La docuserie de Movistar+ Los 8 de Irak pretende «cerrar una herida» desde «la empatía y el perdón», según Fátima Lianes, directora de un proyecto que narra el atentado que en 2003 sufrieron ocho agentes del CNI durante un traslado en Latifiya, considerado el mayor ataque contra la institución.
«Nos dimos cuenta de que el contexto de Irak era una excusa para contar mas allá de un thriller político», ha afirmado la directora en la presentación de la serie (disponible a partir del 10 de octubre en la plataforma), donde también ha asegurado que han puesto el foco en el lado más personal de las víctimas. «Nos íbamos metiendo más en sus vidas, les cogíamos cariño», ha asegurado.
Cuatro capítulos que recuerdan el atentado de Latifiya contra ocho agentes del CNI, cuatro que estaban desarrollando labores de contrainteligencia y seguridad y otros cuatro que habían llegado para sustituir a sus compañeros, de los que fallecieron siete y uno resultó gravemente herido.
La serie empieza con la historia del agente Alberto Martínez, uno de los cuatro agentes que ya estaban en Irak.
Rodada en más de cuarenta localizaciones de Irak, Turquía, Estados Unidos y España, Los 8 de Irak muestra el clima político y social tras los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, las tensiones y posterior guerra entre el gobierno de George Bush y la dictadura de Sadam Huseín a través de más treinta entrevistas a agentes secretos, compañeros y amigos, pero no familiares.
«Todos los familiares están al tanto del documental y los hemos contactado, pero preferimos que no participaran en la serie por un tema de tonos», ha explicado la directora a la vez que ha asegurado encontrar dificultades para obtener algunos de los testimonios.
«Cuesta mucho convencer a una persona para que te abra la puerta de su intimidad en una historia como esta que afecto de una manera muy fuerte al CNI», ha aclarado.
De la misma manera, Lianes ha incidido en su objetivo de hacer entender a la audiencia el conflicto de los hechos que narra, tanto desde el punto de vista de los agentes como del invadido pueblo iraquí. Para ello, «muestra las piezas y el espectador es quien las interpreta.
Ante posibles objeciones por inducción al racismo o a la islamofobia, la directora ha precisado que su documental «ama al pueblo iraquí. «Tienes que ver la serie entera para comprenderlo», ha agregado.
Un «mensaje de paz, empatía, amor y conciliación: trata de que lo veas y comprendas lo que pasó».
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