Pese a su ascendencia británica por parte paterna, su biografía se encontró siempre ligada a su ligazón sentimental con el pueblo polaco. Miembro de la resistencia de su país contra los nazis durante su primera juventud y silenciado a posteriori por la censura estalinista, no fue sino hasta bien avanzada su edad que su obra comenzó a ser reconocida como una de las grandes cotas de la poesía polaca del siglo XX. A continuación reproduzco Leer la mano, un poema de Zbigniew Herbert.
Leer la mano, de Zbigniew Herbert
Todas las líneas descienden al valle de la palma
hasta un hueco en que burbujea la diminuta fuente del destino
Aquí está la línea de la vida
Mira recorre como una flecha
el horizonte de los cinco dedos iluminados por su corriente
que se levanta venciendo todos los obstáculos
y nada es más hermoso ni más fuerte
que su lucha por seguir adelante
Comparada con ella qué indefensa la línea de la fidelidad
como un grito en la noche un río en el desierto
concebido en la arena y muriente en la arena
Tal vez continúa más abajo de la piel
parte el tejido de los músculos y penetra en las arterias
para que de noche podamos ver a nuestros muertos
allá abajo allá adentro donde la memoria y la sangre fluyen
tiros de minas pozos cámaras
llenos de oscuros nombres
Esta colina no estaba aquí
Después de todo recuerdo
que había un niño de tan redonda ternura como si
una lágrima ardiente de plomo
hubiera caído en mi mano
Después de todo recuerdo el pelo
la sombra de una mejilla
frágiles dedos y el peso de una cabeza durmiente
¿Quién destruyó el nido, quién apiló
el monte de indiferencia que no estaba aquí?
¿Por qué no pones la palma de tu mano
contra tus ojos?
Nosotros echamos la suerte
Estamos aquí para saber
Traducción: José Emilio Pacheco.
Es la 2@ poesia q leo aquí. Uno de mis pocos amores de siempre. Enhorabuena!!
Cómo que permaneció ligada a su ligazón. Chafa tu redacción bro. Chafa.