Poner atención al verso y no al poema. Poner atención al poema, y no al verso. Abrirle un tajo a las palabras, capilarizarlas. Añadir capas de sentido. Pensar: qué quiso decir. Pensar: qué dice. Pensar: qué me dice. Pensar: qué quiero que me diga.
Qué es el sentido. Cómo las palabras ayudan a construirlo. De qué manera el lector asume ese juego de comunicación con el poeta. Y, sobre todo, qué herramientas ofrece el lenguaje para ello. A partir de estas preguntas Peyrou inicia un repaso por algunos de los recursos habituales de la lírica histórica —pero, sobre todo, contemporánea— en un texto que, como él mismo reconoce, está «lleno de incoherencias, contradicciones, ideas sueltas y relacionadas muy débilmente», pero que ayudan a pensar el poema desde su concepción hasta el momento de su lectura. Y darle vueltas a todas las metamorfosis que su sentido sufre a lo largo del proceso y de la vida real del texto, una vez publicado.
Dividido en siete capítulos donde el autor analiza recursos estéticos como la yuxtaposición, la repetición, la ironía y lo prosaico, el argentino propone una reflexión para que quien acuda al libro pueda realizar el ejercicio de repensarse como lector de poesía.
Porque más allá de plantearse como una relación de técnicas para el escritor, Tensión y sentido parece configurado para que el lector comprenda que la lectura no es un ejercicio pasivo, sino que existen sendas —más oscuras e intrincadas, más oníricas, más realistas y basadas en el recuerdo, más abstractas, más luminosas y evidentes— que se puede decidir recorrer junto al poema. O no. Y que todo sea válido.
Con su habitual encantamiento discursivo —solo hay que escucharle, una vez por semana, en las propuesta de lectura que ofrece en el programa de radio La Estación Azul, de RTVE— Peyrou se apega, sobre todo, a la sugerencia en este libro. ¿Y qué sugiere? Rebasar límites, hilar conceptos aparentemente desvinculados, anatomizar el poema para diseccionarlo. Pero no desde un punto de vista filológico o lingüístico, sino sensorial. Esa es la clave de Tensión y sentido. Como el mismo autor afirma, el objetivo es «entender que la mayoría de las veces un poema no es más que un espacio para escuchar al otro que hay en uno, para llegar a las zonas de uno mismo que no conocemos del todo bien, que no solemos transitar en la vida cotidiana».
Un libro fallido no es un libro erróneo
Tensión y sentido nace con un destino naufrago. Lo hemos dicho, el autor lo asume al inicio: «No soy un erudito ni tengo una teoría». Por eso, el texto es una tentativa de abordar ciertos problemas que surgen a la hora de leer y de escribir. Más aún: un intento de acercarse a la poesía contemporánea, pero también a la más antigua y a la vez a otras disciplinas artísticas sin el prejuicio habitual de quien teme no entender, no alinearse con los autores y autoras, con lo que han querido —si acaso lo han querido— decir algo.
El objetivo que Mariano Peyrou parece haberse planteado en su trabajo es recordar al lector que en su bolsillo están las llaves de una libertad que a veces olvida. Cabe pensar que el trabajo del poeta está hecho. Ahora es el turno del lector. Es el momento de la lectura, el disfrute, el goce, el dolor, el recuerdo… Todo lo que nazca de la interpretación: más literal y acertada; más divagante y errónea —¿puede haber errores en la lectura?—. Porque, en el fondo, el objetivo es el espacio en blanco que se cuela entre las sílabas de la palabra diálogo.
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Autor: Mariano Peyrou. Título: Tensión y sentido. Editorial: Taurus. Venta: Todostuslibros
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