tan todo que a menudo acaba exhausto. Aparte de cantante fue presidente de la Conservation Foundation durante diez años, dedicada a la preservación de la naturaleza, y luego se pasó a la política con armas y bagajes, siendo elegido diputado al parlamento australiano en 2004, ministro de medio ambiente, artes y legado nacional en 2007 y ministro de educación en 2010. Todo esto por el partido laborista, equivalente del socialista en Australia.
Aunque su música rompió fronteras en los 80 y 90, siempre han usado imaginería local en sus canciones, con referencias a lugares y experiencias típicamente australianas que de alguna manera logran hacerse universales. Esto es lo que ocurre en el tema que nos ocupa hoy, su primer gran éxito global, donde la maquinaria que invade la naturaleza y el ansia de justicia social pueden ser a la vez referencias locales e internacionales. El palo de sangre (bloodwood) es un tipo de eucalipto australiano, rojo por dentro, que parece que está sangrando cuando se abre en canal por la sequía (o por el destrozo humano). El Holden es una marca local de vehículos, aquí visto como averiado, destrozado e inservible en medio del atroz calor del desierto de Gibson, al oeste del país, o cuyas cuatro ruedas, cuando funcionan, asustan a la fauna local. Más adelante se mencionan Kintore, un asentamiento europeo en la frontera de la región de Western Territory, y Yunduemu, un lugar aborigen en el Northern Territory. El hecho de que enormes regiones australianas aún se llamen «territorios» da una imagen incluso más mítica a esos desolados lugares. Pero entre esas representaciones de intrusión industrial está el verdadero tema de la canción: la protesta contra el exilio impuesto al pueblo aborigen de los pintupi, simplemente para poder establecer un campo de maniobras militares en los años 40, sin ningún tipo de compensación ni ayuda. Los últimos nueve habitantes del lugar no se fueron hasta 1984, y esta canción se publicó en 1987. La letra acude a conceptos aceptados del mundo occidental como «pagar el alquiler» y «lo justo, justo es», que habría de resultar inevitable aplicar a estos pueblos. Y la parte más memorable es cuando se dirige a todo el que escucha, en primera persona del plural, preguntando cómo podemos consentir esto, cómo podemos bailar mientras la tierra se estremece o dormir mientras la cama arde. En el año 2000, en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Sydney, Midnight Oil interpretaron esta canción vestidos de negro con la palabra sorry escrita sobre su ropa, a pesar de la conocida postura del Comité Olímpico Internacional sobre las manifestaciones políticas en sus competiciones. Y bueno, la frase «los hechos, hechos son» (a fact’s a fact) siempre está de moda políticamente.
Vídeo original
En directo
En los Juegos de Sydney (minuto 1h51m)
Peter Garrett’s unique dancing style
Letra y traducción:
Out where the river broke,
the bloodwood and the desert oak,
Holden wrecks and boiling diesels
steam in forty five degrees.
The time has come
to say fair’s fair,
to pay the rent,
to pay our share.
The time has come.
A fact’s a fact.
It belongs to them.
Let’s give it back.
How can we dance when our earth is turning?
How do we sleep while our beds are burning?
How can we dance when our earth is turning?
How do we sleep while our beds are burning?
The time has come
to say fair’s fair,
to pay the rent,
now to pay our share.
Four wheels scare the cockatoos
from Kintore East to Yuendemu.
The western desert lives and breathes
in 45 degrees.
—
Ahí fuera, donde el río se desbordó,
el palo de sangre y el roble del desierto,
los Holden averiados y los diésel hirviendo
echan humo a 45 grados.
El momento ha llegado
de decir que lo justo es justo,
de pagar el alquiler,
de pagar nuestra parte.
El momento ha llegado.
Un hecho es un hecho.
Les pertenece a ellos.
Devolvámoselo.
¿Cómo podemos bailar cuando nuestra tierra se está removiendo?
¿Cómo podemos dormir cuando nuestras camas están ardiendo?
Las cuatro ruedas asustan a las cacatúas
desde Kintore en el este hasta Yuendemu.
El desierto occidental vive y respira
a 45 grados.
Traducción de Rogorn Moradan
En el bar de Lola, cuando ella está de humor, a veces te deja pedir una canción. Eso sí, te vas tú a la máquina, te la buscas y te la pones tú, y luego te las apañas con los aplausos o los abucheos de la concurrencia. Si algún zendadano se anima, que busque cambio en el bolsillo, pida la siguiente y nos cuente algo sobre ella.
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: