Manuel Llorente, Manu para los amigos, que escribe en Zenda el blog Diario de un mal nadador, es uno de los referentes del periodismo cultural de nuestro país, gran apasionado del arte, del senderismo y, cómo no, de los libros y la literatura.
Pasé un rato muy agradable charlando sobre su oficio y trayectoria. Contemplar la pasión con que hablaba de libros y escritores fue realmente maravilloso. Divertido, sincero y muy generoso, así es Manu y así le retraté para este blog.
Para saber más sobre él:
Estudié Periodismo y algo de Derecho en Madrid. He trabajado en periódicos como La Tarde, Diario 16 y El Mundo, en éste desde su fundación. Formo parte del Patronato de la Fundación Francisco Umbral. Publiqué hace muchos años los libros de poemas Desmesura y Si la palabra fuera un espejo y realicé varias exposiciones donde se combinaba arte y poesía con el pintor Luis Alberto Portilla.
Nos recomienda este libro a los lectores de Zenda:
He regresado a Patrimonio, de Philip Roth, con el asombro de quien redescubre lo que no quería saber. Asistimos mudos al ocaso de un hombre (el padre del escritor, un hombre medio, un hombre cualquiera) que fue entregando en vida todo, hasta lo que no tenía. Ahora, al final, ya nada le queda. Está a merced de la enfermedad y de los años. Y a través del libro, en él nos reconocemos, todos somos él, todos nos llamamos Herman Roth.
Su hijo, el escritor, fue tomando minuciosa nota de aquellos dolorosos avatares: consultas médicas, diagnósticos, ingresos urgentes, medicinas, nuevas pruebas… Todo debía ser consignado, nada tenía que ser olvidado. Quizá para que nada muriera (del todo). Puede que por esa creencia según la cual nada desaparece mientras alguien tiene memoria de ello.
A través del dolor, entre sus costuras, Philip Roth entrevera un respeto conmovedor hacia su padre. Pero el libro también es un testimonio cruel en el que no faltan los reproches, un peculiar ajuste de cuentas cuando él ya no está, una singular Carta al padre.
La muerte como crueldad, como ruptura, pero también como bálsamo o liberación. Ninguna muerte nos deja indiferentes; algunas nos marcan y pareciera que tras ellas seguimos andando decapitados un rato, sin rumbo, por inercia. Hasta que un soplo de aire nos derrumba. Y se apaga la luz, se acabó una función que no entendimos y no supimos por qué nos invitaron.
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Aguafuertes sudacas: A mis queridos críticos
/abril 22, 2025/Decía, entonces, sucede que, harta ya de estar harta de escribir seriedades importantes que a nadie importan, hoy, señoras, he resuelto hacerme crítica de arte (todos de pie). Sí. Crítica. O para que suene más rococó diremos reseñista. Primero, porque escribo como el culo (imprescindible virtud para desempeñar tal oficio); segundo, porque descubrí que no sirvo para otra cosa; y tercero, me di cuenta de que el arte de verdad no está en pintar, componer, escribir, sino en lograr que la gente te tome en serio cuando hablas de lo que pintan, componen o escriben los demás. Ahora, entre nosotros,…
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James Belich: “La peste llevó a una hegemonía global de los europeos”
/abril 22, 2025/Cuando James Belich tecleó “Imperialismo asiático moderno en Europa” para referirse a los otomanos, la frase quedó subrayada en su documento de Word como un posible error. El procesador de texto de Windows no estaba de acuerdo con la afirmación del director del Centro Oxford de Historia Global; para Microsoft, los asiáticos no tenían la capacidad para hacer imperios modernos y menos aún en Europa. La empresa de Bill Gates se declaraba eurocentrista.
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Disparos desde el caballo blanco
/abril 22, 2025/Lejos de la costa estaba el crimen sin resolver, una pared ensangrentada o el boxeador caído en desgracia, la ciudad con sus mendigos y sus ratas: prodigios que ya eran viejos cuando Petronio escribía sobre ellos. Por supuesto, merodear por esos lugares no convertía milagrosamente a ningún mal juntaletras en un buen escritor, pero un buen escritor siempre lograba desbordar la mera prosa periodística cuando se alejaba de los topos habituales y se perdía por esos arrabales de la vida que nadie más tenía el deseo de pisar. Veinte años antes de que empezáramos a oír recurrentemente aquella memorable frase…
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Zenda recomienda: Maestros de la felicidad, de Rafael Narbona
/abril 22, 2025/La propia editorial apunta, a propósito del libro: “La razón me reveló que la tristeza es un desperdicio y que la inteligencia siempre tiende a la alegría. El pesimismo no es más que una perspectiva parcial y frente a él, el amor cura e invita al optimismo. Esto es lo que quiero compartir contigo: que el ser humano puede elegir, que no es una marioneta en manos de la fatalidad, que es posible encontrar esperanza, que el dolor psíquico puede superarse y que el optimismo no es signo de ingenuidad, sino un ejercicio de lucidez. La filosofía es la herramienta que nos ayuda a vivir mejor“….
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