Inicio > Libros > No ficción > Luz cegadora del mañana

Luz cegadora del mañana

Luz cegadora del mañana

Han sido varios los autores que últimamente han coincidido en que tendrá que pasar algún tiempo antes de que pueda escribirse algo interesante sobre lo que se nos ha venido encima. Las prisas no son buenas. Tampoco casi ninguno de los libros que se han escrito hasta el momento. Ya sabemos que no correrán la suerte del Diario del año de la peste ni del clásico de clásicos del género, superventas de la primera ola: La peste, de Camus. Los grandes centros de venta tienen sus propios stands repletos de títulos de corte divulgativo; ambiciosas recopilaciones de datos científicos que otorgan cierta profundidad a la neología mediática. Otros, menos, se deslizan hacia la colapsología desde atalayas políticas bien cimentadas desde mucho antes del virus. Y entre toda la maraña de propaganda ideológico-científica, como ciertamente es, destaca El día después de las grandes epidemias, quizá porque promete tánatos, así como pormenores sobre todas esas cosas que nos figuramos a partir del arte o de referencias, digamos, más literarias que la retransmisión en vivo de nuestra pandemia. Por ejemplo, a partir de los frescos de El triunfo de la muerte de la iglesia florentina de Santa Croce o de Senderos de gloria (Stanley Kubrick, 1957); sendos reflejos de la peste bubónica y de la gripe española, respectivamente.

Triunfo de la Muerte (fragmento) de Andrea Orcagna, h. 1350, fresco en Santa Croce, Florencia.

Así y todo, El día después comparte rasgos con todos esos libros apresurados, urgentes, coyunturales. Propone una historia express de Occidente en la que lo epidemiológico se vuelve idiosincrático, de manera que resulta forzadamente ad hoc. También se entrega a una defensa entusiasta de un devenir tecnocientífico que ya habría dado constatables pasos hegelianos en el correr del tiempo: en los reajustes higienistas que cristalizan en el humanismo renacentista primero, luego en la Revolución francesa y por fin en las revoluciones industriales. Todo se antoja bastante coherente excepto porque apenas hay rastro de monstruo alguno de la razón, ni una sola sombra fáustica, casi nada que perturbe el edén que viene, donde la muerte no tendrá dominio, por hacer un uso licencioso del título poético de Dylan Thomas. En el mundo que alumbra no parece que exista la posibilidad de que los sabios acaben metiéndose en todo, como escribiera Bakunin en Dios y el Estado. De hecho, en un debate imaginario sobre el planteamiento defendido por esta breve historia, podría recordarse —de acuerdo con la última fuente— que “la vida, no la ciencia, crea la vida”.

"Por ahora, todo lo que tenemos es una alborada grisácea y poco halagüeña"

En su hilar, Ruiz-Domènec va repasando las pestes y destilando las decisiones que no solo permitieron superarlas en cada caso, sino que, además, fueron haciendo del mundo un lugar cada vez mejor. Y en el alineamiento del coronavirus con la yersinia pestis o la vibrio cholerae surge otro punto más específico de discusión: independientemente de que pueda otorgársele a las epidemias el papel fundacional que el autor les otorga, respecto al coronavirus son demasiadas las singularidades, los ángulos ciegos y las «cosas que quizá lleguen a saberse» como para dar por amortizado ese “día después”. Por ahora, todo lo que tenemos es una alborada grisácea y poco halagüeña. Quizá la lucha contra la naturaleza —a la que se apela positivamente en varias ocasiones— sea el problema. O quizá sea la ciencia —esa utopía científica a la que se refiriera Coleridge— la que nos ha traído y seguirá trayendo hasta aquí, si nos tomamos en serio lo que nos cuenta Rob Wallace en Grandes granjas, grandes gripes (Capitán Swing, 2021). O quizá la tesis ambientalista de Fernando Valladares no ande errada, y si la naturaleza es persistente cuando se siente amenazada —así lo dice Domènec— no estemos más que en el principio de una era aciaga que obliga a reformular esa especie de zeitgeist luminoso y su rezo: el de que, una vez más, la técnica lo arreglará; algo razonable como posibilidad, aunque muy inquietante como teleología.

