El 17 por ciento de los libros publicados en España el pasado año fueron traducidos al español de otros idiomas, 13.848 obras detrás de las que hay un colectivo que reivindica en la Feria del Libro de Madrid su trabajo y la necesidad de garantizar la calidad de las obras.
La Asociación Española de Traductores, Correctores e Intérpretes (Asetrad) participa por segundo año consecutivo en la Feria del Libro con una caseta con la que quieren visibilizar su labor.
Así, ocho traductores estarán hasta el 16 de junio en la feria a disposición de los visitantes para responder a sus preguntas y firmar ejemplares de las obras en las que han trabajado.
Entre ellos, Pilar Ramírez Tello, que ha traducido al castellano sagas de ficción como «Los juegos del hambre» y «Divergente», y Manuel de los Reyes, traductor de autores como Isaac Asimov, Ken Follet y Brandon Sanderson.
Asetrad quiere así «concienciar a la población sobre la dedicación y esfuerzo que requiere adaptar una obra a otro idioma, que va más allá de la simple conversión palabra por palabra, y de la importancia de tener conocimientos en la materia sobre la que versa la obra por traducir», ha indicado la asociación.
«Para cada traducción, uno se tiene que documentar. Alguien que traduce una obra sobre náutica debe conocer los nombres de las partes de un barco, y alguien que trabaja con un texto de moda tiene que estar familiarizado con el patronaje o los materiales», ha explicado la presidenta de Asetrad, María Galán.
La necesidad de transformar no solo las palabras escritas en lengua extranjera, sino también las expresiones, juegos de palabras o giros literarios que carecen de sentido en castellano es, ha recalcado Galán, «una prueba de que los traductores deben ser considerados como verdaderos autores, pues, además de conocer el idioma, tienen que saber escribir para que el texto fluya».
El inglés sigue siendo el idioma original de la mayoría de las obras traducidas al castellano, un 47% del total. Le siguen el francés, con un 13,6 %, y el japonés, con un 6,9 %.
Galán ha destacado el deseo de la asociación de poner fin al «gran desconocimiento de la sociedad» acerca del trabajo que hay detrás de las 13.848 obras traducidas que se editaron en España el pasado año.
Asetrad se fundó en 2003 para impulsar el reconocimiento de la traducción, la corrección y la interpretación, y defender los intereses de quienes las ejercen, una asociación en la que participan profesionales de distintos países con trayectorias diversas y diferentes niveles de experiencia y que cuenta en la actualidad con 1.400 socios.
«Nuestro objetivo es visibilizar la labor de los traductores y correctores, que constituyen uno de los pilares del mundo editorial. Mucha gente no repara en que, en realidad, el libro que leen lo han escrito los traductores», ha dicho Galán.
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