Un soldado superviviente de la Primera Guerra Mundial, bastardo del archiduque Luis Salvador de Austria, una mujer asesinada, un balcón con las mejores vistas del Mediterráneo… Son algunos de los ingredientes de El tiempo vencido (Espasa), el primer libro de Leopoldo Salinas, una novela de aventuras ambientada en la Mallorca de principios del siglo XX.
El protagonista es Felipe Neudorf, hijo bastado del Arxiduc, que regresa de la guerra a su Mallorca natal, donde nada es como esperaba y donde su padrino ha sido acusado de asesinar a Catalina Horrach.
Todo transcurre a lo largo de un invierno lluvioso en la sierra mallorquina, en los caminos que rodean Valldemossa y Deià, y en una casa señorial con unas escaleras monumentales y una terraza frente al mar, con una singular combinación de escenarios reales y de ficción por parte del autor.
Leopoldo Salinas (Valladolid, 1989) eligió Mallorca como escenario de su novela después de que vivir un año en la isla cambiara por completo su visión de un lugar al que hasta entonces solo había acudido de vacaciones. «Había venido muchas veces a casa de mi tío pero conocía la típica playa, el sol, turistas alemanes por todos lados y punto. Cuando vine a vivir, descubrí la otra Mallorca y la Tramuntana y aluciné. Me flipó, hice travesías y desde entonces vengo mucho».
También en Mallorca empezó a navegar y descubrió la historia del archiduque Luis Salvador en la isla, elementos que han servido de marco para la novela. «La Tramuntana desde el mar es algo que yo no he visto en ningún lado», admite.
La guerra es otra presencia significativa en un libro donde varios personajes son exsoldados. La atracción por los conflictos bélicos nació en Salinas con sus primeras lecturas adolescentes, marcadas por los soldados de los tercios, las falanges romanas y el descubrimiento del Nuevo Mundo. «Al leer la idealizas, con todos los ideales del heroísmo, la caballerosidad, el valor… (…) A base de leer, de entender un poco cuál es el resultado, llegas a la conclusión de que las guerras son un fracaso total«.
Por medio de las vivencias de los exsoldados, la novela ofrece «una visión muy concreta de la guerra, muy sucia; no es una crítica, pero sí una visión diferente de lo que es la guerra». Y la evolución de los personajes, a medida que se van construyendo, es la que va desarrollando la trama y desvelando el misterio.
Para su primera obra publicada por una editorial, Salinas ha cuidado la historia, pero también la escritura: «Yo ante todo soy lector y me gustan las novelas que tienen una trama bestial y cómo está contado. Al final todo el mundo habla de lo mismo, de amor, de atardeceres, de traiciones… pero la maravilla de un buen libro es cómo está contado».
A pesar de la dificultad de abrirse un camino en la literatura, Salinas, ingeniero, confiesa que le encantaría dedicarse plenamente a escribir y no descarta una segunda parte de El tiempo vencido. «La tengo un poco en mente, pero ahora mismo tengo otros tres libros en la cabeza», confiesa este autor vocacional.
Como mallorquín, lo que más me sorprende del libro de Salinas es su profundo conocimiento de los fundamentos e idiosincrasia de los mallorquines y sus motivaciones. Tambien de la pequeña historia oculta local. La novela es un thriller que engancha desde el primer momento, a pesar de alguna ausencia menor. Quizá, con permiso de Llorenç Villalonga y su “Bearn”, haya escrito una de las mejores novelas sobre las pasiones mediterráneas de los mallorquines en un importante periodo de tiempo histórico de cambio de la Mallorca tradicional a la dinámica moderna de la isla. Mi enhorabuena a Salinas y que siga escribiendo tan bien como lo hace. Lo único que tengo que reprocharle es que quizá por motivos legales, no se haya atrevido a nombrar a Ausias May por su aparente verdadero nombre: Joan March.