"Es lo que tiene la perspectiva histórica, que vale para un roto como para un descosido"

En la última parte de su día después, el también autor de Informe sobre Cataluña (Taurus, 2018) nos hace participes de una cierta idea de “acción moral” que recuerda a Hans Jonas —lo cita— y su principio de responsabilidad, y que cabe entender como una especie de nuevo humanismo que, deliberadamente o no, acaba obviando muchos y muy considerables renglones torcidos. Es lo que tiene la perspectiva histórica, que vale para un roto como para un descosido: para argumentar por qué tutto andrà bene, como leímos con pavor en aquellos carteles que no tardaron en llegar aquí, o para reconocer —recurriendo también a una galaxia de reseñas literarias y cinematográficas— el colapso de la democracia, la suspensión sine die de los derechos fundamentales y la apertura de toda una caja de Pandora, de par en par, en nombre de la salud. Termina ofreciendo siete propuestas y dos opciones, sin desaprovechar una última oportunidad de proscripción agustiniana, esta vez vía Novalis: “La naturaleza sigue siendo el aterrador molino de la muerte”. Pero el creador de los Himnos a la noche también “quiso romantizar el mundo” en busca de un sentido originario y ese lugar a dondequiera que vamos, ese futuro cegador, está exactamente en la dirección contraria.

———————————

Autor: José Enrique Ruiz-Domènec. Título: El día después de las grandes epidemias: De la peste bubónica al coronavirus. Editorial: Taurus. Venta: Todostuslibros y Amazon

5/5 (4 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios
reCaptcha Error: grecaptcha is not defined
  • Elogio del amor, el canto a la vida de Rafael Narbona

    /
    abril 17, 2025
    /

    Narbona se ha enfrentado con el dolor, la muerte de su padre, cuando era joven, por un infarto, el suicidio de su hermano, y ahora la enfermedad de su mujer. En la presentación del libro el pasado martes nos habló del dolor, pero también del amor y lo hizo a través de su pasión por sus perros, por la Naturaleza que contempla cuando sale a pasear con su mujer, Piedad, por su pasión docente, cuando era un profesor comprometido con los chicos, donde lo académico pasaba a un segundo plano y triunfaba el humanismo. Esa forma de ser que se…

    Leer más

  • Una normativa veterinaria criminal

    /
    abril 17, 2025
    /

    El nombre del ministro lo he anotado para que no se me olvide: se llama Luis Planas y es titular de Agricultura, Pesca y Alimentación. Lo tengo por si un día debo ir a agradecerle, a mi manera, que mis perros Sherlock y Rumba mueran antes de tiempo.

  • Narrativas Sherezade de Rebecca West

    En la segunda parte de Cordero negro y halcón gris (1941; Reino de Redonda, 2024; Traducción de Luis Murillo Fort), un viaje de (auto) descubrimiento a través de la desaparecida Yugoslavia se convierte en una búsqueda mágica de la alteridad, plena de personajes memorables e ideas reflexivas contra el racismo, la codicia o la explotación: “[El ciego comenzó a cantar] un himno de adoración que no trataba de obtener la salvación mediante el hecho de adorar (…), se regocijaba porque la muerte había sido burlada y el destruido vivía. Una vez más, el sol parecía formar parte de un resplandor…

    Leer más

  • Te elige: El imposible libro que Miranda July no sabía que estaba escribiendo

    /
    abril 17, 2025
    /

    En una estructura anular, el punto de partida es el bloqueo creativo que le impide a Miranda July terminar el guion de lo que posteriormente fue su segunda película, El futuro (2011), cuyo rodaje cierra de manera imprevista el texto. La metacreatividad se erige en el marco narrativo de la obra, debido a que el proceso del making of de esa película hilvana una estructura oscilante entre el documental y la autometaficción, incluyendo un encuentro con el actor Don Johnson. Atrapada entre la rutina y el estancamiento creativo, se adentra, casi por casualidad, en la lectura de los anuncios del…

    Leer más