El 25 de noviembre de 1491. Boabdil y los Reyes Católicos firmaron en Santa Fe las Capitulaciones de Granada. De esa forma se oficializó la rendición de la ciudad nazarí, que vio entrar por sus puertas a las tropas cristianas el 2 de enero de 1492.
¿Quién fue Boabdil?
Boabdil fue el último sultán de Granada. Su estancia en el poder no fue sencilla, de hecho fue muy complicada. Conseguir el poder le resultó difícil. Aunque él era el primogénito del emir Mulay Hacén —el que dio el nombre al famoso pico Mulacén— había dos esposas y más hijos que aspiraban al trono. Y por si eso fuera poco, estaba el hermano de Mulay, el Zagal, que también tenía sus ambiciones. Gracias al clan de los Abencerrajes consiguió desterrar a su padre y a su tío y hacerse con el poder. Boabdil no era un experimentado guerrero, y hasta en dos ocasiones cayó preso de Fernando el Católico, de quien acabó siendo aliado. Durante los años que duró la guerra de Granada conspiró contra unos y se juntó con otros para poder seguir siendo el sultán nazarí. Después de la rendición Boabdil, conocido como al-Zugābī y también por Muhammad XII, abandonó la ciudad. Nació entonces la leyenda del sultán llorón, del suspiro del moro y la famosa frase «llora como una mujer lo que no supiste defender como un hombre». Aunque en realidad, Boabdil lo que hizo fue empezar una vida placentera en la Alpujarra, que luego continuó en Fez hasta el fin de sus días, 41 años después.
¿Qué establecieron las Capitulaciones de Granada?
El emirato de Granada era una anomalía que seguía resistiendo pese a la caída de otras taifas como las de Sevilla y Valencia. La inestabilidad de Castilla y Aragón les permitió seguir sobreviviendo, pero la razón por la cual Granada continuaba siendo un reino independiente eran económicas: pagaba dinero por serlo.
Fernando había optado por una táctica de desgaste. Al contrario que Fernando III el Santo, que planeaba siempre ataques rápidos para capturar de forma fulminante las ciudades enemigas, Fernando el Católico preparó un asedio que se alargó en el tiempo. Pero hubo un momento, después de la cruenta toma de Málaga, que empezó a modificar su estrategia. Sobre todo, porque esa batalla había demostrado que los musulmanes que quedaban en la península no iban a recibir ayuda de los reinos del norte de África ni de naciones lejanas. La toma de Granada duraba ya demasiado tiempo, y diez años después de su comienzo los Reyes Católicos habían decidido que era el momento de terminar la Reconquista. Fernando e Isabel se trasladaron en 1491 a Santa Fe para culminar su gran proyecto.
Las Capitulaciones de Granada fueron muy favorables para Boabdil y sus seguidores. Los Reyes Católicos establecieron en el acuerdo que habría una tolerancia religiosa gracias a la rendición incondicional del reino nazarí. Las capitulaciones estaban formadas por 77 artículos que reconocían los derechos de sus moriscos y favorecían la convivencia pacífica, pero en 1499 el Cardenal Cisneros dinamitó todos los acuerdos, y en 1500 el Albaicín se sublevó. La represión contra la revuelta trajo el horror a la ciudad: se quemaron libros en árabe, se derruyeron las mezquitas y en su lugar se edificaron iglesias. Durante el siglo XVI hubo otra rebelión armada. Finalmente, Felipe II decretó en 1602 la expulsión de los moriscos.
Otras efemérides históricas del 25 de noviembre
El día 25 de noviembre de 1885 en Atlanta (EEUU) se votó la «Ley Seca», que entró en vigor al año siguiente.
El día 25 de noviembre de 1915 Albert Einstein presentó su revolucionaria teoría de la relatividad.
El día 25 de noviembre de 1936 Alemania y Japón suscribieron el pacto político y militar conocido como Antikomintern.
El día 25 de noviembre de 1965 Mobutu Sese Seko dio un golpe de estado en Zaire.
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