El 5 de septiembre de hace 213 años moría Choderlos de Laclos, el autor de Les Liaisons dangereuses, una obra fascinante que traza con singular maestría un abanico de deseos, sexo, venganza, lujo y poder. Nacido en Amiens, el 18 de octubre de 1741 y fallecido en Tarento, el 5 de septiembre de 1803, De Laclos fue oficial militar. Como escritor se le consideró tan escandaloso como el marqués de Sade pero, sin duda de calidad y profundidad mucho más sutiles.
Choderlos de Laclos soñaba con «escribir una obra que se salga de lo corriente, que haga mucho ruido, y que siga resonando sobre la tierra cuando yo haya muerto». Está claro que sus deseos se cumplieron. El éxito que alcanzó su obra maestra Les Liaisons dangereuses, traducida como Las amistades peligrosas, fue lo suficientemente grande que hoy es una de las novelas más conocidas en el mundo y una de las obras maestras de la literatura galante, característica del siglo XVIII, que se adentra sin tapujos en las intrigas sexuales de la aristocracia.
En 1872, con 31 años, Choderlos de Laclos publicó Las amistades peligrosas, una de las novelas cumbre del género epistolar, considerada sin lugar a dudas como una de las más logradas de la literatura francesa. De Laclos pertenecía por origen a la burguesía, pero no pudo ascender en su carrera militar porque, durante los años del Antiguo Régimen en los que vivió, los ascensos solo era posible conseguirlos si se pertenecía a la aristocracia, independientemente de que los valores personales fueran los idóneos; algo parecido a lo que ocurre hoy en la carrera civil con los políticos y las puertas giratorias. De Laclos solo escribió esta novela: Las amistades peligrosas, y aunque su valor sea extraordinario no volvió al género, aunque sí cultivó otros, como el ensayo e, incluso, la poesía, pero no destacó en ninguno de ellos.
No obstante, es de justicia destacar su tratado, La educación de las mujeres, una extensa tesis de carácter feminista en el que apuesta por una nueva mujer libre, «una mujer natural» capaz de aceptar su propia voluptuosidad, «en consonancia con la naturaleza». Imaginemos la época en que la escribió, en la que la mujer era educada para vivir sometida al hombre y en la virtuosidad como paso indiscutible para el matrimonio, algo que hemos conocido hasta antesdeayer.
En Las amistades peligrosas, De Laclos funde la corriente libertina del XVIII francés con la novela de análisis y con otra pariente próxima: la novela de seducción. Las amistades… está compuesta por 155 cartas que cuentan cómo una mujer casada, madame de Tourvel, es seducida por el libertino vizconde de Valmont, el cual cuenta para conseguirlo con la ayuda de su amiga, de la que había sido amante, la marquesa de Merteuil.
Pero esta, en un momento dado de la acción amorosa, se siente ofendida por la pasión con que Valmont se entrega a la conquista y ella misma se lanza a otra para darle celos. Pero Valmont cae con sus mejores armas seductoras sobre Cécile, una joven recién salida de un convento y cuyo prometido, Gercourt, ha sido amante de la marquesa…
Todo un juego de entrecruzamientos amorosos, de engaños sobre nuevos engaños cuyo alcance no llegan a saber los personajes, y que es conocido solo por el lector, que es quien puede leer toda la correspondencia.
En una sociedad corrompida, como la que se revela en la novela, hay sin embargo un moralismo cruel: es necesario castigar a los malvados, y así muere Valmont en duelo; la marquesa sufre la maledicencia pública y una terrible enfermedad le deforma la cara; madame de Tourvel también muere y Cécile…, naturalmente, vuelve al convento. El vicio se castiga. La virtud, en cambio, no tiene recompensa, y es que los censores de la época no perdonaban.
La obra fue llevada al teatro y al cine. En 1959 fue dirigida por Roger Vadim y protagonizada por Jeanne Moreau y Gerard Philipe. Incluso se estrenó como una ópera en 1994 en San Francisco.
En 1988 la dirigió Stephen Frears, en una adaptación de la obra de teatro de Christopher Hampton, con un reparto de lujo: Glenn Close, John Malkovich, Keanu Reeves, Michelle Pfeiffer, Swoosie Kurtz y Uma Thurman, y al año siguiente la abordó Miloš Forman con el título de Valmont. Compartió guión con Jean-Claude Carrière y los actores fueron Colin Firth, Annette Bening y Meg Tilly.
El año pasado se estrenó en Madrid una versión teatral y musical a cargo de Javier L. Patiño y Darío Facal, dirigida por este último, con Edu Soto, Carmen Conesa, Cristóbal Suárez e Iria del Río entre otros intérpretes.
Algunas pistas:
En francés hay edición en Oeuvres Complétes en la «Bibliothèque de la Pléiade» , de Gallimard.
De las traducciones al castellano destaco la edición para Cátedra de Dolores Picazo y A. Montojo.
Y el estudio: Novela y subversión. Estructuras narrativas en la novela francesa del siglo XVIII. Madrid. UNED,1987, de Mercè Boixareu, quien ha colaborado sobre el tema para Lecciones de Literatura Universal, en edición de Jordi Llovet para Cátedra.
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