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Los grandes eran los secundarios

Los grandes eran los secundarios

Para quien esté familiarizado con la época en que las expediciones suponían descubrimiento, los apellidos Amundsen y Scott, Shackleton o Nansen no le resultarán extraños. Pero también serán familiares otros, como el del propio Tom Crean, el irlandés que participó en varias expediciones a la Antártida y de todas ellas regresó ileso. Era un secundario de lujo, una de esas personas que garantizaban suelo firme, un pilar que sostenía todo el edificio. En este libro, el especialista en exploraciones antárticas Michael Smith (Londres, 1946) reivindica su figura y nos convence de que Crean se merece una leyenda, su propia Eneida, su propio canto epopéyico. Este proyecto lo inicia Smith intentando construir una biografía, pero lo que termina por escribir es un nuevo relato de las expediciones británicas más populares al gran continente helado, las lideradas por Robert Scott y por Ernest Shackleton. El gran problema al que se enfrenta el autor es a la escasa documentación que se puede hallar sobre la vida de Tom Crean. Tal vez fuera suficiente como para escribir una biografía novelada, pero la intención de Smith no es esa, la intención de Smith es reflejar la dureza de la vida en las expediciones extremas a principios del siglo XX, y el mérito que tiene no ya la propia supervivencia, sino ser un partícipe activo en la supervivencia de los compañeros de viaje.

"El lamento por todo lo que no podemos saber sobre él es constante. Incluso en los capítulos finales, donde se nos habla de un Crean familiar, empeñado en llevar una vida hogareña en una aldea de su viejo condado de Kerry"

Crean, no quepa duda, es uno de esos personajes que portan la antorcha cuando todos nos adentramos en una cueva oscura. Porque es un titán, pero también un tipo muy humilde. Vive en la época en que los viajes no tenían fecha de regreso, y estas grandes expediciones podrían demorarse hasta quién sabe cuántos años, si es que conseguían regresar los que participaban de ellas. Una buena parte del libro está concentrada en representar la dureza del territorio, y en consecuencia el esfuerzo que suponía su exploración para los que viajaban hasta allí, tal vez rayando la locura, pero sin duda mostrándonos la mejor faceta humana, esa que solo aparece en situaciones extremas. La filosofía de la exploración que expone Smith a lo largo de más de quinientas páginas es la filosofía del aprendizaje, de quienes desean participar del mismo en un diálogo permanente con la geografía y los encuentros.

"Smith se propuso llevar a cabo un proyecto muy ambicioso, tanto como escribir una obra voluminosa sobre alguien que se merece mucho más que esto"

Es fácil deducir, por lo que estamos comentando, que la figura de Tom Crean, que no deja de ser elogiada una y otra vez por el autor, es el centro de interés del libro, sirve para organizar la exposición principal, que son los relatos de las expediciones en que participó. Volvemos a acompañar a Robert Scott en su coronación de plata, y volvemos a conocer a los que navegaron en el Endurance y resistieron en la que es la mayor batalla épica de supervivencia de la que se tiene noticia en el mundo de la exploración. Ante la dificultad que supone construir al personaje con lo poco que se puede hallar sobre él, Smith opta por construir su entorno y nos entromete en él de modo que volvemos a darnos cuenta de lo que supuso cada paso que él dio. El lamento por todo lo que no podemos saber sobre él es constante. Incluso en los capítulos finales, donde se nos habla de un Crean familiar, empeñado en llevar una vida hogareña en una aldea de su viejo condado de Kerry.

Smith se propuso llevar a cabo un proyecto muy ambicioso, tanto como escribir una obra voluminosa sobre alguien que se merece mucho más que esto. Esa ambición le lleva a entregar lo mejor de sí mismo a la hora de mostrarnos la erudición que posee sobre estas expediciones, y a la hora de analizar los aciertos y errores de las mismas. El libro está lleno de detalles precisos que lo enriquecen. Pero lo que más lo enriquece, sin duda, es la emoción de compartir otra vez estas aventuras con los personajes que tanto queremos, porque son los que van a encender la luz en épocas oscuras.

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Autor: Michael Smith. Título: Un héroe olvidado. Traducción: Tomás Fernández Aúz. Editorial: Capitán Swing. Venta: Todos tus libros.

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