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Quevedo contra Góngora

Quevedo contra Góngora

Manejó la sátira con arte y destreza. En muchas ocasiones dirigida a sus competidores y compañeros de letras. Aquí puedes leer una selección de los mejores poemas satíricos de Quevedo contra Góngora. 

Contra Don Luis de Góngora

Este cíclope, no sicilïano,
del microcosmo sí, orbe postrero;
esta antípoda faz, cuyo hemisfero
zona divide en término italiano;

este círculo vivo en todo plano;
este que, siendo solamente cero,
le multiplica y parte por entero
todo buen abaquista veneciano;

el minóculo sí, mas ciego vulto;
el resquicio barbado de melenas;
esta cima del vicio y del insulto;

éste, en quien hoy los pedos son sirenas,
éste es el culo, en Góngora y en culto,
que un bujarrón le conociera apenas.

Soneto a Luis de Góngora

Yo te untaré mis obras con tocino
porque no me las muerdas, Gongorilla,
perro de los ingenios de Castilla,
docto en pullas, cual mozo de camino;

apenas hombre, sacerdote indino,
que aprendiste sin cristus la cartilla;
chocarrero de Córdoba y Sevilla,
y en la Corte bufón a lo divino.

¿Por qué censuras tú la lengua griega
siendo sólo rabí de la judía,
cosa que tu nariz aun no lo niega?

No escribas versos más, por vida mía;
aunque aquesto de escribas se te pega,
por tener de sayón la rebeldía.

Otro contra el dicho

Tantos años y tantos todo el día;
menos hombre, más Dios, Góngora hermano.
No altar, garito sí; poco cristiano,
mucho tahúr; no clérigo, sí arpía.

Alzar, no a Dios, ¡extraña clerecía!,
misal apenas, naipe cotidiano;
sacar lengua y barato, viejo y vano,
son sus misas, no templo y sacristía.

Los que güelen tu musa y tus emplastos
cuando en canas y arrugas te amortajas,
tal epitafio dan a tu locura:

«Yace aquí el capellán del rey de bastos,
que en Córdoba nació, murió en Barajas
y en las Pintas le dieron sepultura».

Al mesmo D. Luis

¿Socio otra vez? ¡Oh tú, que desbudelas
del toraz veternoso inanidades,
y en parangón de tus sideridades
equilibras tus pullas paralelas!,

por Átropos te abjuro que te duelas
de tus vertiginosas navidades
que se gratulan neotericidades
[y] craticulan sentas bisabuelas.

Merlincocaizando nos fatiscas
vorágines, triclineos, promptuarios,
trámites, vacilantes icáreas.

De lo ambágico y póntico troquiscas
fuliginosos vórtices y varios,
y, atento a que unificas, labrusqueas.

Otro soneto al mesmo Góngora

Ten vergüenza, purpúrate, don Luis,
pues eres poco verme y mucho pus,
cede por el costado, que eres tus,
cito, no incienso; no lo hagamos lis.

Construye jerigonza paráis
que circuncirca es del Polo mus,
vete a dudar cabruno de Emaús,
pues te desprecia el palo y el mentís.

Tu nariz se ha juntado con el os
y ya tu lengua pañizuelo es;
sonaba a lira, suena a moco y tos.

Peor es tu cabeza que mi[s] p[i]es.
Yo, polo, no lo niego, por los dos;
tú, puto, no lo niegues, por los tres.

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