1982 tiene la reputación de ser uno de los peores años en la historia de la música rock y pop, con la mística de los 70 definitivamente acabada y lo mejor de la época del sintetizador y los nuevos románticos aún por llegar. Para U2, uno de los grupos de rock más famosos de todos los tiempos, era un momento crucial. Tras seis años de existencia como banda salida del instituto en Dublín (formada cuando sus componentes tenían 16 años, están todos cumpliendo los 60 ahora), llevaban dos discos ya, sin gran éxito en las listas, pero con tiradas cortas que se vendían bien, y además se iban haciendo fama de que quien se gastara su dinero en verlos en directo no lo había desperdiciado. Pero les hacía falta un éxito de verdad cuanto antes. Y esta canción lo fue. Por fin la guitarra de David Evans «The Edge» encontraba su distintivo sonido entre reverberaciones, ecos y efectos, y por fin la batería de Larry Mullen, cuyo estilo es muy efectivo pero poco recomendado por los profesores de dicho instrumento, encontraba seguridad. Paul Hewson «Bono», el carismático vocalista de voz olímpica, acababa de casarse y volver de luna de miel, y las letras de sus composiciones se asentaban en un lirismo evocador hecho de varios hilos diferentes, desde temas universales como el deseo, el amor o el ansia de libertad hasta influencias muy específicas, como el movimiento Solidaridad en la Polonia comunista de los 80.
Todo esto hace que resulte difícil comentar la letra de la canción, que por sí sola no explica esa conexión polaca, ni tampoco su comienzo como canción de amor hacia su nueva esposa. Es más una colección de imágenes e impresiones, a menudo contrapuestas, como las que puede recibir una persona cualquiera en el mismo día de su vida: las imágenes de los activistas en los astilleros de Gdańsk pueden mezclarse en tu realidad individual con el deseo de estar con la persona amada, en medio de un típico día de Año Nuevo, de esos que a la vez que prometen mucho, incluso un mundo entero nuevo que echa a andar, luego a menudo «nada cambia» durante su transcurso. Para cuando se llega a la parte donde se dice «aunque partidos en dos, podemos ser uno», no se sabe muy bien si se está hablando de una pareja recién casada o de un continente en plena crisis política de dimensiones históricas. Quizá sean las dos a la vez. Esta canción llegaba además en el momento justo del auge de la cadena de televisión MTV, que dio un gran impulso a la creación en vídeo para acompañar a la música más popular del momento, lo cual aumenta esa sensación de mosaico de impresiones rápidas. Así que a todo lo anterior, además había que añadir unas imágenes para el videoclip en medio de la nieve, rodadas en Suecia, donde los cuatro músicos irlandeses hubieron ser sustituidos en las tomas a caballo… por cuatro mujeres locales que los montaban en su lugar. El resultado, estrenado el 31 de diciembre del 82, es un tema hecho para despertarse después de la Nochevieja anterior, inhalar aire frío en los pulmones, y ponerse con arrojo a la tarea que haya que hacer, sea salvar a tu patria, atender a tu pareja bajo las sábanas… o recoger botellas vacías.
Letra y traducción
All is quiet on New Year’s Day.
A world in white gets underway.
I want to be with you, be with you, night and day.
Nothing changes on New Year’s Day.
On New Year’s Day.
I will be with you again.
I will be with you again.
Under a blood-red sky
a crowd has gathered in black and white,
arms entwined, the chosen few.
The newspaper says, says…
Say it’s true, it’s true,
and we can break through.
Though torn in two
we can be one.
I, I will begin again.
I, I will begin again.
Ah, maybe the time is right.
Oh, maybe tonight
I will be with you again.
I will be with you again.
And so we’re told this is the golden age,
and gold is the reason for the wars we wage,
though I want to be with you, be with you night and day.
Nothing changes on New Year’s Day.
—
Todo está tranquilo en el Día de Año Nuevo.
Un mundo de blanco da comienzo
Quiero estar contigo, estar contigo, día y noche.
Nada cambia en el Día de Año Nuevo.
En el Día de Año Nuevo
estaré contigo otra vez.
Estaré contigo otra vez.
Bajo un cielo rojo sangre
una multitud se ha reunido en blanco y negro,
brazos entrelazados, los pocos elegidos.
El periódico dice, dice…
Di que es verdad, es verdad,
y podemos romper barreras.
Aunque partidos en dos
podemos ser uno.
Yo, yo empezaré otra vez.
Yo, yo empezaré otra vez.
Ah, quizá el momento es adecuado.
Oh, quizá esta noche
estaré contigo otra vez.
Estaré contigo otra vez.
Y así se nos dice que esta es la edad dorada,
y el oro es la razón de las guerras que hacemos,
aunque quiero estar contigo, estar contigo noche y día.
Nada cambia en el Día de Año Nuevo.
Traducción de Rogorn Moradan
En el bar de Lola, cuando ella está de humor, a veces te deja pedir una canción. Eso sí, te vas tú a la máquina, te la buscas y te la pones tú, y luego te las apañas con los aplausos o los abucheos de la concurrencia. Si algún zendadano se anima, que busque cambio en el bolsillo, pida la siguiente y nos cuente algo sobre ella.
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