Ciertas palabras del vocabulario español nos trasmiten una sensación de sosiego y seguridad por sí solas, sin necesidad de contexto. Uno de estos vocablos es comunidad. Haciendo una etimología resumida, la palabra comunidad procede del latín communitas, “lo mismo”, y de communis, “común, público, compartido por todos o muchos”. Tiene varias acepciones en las que la base se repite: se trata de compartir, ya sea una zona geográfica bajo reglas comunes, intereses, creencias y prácticas, o bien una lengua. Así pues, el hecho de pertenecer a una comunidad es intrínseco al ser humano en su dimensión de ente social, para bien o para mal.
El cómic de Los Comuneros comienza en Toledo, cuna de la Primera Comunidad en 1520, con dos protagonistas de la revuelta. Por un lado Juan de Padilla, Capitán General de las Milicias Toledanas. Por otro su mujer, María Pacheco. María Pacheco, en realidad era una Mendoza, solo que prefirió usar el apellido materno porque dos de sus hermanas se llamaban igual que ella. No nos ha de extrañar el coraje y la valentía de la dama entonces, siendo como era una Mendoza de pura cepa, cuando en esta conversación con su amantísimo esposo le expone su opinión acerca de las decisiones del monarca. Porque era culta, no solo basó sus afirmaciones en intuiciones, sino que argumentó las razones por las que no se podía permitir tal afrenta contra el conjunto de comunidades. Ese rey al que apodaron el extranjero por el desconocimiento absoluto de los usos y costumbres de sus súbditos castellanos y la ingente cantidad de nobles y clérigos flamencos con la que formó la Corte no convenció ni a doña María ni al resto de sus coetáneos de la nobleza, que veían con recelo el servicio votado en La Coruña y que los cargos públicos y beneficios eclesiásticos no fueran en su conjunto para los castellanos. Además, los Comuneros pretendían volver al sistema de los encabezamientos para el cobro de los impuestos, prohibir la salida de dinero del reino y designar a un castellano como regente en ausencia del rey.
Tras la marcha del soberano a Alemania, las revueltas continúan a lo largo y ancho de la meseta. En el cómic Juan Padilla mantiene una nutrida correspondencia con su mujer. De esta manera, los lectores de Los Comuneros nos enteramos de lo que ocurre en ciudades como Segovia, al mando de Juan Bravo, Burgos, Guadalajara, León, Ávila o Valladolid. Sabremos por y para qué se creó la Santa Junta y qué papel tuvo el obispo Acuña en una revolución con sentido anti señorial que sirvió de ejemplo de otras posteriores. Padilla hará partícipe a María de la visita que junto a Francisco Maldonado, abanderado de Salamanca, realiza a Tordesillas con el fin de liberar a doña Juana en agosto de 1520, ya que necesitan el respaldo de la reina legítima de Castilla para alcanzar el éxito.
Y aunque según pasamos las páginas sabemos que Villalar será inevitable, ¡qué orgullo ver a ese ejército del pueblo unido por una causa común como es la de derogar los privilegios de los poderosos! Y asistimos con rabia y tristeza a la viñeta en la que se le comunica a María el fatal desenlace, esperando que ella, aún viva, saque fuerzas de debajo de las piedras y termine con honra lo que su querido esposo comenzó.
Lo intenta, con orgullo y valor inusitados: lidera la última resistencia de las Comunidades de Toledo, primero desde su casa y después desde el Alcázar. Se enfrenta con uñas y dientes al obispo Acuña, quien llega con el objetivo de hacerse con la mitra toledana, primada de España. Pero consciente de la fortaleza de la leona, que pretende ese cargo para su hermano, abandona la empresa y huye con el rabo entre las piernas.
En definitiva, el cómic de Los Comuneros de Cascaborra nos cuenta una aventura muy conocida de nuestra historia haciendo hincapié en la parte humana de todos aquellos y aquellas que salieron a la calle y aunaron fuerza, corazón y sangre para “convertir a las ciudades castellanas en ciudades independientes, a semejanza de Génova y otras repúblicas italianas” y recuperar el ansiado “bien común”.
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Autores: Miguel Ángel Gómez Andrea “Gol” y Aurelio Medina. Título: Los Comuneros. Editorial: Cascaborra. Venta: Todostuslibros.
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