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Luis Gorrochategui: «Sepultamos nuestra historia en tópicos falsos extranjeros»

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Luis Gorrochategui: «Sepultamos nuestra historia en tópicos falsos extranjeros»

El historiador coruñés Luis Gorrochategui, que reconstruye en su último libro el viaje épico de la carabela San Lesmes por el Pacífico, piensa que hay una tendencia atávica española no ya a olvidar su propia historia, sino a «sepultarla en un conjunto de tópicos falsos de origen extranjero».

En La carabela San Lesmes (Crítica), el autor analiza la expedición Loaísa-Elcano que zarpó en 1525 con siete naves desde La Coruña con la intención de comenzar la anhelada ruta de las especias, descubierta en la primera circunnavegación al planeta.

Pero, en esa misión, una de las naves, la carabela que da título al libro, encalló en una isla perdida del Pacífico y sin poder regresar, la tripulación tuvo que abrirse camino en las paradisíacas playas de la Polinesia.

De la mano de Luis Gorrochategui, el lector conoce esta apasionante historia de supervivencia y expansión de unos navegantes a los que dieron por muertos, y la fascinación sentida por las expediciones españolas que siglos después hallaron a sus descendientes en aquellas tierras.

Todo comenzó con el descubrimiento, en 1929, en el atolón de Amanu, en la Polinesia, de cuatro cañones de la primera mitad del siglo XVI que, según ha explicado Gorrochategui en una entrevista con EFE, sólo pueden pertenecer a uno de los barcos de la expedición, en concreto a la San Lesmes, pues se conoce el destino de las demás naves y también que no volvieron a transitar barcos por la zona en esta época.

Este hallazgo, recuerda, puso sobre la pista al investigador australiano Robert Adrian Langdon, que dedicó gran parte de su vida a intentar resolver este misterio, recavando numerosos indicios de tal paso, y asentamiento, en áreas tan dispares como la genética, la arqueología, las influencias culturales, incluyendo construcción naval, lingüística, vestimenta, folclore o incluso la forja de mitos y elementos religiosos.

El autor analiza todas las hipótesis vertidas sobre esta carabela en el intento de explicar datos de otro modo inexplicables de la historia del Pacífico, y ya no solo la sorpresa de los exploradores que llegaron siglos después a esta zona al descubrir el carácter europeo de los indígenas.

Utilizando por primera vez la documentación española, Gorrochategui profundiza en el conocimiento sobre esta cultura sanlésmica’y su verdadera expansión: «El primer asentamiento europeo en Tahití fue español y, del mismo modo, las islas Vavao, otra zona de influencia sanlésmica, fueron descubiertas y analizadas por vez primera por España».

También aporta datos que demuestran «una cartografía temprana de Australia, dos siglos y medio antes de su descubrimiento según la historiografía clásica».

Entre los protagonistas, Álvaro de Mendaña y Pedro Sarmiento de Gamboa son «ejemplos del empuje sin igual por llegar a la última frontera en una época en la que las técnicas de navegación hacían muy dificultosa la navegación oceánica a largas distancias, solo llevada a la práctica por España».

Y añade Gorrochategui: «Si a Sarmiento de Gamboa se le hubiese hecho caso, se hablaría español en Australia desde hace siglos».


Domingo de Bonechea, continúa el autor, es «ejemplo paradigmático del buen trato a los indígenas realizado por los españoles»; y Francisco Antonio Mourelle de la Rúa de «la tenacidad y destreza de la navegación en situación límite, lo que le llevó a descubrir el último paraíso del Pacifico habitado por descendientes de la San Lesmes«.

Gorrochategui ha podido consultar numerosa documentación recopilada por los historiadores del Pacífico, y rescata «documentos inéditos sobre la fundición de cañones en la España del primer cuarto del siglo XVI hallados en el archivo municipal de La Coruña», ciudad desde la que zarpó la carabela y a la que pertenecían los cuatro cañones encontrados.

Del rastro de aquellos navegantes sobrevivientes han quedado los cañones, las piedras de lastre y otros restos materiales como el umete o cuenco sagrado de Tahití, y el rastro genético europeo.

«También produjeron corrientes migratorias y un empuje civilizatorio al integrar técnicas de construcción naval, usos, costumbres o una religión sincrética, e incluso llegaron a convertirse en seres míticos a los que remontar el origen en Raiatea y la propia Nueva Zelanda«, añade Gorrochategui.

A decir del autor, este libro, junto con sus anteriores Contra Armada. La mayor victoria de España sobre Inglaterra y Las invasiones inglesas 1806-1807. Victoria decisiva en Buenos Aire«, tienen como nexo en común «la puesta en valor de la historia de España más allá de las corrientes dominantes de la historiografía», que es la materia de la tesis doctoral que Gorrochategui está preparando.

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Ricarrob
Ricarrob
2 años hace

Enhorabuena por esta puesta en valor. Ya es hora de que apreciemos nuestra hechos, apreciemos nuestra historia, nuestras hazañas y nos apreciemos a nosotros mismos.

Josey Wales
Josey Wales
2 años hace

Es un libro de historia que supera a la mayoría de las novelas de aventuras. Lo sobrehumano y legendario son elementos habituales en la historia de España. Y encima en los mares del Sur, ‘the Spanish main’, un lugar que he deseado visitar desde que veía de niño las películas del sábado ( Primera Sesión de TVE) como ‘El motín de la Bounty’ y ‘Su Majestad de los mares del Sur’.

Ricarrob
Ricarrob
2 años hace

Y sepultaremos nuestra historia en escatológicas leyes de la memoria y en descalificaciones deconstructoras y desmitificadoras de los hechos de nuestros ancestros a causa de prejuicios ramplonamente fanáticos y deleznablemente doctrinarios.