Making of de Cruentos, de J. A. Carretón Márquez

Curiosamente, corría la víspera de la fiesta de los muertos cuando releí estos textos, y pensé que podrían tener mejor destino que aquella carpeta digital si de repente juntaba unos pocos y les daba salida de algún modo, y me puse manos a la obra. Lo que ocurrió en los meses posteriores ha sido una de las experiencias creativas más inmersivas de mi carrera. No había momento del día ni de la noche que lograra desconectar completamente de la obra, con ideas, correcciones, rimas y maldades varias.

Rápidamente me di cuenta de algo curioso. El formato de terror en verso me evocaba a épocas pasadas, seguramente por algunas de mis referencias más clásicas. Al notar esto he evitado cualquier referencia tecnológica demasiado actual en los relatos, de forma que el lector pueda ubicar temporalmente los relatos donde su imaginación considere oportuno sin demasiadas ataduras.

Las ideas me surgían y, al desarrollarse, no todas adquirían forma de relato en su definición más estricta. En Cruentos también he dejado versos más cercanos a la poesía o piezas más conceptuales que, con más o menos mala baba, exploran el sótano decrépito que ha sido mi mente durante estos meses de desarrollo.

Luego pensé que sería acertado acompañar de ilustraciones al menos algunos de los relatos del proyecto, e inmediatamente me puse en contacto con mi amigo Javier Suárez, al que pasé algunos de los más avanzados, y que se embarcó de forma inmediata en la aventura. En pocos días me pasó no menos de diez aterradores lienzos en tinta china que le nacieron de la lectura de esas pocas líneas, y enseguida supe que sus ilustraciones iban a tener un importante peso en la obra. De esta forma fuimos recopilando textos e imágenes, y pronto me dio demasiada lástima dejar relatos huérfanos, y decidí que todos fueran acompañados de su correspondiente representación gráfica. Tarea nada fácil contando con escaso presupuesto, así que tocó arremangarse, y yo mismo firmo un buen puñado de dibujos junto con manos mucho más expertas como Yanil Ferrari, Cristina Serrano o Lucas Ghilardi.

Llegó el momento de ver qué hacemos con la criatura. ¿Autoedición o probar suerte en editoriales? Estuve hablando con mi querido David Sainz sobre las bonanzas e inconvenientes de esta vía (acababa de autoeditar Pájaro azul) y finalmente me decidí a probar suerte en editoriales especializadas en terror y fantasía. Curradísimo dossier mediante, disparé varios mails con muestras del proyecto, que cayeron en saco roto, y que a día de hoy no han obtenido respuesta. Cuando ya la autoedición era la opción no opcional, mi viejo amigo J. D. Romero supo de mi obra y me instó lo antes posible a acudir a las oficinas de Samarcanda, en mi ciudad, donde noté un entusiasmo muy real y un cariño inmediato al proyecto; entonces supe que la criatura finalmente tenía un hogar. Desde aquí mi agradecimiento a todo el equipo por el cariño y la confianza depositadas.

Miedos y comprensibles inseguridades me carcomen en este momento en el que me encuentro a la espera de las primeras críticas y juicio de los lectores. Tengo que decir que las pocas que ya he recibido (escribo esto a escasas 48 horas del lanzamiento) han sido positivas y me han ayudado a mitigar un poco los nervios del escritor novel. En cualquier caso, al menos tengo cierta confianza en haber aportado un material cuanto menos original y empapado en amor, por muy oscuras que sean las líneas que conforman Cruentos (que lo son). Pero ya no está en mis manos, sino en las de los lectores, colocar el libro en el lugar que corresponda, y confío plenamente en ellos para tal labor.

Qué bonito ha sido bajar al sótano y arrojar luz sobre todas esas indefinidas figuras oscuras y hostiles que tanto nos aterran, para descubrir que todo lo amenazante, una vez debidamente iluminado, no deja de ser un valioso material con el que trabajar y construir cosas útiles. Cruentos es mi primer libro, y es maravilloso seguir haciendo primeras cosas pasada cierta barrera de edad. Cuarenta relatos de terror en verso, porque las rimas siempre dan sabor. Aunque sea el sabor metálico de la sangre.

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Autor: J. A. Carretón Márquez. Título: Cruentos: Relatos de terror en verso. Editorial: Samarcanda. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.