Los años nuevos: Una historia de amor cocinada a fuego lento a través de diez Nocheviejas

El germen de este proyecto le surgió casualmente al creador de As Bestas o Antidisturbios en la Nochevieja de 2018, cuando estaba de viaje en Marrakech con su novia. “Miró hacia atrás y se dio cuenta de que cogiendo solo las Nocheviejas podía reconstruir su vida, simplemente con ese pedacito, y esa fue la premisa que nos trasladó cuando nos sumamos al proyecto”, ha contado a Efe Paula Fabra, coguionista junto a Sorogoyen y a Sara Cano de esta historia. Sorogoyen ha explicado que les gustaba esta fecha porque “tiene algo de especial en el calendario para todos”, es «como volver a empezar, nuevas oportunidades, nuevos retos, el recuento de un nuevo año».

De esta manera, la ficción, que parte de diez capítulos de casi una hora de duración, sigue la historia de Óscar (Francesco Carril) y Ana (Iria del Río), que se conocen la Nochevieja de 2015. Ambos cumplen 30 años el 31 de diciembre y el 1 de enero, respectivamente. Ella arrastra una maleta gigante por Madrid con la que pretende viajar a Vancouver y él puntúa su año con un seis, en plena ruptura con una novia volcánica. Sin saberlo, ambos se enamoran y comienzan una relación de la que el espectador irá descubriendo sus diferentes etapas a lo largo de una década, en la que no solo van cambiando los personajes, sino también su entorno.

Los creadores de la serie no tenían intención en un inicio de retratar una generación, pero cuenta Sara Cano que «los personajes cumplen 30 años en el primer episodio y 40 en el último», una generación «especialmente marcada por la precariedad, desde la económica y laboral hasta también sentimental”.

A la hora de construir el relato, los tres guionistas se han basado mucho tanto en experiencias personales como en vivencias de amigos o familiares, algo que los propios actores también han replicado para construir sus propios personajes. “En el proceso de preparación he revisitado mucho mis relaciones amorosas y no tengo ningún patrón. He descubierto que me han gustado personas tan diferentes y a veces tan afines”, ha indicado Iria del Río.

Francesco Carril, por su parte, ha añadido que al ser una ficción tan cotidiana llegó a perder la perspectiva en cuanto a personaje-persona se refiere: “Está todo muy mezclado, hemos puesto mucho de nosotros ahí. Se diferencia por mínimas cosas. Pero vamos, el rodaje ha sido un viaje emocional fuerte. Muy bonito y catártico, pero fuerte”.

Pocas series pueden extender su rodaje a lo largo de seis meses debido a su presupuesto, pero aquí era indispensable para desarrollar una correcta narración en la que sus protagonistas llegan a envejecer de una manera sutil. “Esto fue un reto para nosotros, tanto el justificar en la energía de los personajes el paso del tiempo, como que estos dos personajes de verdad se aman, de verdad se quieren, se entienden. Mantener esa carga emocional durante tanto tiempo era complicado”, ha declarado la actriz.

Y en este viaje sentimental e íntimo, la música, como en cualquier historia de amor, juega un papel fundamental. Nacho Vegas, Holgado, Iván Ferreiro o Joe Crepúsculo son algunos de los artistas que componen la banda sonora de la trama.