Making of de La Pasión según Karina Krunz

La idea nació de las clases de piano de mi hija: hablaba con su profesor (mi mejor amigo, Alfons Escué) sobre lo importante que es una buena digitación para tocar bien una partitura. Empecé a tomar notas el 30 de octubre de 2012. Acabé la novela el 20 de octubre de 2013. Salió a presión. La escribí después de Subway Placebo (Ed. Playa de Ákaba, 2014), una novela que me había costado tres años construir. Al acabar, me quedé estupefacta. No tenía muy claro qué hacer con La Pasión según Karina Krunz: por lo tanto, la dejé reposar. Tengo un trabajo nutricio como profesora de instituto a tiempo completo, así que solo puedo escribir por las tardes y por las noches. Normalmente tardo dos años en escribir una novela (uno de documentación, planificación y escritura del magma de la novela y otro de reestructuración, reescritura y revisión): puede imaginarse la velocidad de trabajo en este caso. Cuando la terminé (aunque intentaba frenarla), me asusté un poco.

Perdí el mapa mental con el que generé esta novela en una mudanza (¡ay!) y me forcé a reconstruirla anotando detalles en diferentes libretas meticulosamente destinadas a cada idea. La que originariamente se había llamado El Digitador cambió su título al definitivo (La Pasión según Karina Krunz) el 26 de julio de 2013. No lo forcé: surgió, simplemente. Está claro que remite a las Pasiones de Bach, pero también a la pasión de vivir. Y ha sido en 2018 cuando, de la mano de Grupo Tierra Trivium, he decidido editarla.

El tiempo abarca desde 2012 hasta octubre de 2014 y (en la zona «fantástica») 2033. Está dividida en tres partes (Clavier Übung, Cursos y recursos y Bienvenidos al horror). La primera (Clavier Übung) empieza el 15 de agosto de 2013 (en el tiempo de la novela) y sigue el concepto estructural de «Tema y variaciones». La central (Cursos y recursos) adopta el concepto del Canon Cangrejo: parte de 2012 y va hacia atrás. La tercera (Bienvenidos al horror) acaba en octubre de 2014 y retoma el concepto «variaciones»; se añade el tejido de La consagración de la Primavera y el concepto «sonata». La proporción de capítulos es 5-14-5: la sección central es casi el múltiplo de las otras (5×3). La imperfección (no tiene 15 capítulos) viene de la ruptura que introduce Geometría del delirio. En paralelo, hay tres tipos de fiestas que sirven de eje al texto y que le dan significados añadidos: la Pasión (Semana Santa), el Carnaval y Navidad.

Con esta novela me propongo la creación de un Lenguaje Barroco de filiación infinitista, relacionado con la Infinitud y con lo Infinitesimal. A lo largo del texto recreo un estilo barroco de corsi e ricorsi, de tema y variaciones: de ahí la ampliación sucesiva de muchas frases, que acaban erizadas de comas; de ahí el estilo de motivos autorreplicantes, de frases que se autorreproducen en núcleos proliferantes, típico del espíritu barroco. También he pretendido reproducir el respirar asmático de Karina desde el principio por este mismo método: así surge la frase inicial, larguísima, que ocupa una página. En este sentido, el uso del lenguaje también pretende reflejar al Hombre Perdido en la oleada del Infinito. Con esto se relaciona el descenso / la entrada de Orfeo en los infiernos, eje central de la novela. 

La novela empieza en Re menor y acaba en Sol Mayor. Siempre me ha interesado de manera especial la relación que se establece entre Literatura y Música: en el caso de La Pasión según Karina Krunz, de manera aún más intensa.

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Autor: Rosario Curiel. Título: La Pasión según Karina Krunz. Editorial: Grupo Tierra Trivium. Venta: en la página web de la editorial