Mari Jungstedt ha vendido seis millones de libros en veinte países de su serie de suspense Gotland, pero viniendo de un país tan prolífico en el género como Suecia se sacude las etiquetas y precisa: «Me dicen que soy la reina de la novela negra… Bueno, seré una de las reinas, porque hay varias».
Es uno de los grandes nombres de la novela negra sueca, un país «con una tradición muy fuerte en este género, que empezó en los años 60 con Maj Sjöwall y Per Wahlöö, con su forma de escribir y de describir a la sociedad con mucha crítica, cuando el resto del mundo pensaba que Suecia era una vida de bienestar, casi una novela para niños, todo bonito y perfecto», afirma Jungstedt en una entrevista con EFE. Después llegaron «otros autores, pero casi todos hombres, como Henning Mankel o Hakan Nesser, y a partir de 1985 o 1990 empezaron mujeres como Liza Marklund».
Precisamente, considera que la llegada de más escritoras, como Asa Larsson o Camilla Läckberg, ha permitido una evolución en el género, «que se ha ampliado con relaciones, la vida diaria, el ambiente o el pueblo fuera de las grandes ciudades». «Ahora el lector se puede identificar más con los protagonistas, que no son solo el detective deprimido, bebiendo demasiado y escuchando música clásica, sino que hay más gente normal». Achaca además que haya tantos autores de calidad en su país al clima, «oscuro y frío seis meses al año», y se pregunta entre risas: «¿Qué puedes hacer? Jugar al fútbol en la playa no, pero sí escribir un libro».
Ella llegó a la literatura después de presentar las noticias en la mayor cadena de televisión sueca, algo que califica como «un paso muy grande y muy difícil». «Siempre he leído mucho, y pensaba que iba a escribir en el periodismo, pero trabajé en la radio y la televisión y escribía solo telegramas muy cortos para presentar las noticias».
Cuando empezó a escribir su primer libro de suspense, sin conocer a ningún agente editorial, pensó que ni se lo publicarían, y desde entonces ha alumbrado veinte libros en veinte años. «Cuando debuté, con 40 años, vivíamos cerca de un lago y les dije a mis hijos que si me publicaban el libro, algo que parecía imposible, iba a correr desnuda alrededor del lago. Es una promesa que nunca he cumplido, y todavía están esperando», confiesa. Veinte años después, todavía piensa que es «irreal» lo ocurrido, y cuando pasea por una playa de Málaga y ve a alguien que lee su libro se acerca alegre a presentarse y ofrecerle una firma.
«No escribo para entretener o porque me guste el suspense. Quiero escribir para contar cómo la niñez y la juventud nos afectan como adultos, porque somos muy frágiles», explica Jungstedt, que eligió este género «como un desafío de intentar escribir algo tan emocionante que el lector no pueda parar de leer».
Ha elegido Málaga para su nueva serie porque «ama» a España, donde se siente «en casa y como una española en un cuerpo sueco», desde que visitó el país por primera vez con 16 años y vivió «un momento mágico al ver la playa, el ambiente, la gente o la comida». «Andalucía es como el corazón de España, por su historia, la influencia árabe, la música, el flamenco y la gente», asegura la escritora, que después de publicar dieciséis títulos de la serie Gotland desconoce cuánto se prolongará la saga de Málaga. Precisa al respecto que nunca ha tenido «un plan», porque cuando escribe un libro solo piensa en ese y no en los siguientes, y asegura que el primero de la serie Málaga, publicado en Suecia en 2020, está funcionando allí «tan bien como los de Gotland«. «Soy de Estocolmo y he escrito de la isla de Gotland, que es un lugar muy especial, pero ha funcionado bien. Soy sueca y no puedo describir todo de España como una persona de aquí, pero tengo mis ojos y hablo español suficientemente bien para hablar con la gente, y eso es una ventaja importante, creo».
Su próximo proyecto es la decimoséptima entrega de la serie Gotland, cuya escritura prevé alternar a partir de ahora con los de Málaga, y se confiesa enamorada de los protagonistas que ha creado para su nueva saga andaluza, el policía español Héctor Correa y la profesora sueca Lisa Hagel. «He inventado estos dos nuevos personajes, y los amo. No sé qué pasará con ellos y entre ellos, y es muy emocionante. Sé que estas personas no existen, pero de alguna manera sí existen, y para mí están vivos».
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: