Inicio > Libros > Narrativa > Lobo es el hombre para el hombre

Lobo es el hombre para el hombre

Lobo es el hombre para el hombre

El día del lobo, la última novela de Antonio Soler (Málaga, 1956), es un tarro de esencias y secuencias de terror. El escenario es Málaga y la perspectiva del relato es familiar. No es una novela autobiográfica, ni es la autobiografía burda de un pariente del escritor, sino una historia, durante los duros años de la Guerra Civil Española, de la familia del autor malagueño tamizada con la potencia de la memoria de un hombre de sesenta y ocho años y su imaginación. Aunque hay que advertir que Antonio Soler escribe El día del lobo (Espasa) con una premisa en la cabeza: «La escritura no es una máquina fotográfica que reproduce aquello sobre lo que su objetivo enfoca. Esto es pintura, y está fabricado con el temblor de un pulso humano, con la elección de unos colores que no son, ni tampoco quieren ser, los de la paleta de eso que llamamos realidad».

Si la realidad que dibujamos con paleta y color nos ofreciera, como nos ofrece nada más comenzar la lectura, a una mujer abatida en la calle mientras su bebé, aún vivo, sigue mamando de su pecho, todo se vuelve negro, cenizo y oscuro de repente en la imaginación del lector. El día del lobo es un florilegio de brutalidades cometidas por un sinfín de feroces bestias humanas, que parecieron llegar desde infierno.

"Lo que en realidad viene a recordarnos Antonio Soler en El día del lobo es a Plauto"

Pero lo que en realidad viene a recordarnos Antonio Soler en El día del lobo es a Plauto. Eso también es verdad. Al Plauto de la comedia de los asnos, que eran borricos, o bestias; del infierno, como hemos complementado hace un rato. La obra del comediógrafo latino llevaba por título Asinaria y, si bien cuando comparamos los argumentos solo nos encontramos las tangentes, sí pudimos leer, gracias a este, y por primera vez en un texto aquello de Lupus est homini, non homo, quom qualis sit non novit, que, traducido, nos ofrece el contexto oracional de la conocidísima sentencia: «lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro».

La cita de Plauto precisaría de una buena y profunda glosa, pero solo nos entretenemos ahora en el título de la obra, El día del lobo, que es en realidad un tropo que reúne la completa esencia de la novela, de todas y cada una de sus páginas y que bien hubiera podido llamarse El día del hombre que una guerra civil convirtió en lobo, como demuestran las andanzas de esta familia malagueña a través de las matanzas en uno y otro sitio, por uno y otro bando. Qué visionario fue Indalecio Prieto cuando tuvo noticia de la matanza en la cárcel Modelo de Madrid: «Con esta brutalidad hemos perdido la guerra». Ya ves si la perdieron.

"Málaga, y España entera, se convirtieron durante esos años endemoniados en un espesísimo bosque con mil lobos"

El día del lobo es otra novela sobre las brutalidades que se cometieron durante la Guerra Civil: «Ese día, pues lo que te estaba diciendo, era ya por la tarde, no podíamos más. Había más bombardeos que nunca. Habíamos visto una camioneta, caída en un barranco, llena de hombres muertos, todavía ardiendo, una cosa que, un espanto, yo tapándole los ojos a las niñas. La carretera del barranco y el barranco lleno de desperdicios que no se sabía si era basura o ropa o trozos de personas. Y, como empezaron a bombardear, íbamos a escondernos detrás de una peña, unos árboles […] vimos a un hombre ahorcado […] y al pie del árbol qué te crees, una maleta abierta y un niño, un bebé muerto, dentro».

Málaga, y España entera, se convirtieron durante esos años endemoniados en un espesísimo bosque con mil lobos. Antonio Soler, en El día del lobo, narra cómo quedaron impresos, en la retina y en el recuerdo de sus familiares, aquellos acontecimientos que va transformando en una narración amarga sobre las venganzas cometidas durante esos días de temibles aullidos.

Un bosque lleno de lobos recorrido por miles de españoles que caminaban llevando en sus bolsillos frascos pequeños con inyecciones de estricnina, por si tenían que ponerse a salvo, por si, sea como fuere, tenían que suicidarse delante de un hijo. Se trataba de ajustar las cuentas de una vida, y las cuentas de la futura, cincuenta años después.

——————————

Autor: Antonio Soler. Título: El día del lobo. Editorial: Espasa Calpe. Venta: Todostuslibros.

0/5 (0 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios